La persecución a los abogados de los marinos

La persecución a los abogados de los marinos*

La suerte que los golpistas triunfantes reservan a los abogados que habían osado defender a los marinos es reveladora. Pedro Henríquez es detenido, torturado y casi asesinado. El 5 de noviembre de 1973 lo interrogan sobre la defensa de los marinos, ya no como abogado sino como prisionero. El abogado “confiesa” lo conocido: desde 1966 es miembro del MIR, entre 67-68 fue secretario regional de Concepción. [Ricardo] Ruz le pidió que asumiera la defensa de los marinos Causa 3926, foja 614. Por su parte, Hernán Mege es detenido y llevado a la cárcel de Concepción.

A partir del 12 de septiembre, algunos de los detenidos en Concepción revocan a los abogados detenidos. En la mayor parte de los casos, la defensa – muy relativa – será asumida por el Servicio de Asistencia Judicial Causa 3926, fojas 683-684, entonces asociaciones de abogados que brindan alguna defensa gratuita.

En Valparaíso, el abogado Emilio Contardo figura en una lista de 20 “dirigentes y activistas que deben ser juzgados por actividades antipatria” difundida en un afiche presentado como una “Cooperación de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso a la campaña de depuración nacional de la Junta de Gobierno” La Estrella, 8-10-73

    Graciela Kischinevzky es amenazada y detenida una jornada en el cuartel Silva Palma. Renuncia al patrocinio de Lagos y Roldán el 2 de Octubre Causa 3926, foja 329, y poco más tarde consigue asilarse en la embajada de Bélgica con su marido y sus dos hijos menores. Tres día después, hernán Vallejos renuncia al patrocinio de Sebastián Ibarra Causa 3926, foja 340.

Zorka Kovacich será detenida y torturada en el Lebu; Rodrigo Fernández es detenido en el Estadio Nacional y en otros campos donde es torturado, mientras que su hermano Gonzalo consigue asilarse [E] Morris, 2005.

Eliana Ceriani permanece en Chile, donde será detenida en octubre-noviembre de 1973. Su marido, Carlos Gajardo, profesor de la Escuela de Arquitectura, es detenido y desaparece en septiembre de 1974, su nombre figura en la lista de 119 desaparecidos víctimas de la “Operación colombo”. Carmen Villanueva y casi todos los demás parten al exilio.

El caso de Olga Morris y su familia es particularmente estremecedor. El día del golpe, su casa en el cerro Esperanza es literalmente saqueada; como no encuentran a nadie (su madre estaba hospitalizada) “sacaron todo”. La Marina se apropia de la residencia para instalar un puesto de vigilancia, hasta que su madre consigue que se la devuelvan. Su hermano Eduardo, jefe de Aduana, aparece en los diarios acusado de toda clase de robos absurdos, pero consigue asilarse. Su hermano Sergio es detenido y lanzado por el hoyo de un ascensor de la Empresa Portuaria, pero sobrevive porque cae sobre otros cuerpos; más tarde es torturado en el Lebu, y cuando lo liberan intenta quedarse en Chile pero le hacen la vida imposible y finalmente se asila. Su hermana Silvia es torturada en el Lebu y en la Esmeralda. Su hermano Fernando es detenido mientras da clases en el Liceo Eduardo de la Barra y sus captores casi abren fuego contra los alumnos que intentan defenderlo; es torturado en la Academia de Guerra. Su hermano Oscar es detenido y torturado…su hermano Mario, quien es detenido en Iquique y llevado a Pisagua donde es fusilado por orden del general Carlos Forestier. Olga Morris se asila.

En 1973, cuando todos los hermanos Morris están exiliados, detenidos o fusilado, el hijo de Olga, Francisco José, entonces de nueve años, continúa su vida al lado de su abuela, entonces la única persona que puede ocuparse de él.

También el menor es detenido y conducido a la comisaría Barón. Allí lo interrogan durante horas para que diga dónde están las armas. El niño parte al exilio, pero ese trauma se graba en su alma. Catorce añoa después, Francisco José, con 25 años, regresa a Chile a filmar un documental, como estudiante de la Universidad Libre de Berlín. En el Chile gobernado por las fuerzas armadas, el joven es seguido y se oculta en casa de unos jóvenes democratacristianos.

Poco después abandona el país con su abuela, asilado por segunda vez. De vuelta en Alemania, lo fustiga con obsesión el recuerdo de su detención en 1973. Al poco tiempo su abuela muere en Hamburgo y tres días después Francisco José se quita la vida. Todo esto lo relata la periodista Mónica González en la revista análisis [E] Morris, 2005

. *  Extracto del Libro, Los que dijeron “ NO “, Editorial LOM, del Historiador Jorge Magasich  Tomo II, 289-292

 

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