Galería de fotos, algunos centros de reclusión

DIARIO „EL SUR“ DE CONCEPCIÓN. 30 de septiembre de 1973.

Marinería Constitucionalista que se opusiera al golpe de Estado en 1973 presa en la Cárcel Chacabuco 70 de Concepción.

Foto de “El Sur” de la época sobre este evento registra el momento en que posterior al golpe hace “visita”con una comitiva al penal El general -Intendente Washington Carrasco para ”conversar” con los ex marinos acusados de “intento de sublevación” por la Armada.

En la formación los detenidos de  las naves apostadas en la Base Naval de Talcahuano y Personal de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR ).

Pabellón de prisioneros de la Ex cárcel de Valparíso donde se mantuvo prisionera a la marinería constitucionnalista hasta agosto de 1976

Los primeros marineros constitucionalistas comienzan a llegar a la cárcel de Valparaíso a principios de septiembre 1973. Foto: La Tercera, Octubre 1973

Los marineros constitucionalistas en formación en el patio principal de la cárcel de Valparaíso. El último grupo de marineros llegaría el 22 de octubre del 1973

Con la intervención de la Organizacionaciones internacionales como la Cruz Roja Internacional, Amnetsy, organizaciones de Iglesias y otras, vendrían con el tiempo mejoras en las condiciones de detención. Casamiento en la cárcel de Valparaíso. Foto Archivo

Primer equipo de futbol de los Presos políticos. Entre ellos dos marineros trasladados de la cárcel de Concepción; Víctor López ( de pié, 3° de der. a izq.) y Mario Cordero, ( de rodillas, 1° de der. a izq.). En ese período a toda la marinería presa acá, la habían trasladado al campo de concentración de Melinka.

Marinero Cordero en el patio de la guardia, cárcel de Valparaíso

Cabo Antonio Ruiz Uribe 4° de Izq. a Der. . en la cárcel de Valparaíso con presos políticos,

Marineros Constitucionalistas presos en la Penitenciaría de Santiago, Calle 2. De pié, de Izq. a Der.: Pedro Blaset, Jaime Salazar, Hugo Maldonado, Pedro Lagos, Juan Cárdenas. De rodillas, Izq. a Der.: S., Ernesto Zúñiga, Juan Roldán. A principios de 1978 son trasladados a la Calle 5.

Penitenciaría de Santiago. 31 julio 1977, 2° de Izq. a Der. Sergio Fuentes, 4° Juan Cárdenas, 5° Juan Roldan, 6° Pedro Blaset, 7° Jaime Salazar, 9° Ernesto Zúñiga, 11° Pedro Lagos

Libertad del cabo Pedro Lagos Carrasco de la Penitenciaría de Santiago el 21 de abril de 1978

Capitán Vergara, marinero Sergio Fuentes , cabo Pedro Lagos recluidos en la Penitenciará de Santiago 1977
Carrete en la Peni
Pedro Lagos, Juan Roldan, Juan Cardenas, Pedro Blaset, Hugo Maldonado y Hernan Pacheco

Galería de Fotos en la Armada

Buey “Panchulo”. Con este buey y este barril se cubría el puesto de guardia de servicio como “Aguatero” distribuyendo agua a las casas de los residentes en la isla. Contingente 1969, Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Registro, marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque

 

Reportaje de la entrega de armas al contingente 1969 en la Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Diario Flash, N° 300, 6 de mayo de 1969

La madre del marinero constitucionalista Luis Ayala, Rebeca Herrera entrega el arma para la defensa de la Patria, de la soberanía y de obediencia a la autoridad máxima el Presidente de la Republica. Rebeca Herrera representaría años más tarde el Comité para la defensa de los DDHH de los marineros constitucionalistas.

En 1969 se rompe la tradición y son las madres las que entregan las armas a sus hijos para la defensa de la Patria y la familia.

Entrega de armas, Escuela de Grumetes contingente 1969

Registros fotográficos del marinero constitucionalista Luis Ayala

La madre del marinero Cordero, Blanca Rosa Cedraschi Irarrázabal entrega el arma a su hijo para la defensa de la Nación, su soberanía, lealtad a la Constitución, las Leyes y obediencia a la autoridad máxima de la República. Escuela de Grumetes 1969.

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza en la Escuela de Grumetes 1970, Isla Quiriquina. Registro, marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Bernardo Flores Valdebenito en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969.  Registro, marinero Cordero

Marineros, de derecha a izquierda, Cordero y Silverio Lagos a bordo del transbordador Meteoro 1969. Registro, marinero Lagos

Marinero Constitucionalista Gastón Gómez Obreque a bordo de la Esmeralda. Registro marinero Gómez

Registro, marinero Lagos

Visitas a la Esmeralda en crucero de instrucción. Australia 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda en el Puerto de Sydney, Australia. Viaje de instrucción 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda, Sydney 1970. Crucero de instrucción . Registro, marinero Cordero

Parada militar en el Puerto de Sydney, Australia. Crucero de instrucción de la Esmeralda 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero contitucionalista Víctor López Zambrano a bordo de la Esmeralda crucero de instrucción 1970

Marinero Carlos García Herrera a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Foto de Archivo

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi a bordo de la Esmeralda, crucero de instrucción 1970

Marinero constitucionalista Silverio Lagos Muñoz (al centro) a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Registro, marinero Lagos

Marinero Mario Cordero Cedraschi

Recepción a la Esmeralda en Pearl Harbor, Hawaii, 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza a bordo del destructor anfibio Serrano en servicio en el Cabo de Hornos

Destructor Serrano que tripulara el marinero constitucionalista Jaime Espinoza en los archipielagos del sur de Chile. Registro marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque ( de pié, 2° de Izq. a Der. ) Registro marinero Gómez

Marinero 1° Jaime León Balladares Contreras, miembro de la dotación del Crucero O’higgins detenido en el Puerto de Talcahuano por sus posiciones constitucionalistas. Foto: registro jaime Balladares.

Marinero Cordero, ( Abajo, 2° de Izq. a derecha) Escuela de Ingeniería Naval, cursa 2° año de técnica en electricidad. Foto de archivo

Parada militar en Valparaíso 1971. Registro, marinero Cordero

Fiesta recepción de diploma. A las afueras de Valaparaíso. Registro, marinero Cordero

Marinero constituconalista Bernardo Flores Valdebenito

Marinero Constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel

Marineros Jaime Salazar (de pié Izq.), Ernesto Zúñiga Vergara (5° a la derecha) Q.E.P.D. y Orlando Veliz. 2° año de mecánicos artilleros 1972,.Entrepuente de la Escuela de Armamentos. Registro del marinero Jaime Salazar .

Marinero Juan Dotte Bravo. Crucero O’higgins 1970

Jaime Salazar, julio 1973. Registro j. Salazar

1971, día del artillero, Escuela de Artillería. Izq.sentado Jaime Salazar de pié con gafas Ernesto Zúñiga Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista Ernesto Zúñiga Vergara ejecutado por miembros del aparato represivo de la dictadura el 16 de enero de 1982. Q.E.P.D.

1970 Ernesto Zúñiga en el crucero Prat

Marineros Edgardo Rodríguez (Izq. ) y Patricio Barroilhet Q.E.P.D. a bordo del crucero Prat. Registro, marinero Rodríguez

Marinero Patricio Barroilhet Q.E.P.D. durante su formación en la Escuela de Ingeniería Naval en las Salinas. Foto registro, marinero Edgardo Rodríguez

1971, curso de técnicos electricistas Escuela de Ingeniería Naval. 3° de izquierda a derecha, marinero Luis Fernandez Ahumada, Q.E.P.D. y de rodillas, Cordero, 2° de Izq. a Der.

Marinero constitucionalista Luis Fernandez Ahumada Q.E.P.D

Cabo constitucionalista Antonio Ruiz Uribe Q.E.P.D.

Cabo Constitucionalista Alberto Salazar Briceño Q.E.P.D. Ejecutado junto a Iris vega Bizama  el 23 de junio 1979 a las 22:15 horas en la ciudad de Concepción.

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Cabo constitucionalista Teodosio Cifuentes Rebolledo Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista José Maldonado Alvear Q.E.P.D. 1° de izquierda a derecha.

Cabo constitucionalista Pedro Lagos Carrasco (al centro)

Cabo constitucionalista Sebastián Ibarra Vallejos, recién ascendido, mayo 1973. Registros, Cabo Ibarra

Escuela de Artillería 1969. Desfile en Santiago. Registro, cabo Ibarra

Cabo Ibarra (de pié, 1° Izq.) Escuela de Artillería, curso de Mecánicos Artilleros, fiesta de Santa Bárbara 1969

Cabo Ibarra (2° derecha a Izq.) Tripulación del Rivero viajando en el Meteoro a la isla Quiriquina

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971 . Registro, De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971. De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero Registro, cabo Ibarra

Destructor Riveros, visita de Fidel Castro noviembre 1971. Registro, cabo Ibarra

Cabo Pedro Blaset Castro junto a sus padres de grumete, Isla Quiriquina , Escuela de Grumetes 1966. Foto : Registros de Pedro Blaset

Marinero Blaset a bordo de la Esmeralda en viaje de instrucción 1967.

Marinero Blaset en la Escuela de Ingeniería Naval, Las Salinas, 1969.

Cabo 2°constitucionalista Pedro Blaset Castro. De marinero en las Islas Azores 1972. A bordo del transporte Aquiles rumbo a Suecia para integarse como miembro de la tripulación del crucero Latorre adquirido por  la Armada bajo el Gbno. de S. Allende.

Blaset . Cena con la Comunidad Folclórica de Karlskrona, Suecia 1972 . Se integra a la tripulación del crucero Latorre.

Blaset . Karlskrona 1972.

Cabo Ibarra, (de pié, 3° de derecha a Izq.) Crucero Latorre mayo 1973 ascensos

Cabo Ibarra a bordo del Latorre 1973

Cabo 2° Electricista-submarinista José lagos Améstica. Dotación Crucero Almirante Latorre

Cabo José Lagos Améstica

Marinero constitucionalista José Orlando Diaz

Marinero Diaz en Guardia de Honor

En el lanzamiento de las cenizas del escritor Salvador Reyes Figueroa. Lanzadas al mar frente a las costas de Antofagasta. Registro, marinero Diaz

En la isla Isla San Ambrosio. Ubicada a 488 Millas nauticas de Caldera. Registro, marinero Diaz

Marinero constitucionalista Ricardo Tobar Toledo

Cabo mecánico, Ricardo Tobar Toledo. Registro, cabo Tobar

Cabo constitucionalista Julio Gajardo Neira

Cabo 2° Mecánico Electrónico de Aviación Naval, Luis Jorquera. Detenido por sus posiciones constitucionalistas Base Aeronaval El Belloto. Foto: Registro Luis Jorquera, Escuela de Electrónica 1967

Sargento constitucionalista Juan Cárdenas Villablanca

Galería

Aquí encontrarás material fílmico y fotográfico sobre la marinería constitucionalista.

 

 

Los represores

En la Carta al pueblo y al Presidente redactada en 1973, durante los últimos días de la democracia, los marinos detenidos difundieron los nombres de nueve torturadores, denunciando también la complicidad del fiscal Jiménez:

“En Talcahuano, nos interrogaron sin venda y estuvieron a cargo en forma de hecho, los señores Kohler, el capitán Bunster, los tenientes Jaeger, Letelier, Luna, Alarcón, Tapia, Maldonado y Letich. Nos hacían hablar en grabadoras lo que ellos querían pegándonos culatazos por todos lados y nos decían: ‘Tienen que hablar lo mismo donde el fiscal’. Y el fiscal nos preguntaba ‘Se siente mal, si les han hecho algo, díganme'”.

El semanario Chile Hoy, acusa  a los tenientes: Jaeger, Letelier, Luna, Alarcón, Tapia, Maldonado y al subteniente Boetsch, de la Infantería de Marina. Chile Hoy 63, 24-8-73.

El 2 de septiembre de 1973 – como hemos visto – el comandante en jefe de la Armada, almirante Montero, ordena a la Fiscalía naval para que inicie los sumarios contra los torturadores y encarga al abogado de la Intendencia de Valparaíso, Luis Vega, de reunir los antecedentes para que el Gobierno se constituya como parte. Vega, 1983,246.

Los familiares de los detenidos piden al abogado que presente una denuncia por torturas y le comunican el nombre de los torturadores: “capitanes Gajardo, Acuña y Kooller ⌈Kohler⌉; tenientes Luna, Alarcón, Letelier, Tapia, Maldonado, Boetsch, Jaeger y otros”. “Comprendí entonces la urgencia de presentar una denuncia”, afirma Vega.                    Vega, 1983, 215.

Por su parte, varios marinos interponen recursos contra las declaraciones arrancadas con torturas.

Sin embargo, hasta hoy, los torturadores de los marinos nunca han debido responder ante ningún tribunal y gozan de una total impunidad.

El jefe del grupo que tortura en Talcahuano – o al menos uno de ellos -, es el entonces capitán de corbeta de Infantería de Marina Luis Kohler Herrera. Es el primer torturador mencionado en la carta de los marinos al Presidente de la República; su nombre y su imagen vestido con traje de camuflaje, quedó grabado en la memoria de muchas de sus víctimas.

Después del golpe de Estado, el capitán Kohler, y los tenientes Cáceres y Alarcón, figuran entre los oficiales que estuvieron a cargo del estadio Francisca Acosta en Talcahuano, un centro de reclusión y tortura, donde los detenidos eran mantenidos incomunicados en condiciones inhumanas. www.memoriaviva.com.

El año 2000, Luis Kohler es presidente del Cuerpo de oficiales superiores en retiro de las Fuerzas Armadas en la Quinta Región. www.capredena.cl/pub/oirs/circulos.htm#5,pc 4-5-07.

El capitán de corbeta René Gajardo Alarcón, es descrito por la revista Chile Hoy como el jefe del Servicio de Inteligencia de la II zona naval y relacionado con el Bofe, es decir los grupos que efectúan atentados terroristas. Chile Hoy 65,7-9-73 in Las Fuerzas Armadas y…,234. Había dirigido arrestos y allanamientos en Talcahuano y Concepción. Chile Hoy 63, 24-8-73.

El abogado Luis vega lo identifica como uno de los oficiales que fue sometido a sumario por torturas. Se trata probablemente del capitán Gajardo que impidió el ingreso de los abogados a la base de Talcahuano para ocultar a los marinos torturados.

El teniente Santiago Lorca, de la división de electrónica del crucero Prat, mencionado por García y López. Va a cerciorarse del avance de los interrogatorios (con tortura) en el fuerte Borgoño.

El teniente Pedro Augusto Benavides Manzoni, secretario de la Fiscalía naval, participa en la represión a los marinos antigolpistas desde los primeros días. El martes 6 de agosto de 1973, cuando el fiscal Bilbao interroga a los detenidos en la Academia de Guerra, el teniente Benavides se pasea, desenfunda su pistola y los apunta a la cabeza 〈E〉 Ibarra, 2003.

Jorge Magasich, Extracto Los que dijeron “No”, LOM, Tomo II, 345-349

 

Jefe de Regata Bicentenario acusado por tortura

Por Jorge Escalante/investigacion@lanacion.cl

La Armada ha calificado esta travesía, en que participarán 13 países, como el “regalo” de la institución a la ciudadanía por estos dos siglos de vida. Y viene con sorpresa: ex marinos acusan al presidente del comité organizador, el teniente (R) de la Armada Santiago Lorca, de arresto bajo engaño y de conducirlos a la tortura en 1973. Lorca sostiene que “eso está en manos de los tribunales”.

Domingo 3 de enero de 2010 | | LND Reportajes

ORGANIZADOR.- El presidente del Comité Internacional Regata Bicentenario 2010, Santiago Lorca (a la izquierda), junto al subjefe de Estado Mayor de la Armada argentina, vicealmirante Benito Rótolo.

A fines de enero se realizará la Regata Bicentenario 2010, travesía convocada por las armadas de Chile y Argentina en que participarán 13 países de Europa y América. El presidente del comité organizador, teniente (R) Santiago Lorca González, no ha podido concentrarse exclusivamente en esa labor.

Lorca, ingeniero electrónico y empresario, debió declarar ante la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Eliana Quezada, por una querella por torturas presentada por ex marinos que se opusieron al golpe de Estado de 1973. Sus antiguos compañeros de armas le imputan haberlos sacado la noche del 7 de agosto de 1973 desde el crucero Prat bajo el engaño de una “comisión de servicio” y entregarlos a un pelotón de infantes de marina en el Fuerte Borgoño en Talcahuano, donde fueron golpeados y torturados durante varios días. Fueron culpados de urdir un plan para apoderarse de los barcos de la escuadra con el fin de oponerse al golpe militar que se venía gestando al interior de la Marina.

El acusado reconoció ante la jueza haber sacado desde el Prat a “dos o tres marinos llevándolos al Fuerte Borgoño, misión que cumplí en dos o tres oportunidades esa misma noche”. Además, declaró que él tenía la tuición sobre esos marineros de especialidad electrónica en la nave, “porque yo era el jefe de la división de los marineros electrónicos”.

Uno de los ex marinos, Víctor López Zambrano, quien actualmente preside la Coordinadora del Personal Exonerado de la Armada, dijo a LND que “a mí el entonces teniente Santiago Lorca González me secuestró desde el crucero Prat, porque me sacó a las doce de la noche bajo el engaño de una comisión de servicio para supuestamente retirar unos equipos electrónicos. Pero eso era falso, porque me llevó al Fuerte Borgoño, donde fui brutalmente torturado. Él estaba presente mientras me interrogaban. El Prat se encontraba en Talcahuano desde hacía varios días (en agosto de 1973) para reparaciones”.

Lo mismo sucedió con los marinos de la misma especialidad Antonio Ruiz Uribe y Carlos García Herrera, a quienes Lorca también detuvo a bordo del Prat y los condujo al Borgoño.

Los tres ex marinos formaron luego parte del llamado proceso de la escuadra, acusados del intento de apoderarse de los buques para tratar de resistir el golpe de Estado, en un plan ideado, según la Armada, por los secretarios generales del MIR, Miguel Enríquez; del PS, Carlos Altamirano, y del MAPU, Óscar Guillermo Carretón, lo que finalmente se demostró que era falso.

La suerte procesal de Santiago Lorca es aún incierta, dado que la magistrada está todavía en la etapa investigativa de esta querella interpuesta por los ex marinos.

“Un personaje así no puede estar asumiendo esta representación a nivel internacional ni menos estar representando a Chile en este evento”, dijo Víctor López.

De acuerdo a la declaración procesal de Santiago Lorca, dada en calidad de inculpado y no como simple testigo el 14 de octubre pasado, él sólo habría entregado a los tres marinos “en la guardia del Fuerte Borgoño”, pero en otra parte de ella reconoce que estuvo presente en los interrogatorios, al menos de uno de ellos, sin mencionar de quién se trataba.

“Me hicieron pasar a una oficina donde había alrededor de siete personas, y al preguntarle a uno de ellos, que en esos momentos era interrogado por un comandante, me dijo que ellos pensaban tomarse los buques a la fuerza. Ellos se veían en buenas condiciones físicas, sin demostraciones de haber sido golpeados”, declaró Lorca a la jueza.

Sin embargo, Víctor López expresó que “eso es falso, porque yo y los otros ya habíamos sido duramente golpeados y torturados, y Lorca estaba ahí presente y vio el estado en que yo estaba en ese momento, en esa sala, donde además estaba el comandante Luis Köller, que era el segundo comandante del Fuerte Borgoño, quien me torturó”.

La versión de Lorca

LND conversó con Santiago Lorca, quien reconoció que “soy el presidente del comité organizador de la regata completa de Sudamérica y un almirante chileno en servicio activo (José Miguel Romero) preside el comité de la regata específicamente con Chile”, dijo.

Acerca de su declaración procesal ante la jueza Quezada y las acusaciones que le formulan en esta querella, Lorca manifestó “eso es algo que está en manos de los tribunales de justicia. Se trata de algo que pasó antes de septiembre de 1973 y esos marinos fueron juzgados y condenados. Hubo un proceso”.

Sobre los cargos que se le formulan de detener gente bajo engaño y entregarlos a la tortura, Lorca expresó que “cualquiera puede dar una opinión respecto de lo que realizo, sólo digo que eso está en manos de los tribunales. Si me imputan cargos, esos cargos deben ser resueltos por los tribunales”.

En sus descargos, Lorca dijo a LND que, si bien admite que detuvo a esos marinos a bordo del crucero Prat “eso lo hice porque me dieron una orden superior, no fue una decisión mía. Era solamente un teniente en 1973”.

Agregó que se siente frustrado porque alguien quiera opacar esta iniciativa de la regata internacional. “Son los mismos que armaron hace poco un cuento en el molo de abrigo en Valparaíso y por eso no se pudo hacer ese acto a bordo de la Esmeralda. La Esmeralda es un buque y no se puede descalificar un buque por lo que pudo ocurrir a bordo de él. Esto de la regata es algo muy lindo y no se le puede estar destruyendo con estas cosas”, sostiene.

Los marinos que lo acusan dicen conocer a Lorca muy bien, pues estuvieron con él en 1971 y 1972 en la escuela de electrónica de la Armada en Viña del Mar. “Él, como oficial, era el jefe de nuestro curso en cuanto al mando, por lo tanto es imposible que me confunda. Más aún: sabemos que él nos delató en 1973 porque nosotros nos oponíamos al golpe de Estado que se venía gestando abiertamente en la Marina. Él era uno de quienes lo apoyaban”, afirmó Víctor López. //LND

 

 

Lautaro Sazo Lizana

Después del Golpe, la Armada burló medidas oficiales tomadas bajo el gobierno de Allende. Por ejemplo, el capitán lautaro Sazo , llamado a retiro a causa de sus actividades golpistas en 1971, fue reintegrado a la Armada y a los servicios secretos.

Josge Magasich, Los que dijeron “No”, LOM, Tomo II, 407

Comandante del Crucero Latorre Carlos Fanta Núñez

Fecha: Mon, 5 May 2003 17:00:49 -0400
De: Instituto Cono Sur
Asunto: CHILE: ACLARACION SOBRE EL PAPEL DEL COMANDANTE DEL CRUCERO “LATORRE”

Agradecemos a Jorge Fanta la rectificación que nos envía y le pedimos
públicamente excusas por el error en la información que difundimos.
La memoria de hombres como el padre de Jorge Fanta, el Comandante
Carlos Fanta Núñez, merecen todo nuestro respeto. Germán F. Westphal,
<PCS>

From: Jorge Fanta

Les escribo para aclarar una información contenida en el resumen 937
de <politicaconosur>, en que se señalan comprendidos en una misma
situación a los violadores de los derechos humanos y a los que tenían
mando al momento del golpe militar de 1973. El origen de dicha
información confusa tuvo por fuente dos listados que publicó el
semanario El Siglo en su numero 8698 de enero de 2002, con títulos
diferenciados de los agentes de la DINA y por otra parte de quienes
eran miembros de las FFAA con mando al 11 de septiembre y que por
ello, en definitiva, son los que tienen o pueden tener conocimiento
de las circunstancias de los secuestros, tortura y muerte de los
detenidos desaparecidos. Con posterioridad, diversos sitios
electrónicos publicaron dichos listados sin hacer la diferenciación
que claramente contenía la publicación del El Siglo.

Figura en la información el nombre de Carlos Fanta Núñez, ya
fallecido, de quien soy hijo. Quisiera que contasen con esta
información para los fines que estimen pertinentes:

1. Mi padre fue efectivamente comandante del crucero Latorre al 11 de
septiembre de 1973.

2. Es un hecho público y reconocido por quienes lo conocieron que
jamás amparó y muy por el contrario condenó que se mantuviesen en
los institutos armados y al margen de la justicia a reconocidos
autores de delitos de lesa humanidad, junto a los cuales
lamentablenete ahora se ve unido por la publicación que genera esta
carta.

3. El comandante Carlos Fanta Nuñez fue llamado a retiro el 29 de
octubre de 1973, cuarenta y ocho dias después del golpe militar,
siendo su hogar vigilado y su correspondencia violada. No se
incorporó al cuerpo de almirantes y oficiales en retiro y se negó por
dos décadas a concurrir al buque escuela Esmeralda, respecto del
cual fue testigo de su utilización como centro de detención y
torturas, todo lo cual declaró en su oportunidad ante la comisión Rettig.

Comandante en Jefe de la Armada Rodolfo Codina

LaTercera/Reportajes
Oscar Guillermo Garretón

“Se cierra un capítulo muy largo e importante de mi vida”

En 1973 fue acusado de sedición por la Armada. Fue uno de los “10 más buscados” después del golpe. Salió al exilio y cuando volvió, en 1987, pasó seis meses en la cárcel de Valparaíso. Pero el pasado fin de semana el ex líder del Mapu y hoy empresario pudo reencontrarse con la Marina, en una emotiva travesía a bordo del buque Aquiles. Durante ella, el comandante en jefe, Rodolfo Codina, dijo que había cosas de las que en su institución “no podemos sentirnos orgullosos”.

Juan Pablo Sallaberry

Fecha edición: 09/04/2006 01:00

En el Aquiles. Al terminar su discurso, Oscar Guillermo Garretón fue abrazado por un emocionado almirante Codina.

¿Cómo fue el viaje en el buque Aquiles junto a las autoridades de la Armada?

Fue un gesto de mucha relevancia que la Marina me invitara a subirme a un barco de la Armada después de 35 años, porque la última vez que lo hice fue como subsecretario de Economía de Salvador Allende. Tenía para mí un significado muy profundo y así se lo dije al almirante Codina antes de zarpar. El viaje fue precioso. Además, el grupo era bien simpático: hubo canto, baile y muchas cosas, pero lo más emocionante para todos fue la cena final.

¿Allí el almirante hizo su discurso?

Sí. Uno de los oficiales me había advertido que el almirante iba a hacer alguna referencia que tenía que ver conmigo. Luego en su discurso hizo reflexiones sobre la reconciliación que son bien potentes. Y yo respondí.

Entiendo que se emocionó…

Sí, es verdad, me emocioné y cuando me iba a sentar salió el almirante Codina y nos saludamos con un abrazo, con un gesto de amistad muy fuerte y la verdad es que estaban emocionados todos. No es que yo no más me conmoví, había gente haciendo pucheros de distintos lados.

¿Qué significó para usted este viaje en su historia personal?

Es el cierre de un capítulo muy largo y que tuvo que ver con cosas muy importantes en mi vida. Entre otras cosas, con 14 años de exilio junto a mi familia, seis meses preso en Valparaíso, con haber aparecido en la lista de los 10 más buscados inmediatamente después del golpe. En el fondo, y lo dije allí, la Marina me ha marcado mucho. Incluso les dije, en tono de broma, pero broma en serio, que -como tenía prohibición de ejercer cargos públicos o postular a cargos de elección popular- la Marina algo tenía que ver en los inicios de mi vocación empresarial.

¿Y qué sentimientos ha tenido hacia la Armada durante estos años?

Soy nacido en Valparaíso y la Marina siempre había sido una cosa muy cercana. Pero hace muchos años que me había cansado de odiar cosas. Hace rato que yo siento que el país está bastante reconciliado en general, y para mí es motivo de satisfacción poder trabajar con gente que quizás después del golpe descorchó una botella de champaña. Creo que es un país reconciliado, pero siempre los gestos más emblemáticos tardan más y creo que este fue un gesto muy emblemático.

¿No se lo esperaba?

Me parecía que el solo hecho de invitarme era ya el gran gesto. Además, las palabras del almirante no eran sólo para mí. Yo creo que son una referencia más amplia a la visión que la Marina tiene sobre lo que ocurrió entonces y qué es lo que desea hoy día. El habló de amistad cívica, de espíritu republicano, de solidaridad, de cosas que son muy fuertes dichas por el comandante en jefe de la Armada.

¿Cree que el almirante Codina está iniciando, en su estilo, un camino similar a lo que siguió el general Cheyre en el Ejército?

No sé si está siguiendo el camino de Cheyre. Lo que sí es evidente es que el almirante no habló a título personal, sino a nombre de la institución y por lo tanto lo que él dijo allí, que es potente, interpreta una voluntad de la Marina. Diría más: la referencia que hace el almirante a esos momentos “de los cuales no podemos sentirnos orgullosos”, es una referencia más al pasado, porque una cosa es decir “nunca más”, “miremos para adelante de otra manera” y otra cosa es manifestar una opinión crítica frente a lo que ocurrió en el pasado.

¿Siente que la Armada aún tiene cuentas pendientes con usted?

Tengo la impresión de que las cuentas mías son pequeñas comparadas con otras, y creo que lo mejor que uno puede hacer es construir para adelante y no dedicarse a cobrar cuentas de ayer.

Por el contrario, en su intervención habló de las culpas compartidas, tanto de los vencedores como de los vencidos…

Independiente de que nosotros no asesinamos a nadie y que formamos parte del bando de los que fuimos asesinados, torturados, exiliados, etc; creo que en la situación política que se arribó el ’73 todos tenemos responsabilidad. Hay una responsabilidad compartida en haber llegado a un golpe. Todos cometimos errores. Todos formamos parte de un momento muy trágico del país y creo que simplemente anotar las culpas del otro bando ni es objetivo ni bueno.

¿Y por qué señaló que no era partidario de pedir perdón?

Lo que digo es que los católicos pasan pidiendo perdón para volver a pecar al día siguiente. Lo que importa es proponerse firmemente crear un país distinto y mejor que aquel al que arribamos el año 73.

¿Es efectivo que el almirante José Toribio Merino, el mismo que realizó la investigación por sedición en su contra, fue quien le permitió volver a Chile desde el exilio?

Lo que pasó es que mis padres son porteños y lo conocían a él y a su señora. Entonces se dio la paradoja de que el almirante Merino era el que me hizo las acusaciones y me perseguía, pero al mismo tiempo, el año 87, cuando mi padre estuvo en la UTI, él me autorizó a entrar por 15 días a Chile. Entonces, yo decidí quedarme en el país y me presenté voluntariamente al proceso y ahí me encarcelaron en la cárcel de Valparaíso.

¿Fueron sus meses más difíciles?

No, porque cuando volví a Chile no sufrí torturas como fue habitual en otros momentos. Era mi vuelta desde el exilio y estaba con una energía tremenda. Salía a hacer gimnasia todas las mañanas, me leí todo lo que encontré sobre economía de Chile y algunos autores clásicos como Camus, Tolkien y otros. Organizamos como seis campeonatos de baby fútbol con otros presos y hacía clases en la escuela del penal… La verdad es que tenía un nivel de actividad tremendo, así que nunca me sentí abandonado.

¿Y en qué quedó el proceso por sedición?

Cuando yo me presenté voluntariamente al proceso, muchos de mis amigos creían que estaba loco. Es cierto que estuve preso, pero cuando el año ’93 el proceso llegó a la Corte Suprema yo gané seis contra cero y se demostró que yo no había hecho sedición.

 

RODOLFO CODINA, COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA
“Lamento lo que les pasó”

 

En entrevista con LND habla de sus sueños, compromisos, desafíos, y dice estar decidido a reconciliar a la Marina con los que fueron sus víctimas después del golpe militar de 1973.

 

Jorge Escalante
La Nación

Con seguridad, desde el retorno de la democracia el almirante Rodolfo Codina es el comandante en jefe de la Armada en que más esperanzas hay depositadas para que logre restañar heridas del pasado reciente. Por eso, muchos fijan en él la mirada. La tragedia de 1973 lo sorprendió siendo un teniente de 24 años.

Finalizando su primer Mes del Mar, es claro que ha impuesto un sello personal a su gestión. Cercano a la gente, sencillo y convencido de que la Marina tiene que cumplir, además de la defensa, un fuerte rol social. Además, sabe que durante su mandato debe enfrentar el complejo proceso de reconciliar a las víctimas con la institución. Y en eso está, escuchando, equilibrando posiciones, explorando voluntades.

“La Armada de todos los chilenos reafirma ante sus héroes, sus autoridades y la ciudadanía el compromiso con la dignidad del hombre (…) con énfasis en el reencuentro y la unidad nacional”, fue parte de su discurso el pasado 21 de mayo.

El espacio donde lo entrevistamos tiene el aire y solemnidad de su rango. Pero, sobre todo, la presencia de LND en su oficina indica que los tiempos han cambiado.

–¿Cómo se siente hoy la Armada en relación a las otras fuerzas militares y a las autoridades políticas del Estado?

–En la medida en que transcurren los años, cada vez trabajamos más en conjunto con las otras ramas y el Ministerio de Defensa. En cuanto a las autoridades con las que me relaciono más directamente, como la ministra de Defensa, la subsecretaria de Marina y la Presidenta, tenemos una muy estrecha y fluida relación de colaboración. Por parte de ellas hay una comprensión de nuestras necesidades. Por ello nos alegramos.

–¿Bajo su mando ha habido un cambio en la relación de las autoridades del Estado con usted y la Armada?

–No tengo la experiencia de cómo era antes, no era comandante en jefe. Pero en mi caso noto una relación franca, siempre oportuna y de mucha participación.

–¿Dónde estaba usted para el 11 de septiembre de 1973 y qué grado tenía?

–A bordo del crucero “Prat”, era teniente segundo y tenía 24 años. Fui parte de la escuadra que siguió operando normalmente después de 1973, dedicándonos a lo nuestro.

–¿Cree que el golpe de Estado era evitable?

–Por mi cargo no es conveniente dar esa opinión, pero con el tiempo las opiniones son muy diversas y contrarias. Son hechos ocurridos hace 33 años que, con los años, la historia tendrá que juzgar en su debida dimensión y objetividad. Uno puede preguntarse si la Segunda Guerra Mundial era evitable. En ese caso, la historia juzgó y dio sus razones. Pero ojalá esta experiencia tan traumática para el país no ocurra nunca más, y las lecciones que se han extraído, en lo que nos compete a nosotros, las asumamos en forma permanente para evitar que vuelva a suceder.

–¿Piensa que el país estaba entonces demasiado dividido e ideologizado?

–El mundo era así. Muchas veces cuesta comprender a la juventud que ve las cosas en forma aislada, yo tengo siete hijos y estos temas los conversamos. El mundo estaba ideologizado, con dos bloques, el Este y el Oeste, la guerra fría… Eso, indudablemente, contribuyó a un clima muy confrontacional que no es el caso de hoy.

“FUERON ACCIONES AISLADAS”

–¿La Marina hoy es menos “militante”, por usar un término, en el apoyo a lo que fue el régimen militar? ¿Se ha hecho una evaluación crítica, separando lo que fueron las circunstancias políticas del país que dieron paso al golpe, de lo que sucedió después en materia de violaciones de los derechos humanos?

–Hemos hecho una evaluación crítica. Una de las grandes deudas que tiene el Gobierno militar con la sociedad son las violaciones de los derechos humanos. Tenemos que trabajar muchas lecciones y en ello estamos empeñados. Dentro de los objetivos que me he fijado como comandante en jefe, lo que más pretendo es contribuir a la reconciliación nacional.

–Se dice que la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana. La gesta de Prat llenó de honor a toda la Armada, pero los crímenes cometidos por oficiales y tropa durante la pasada dictadura son todavía evaluados, por la Armada y las otras ramas de la defensa, como actos individuales. ¿Cuándo en la Marina la responsabilidad de los actos es colectiva y cuándo individual?

–Los actos de gloria, como el de Prat, también son individuales, y llena de gloria a la institución a la que pertenecía. De la misma forma, los actos delictivos son individuales, pero afectan también a la institución a la que pertenecen los que los cometen. La institución no cometió el delito, sino la persona. Pero como la gran masa ciudadana apunta a la persona y también a la institución, nosotros, como institución, estamos empeñados en recuperar la confianza de todas las personas en el tema de los derechos humanos.

–¿Las violaciones de los derechos humanos son un peso que no quisiera llevar durante su mando, o lo toma como una de sus tareas importantes, en la que quisiera alcanzar un gran avance?

–Es una tarea importante de mi gestión. La he asumido como mi responsabilidad. Quiero que la Marina sea más cercana a la ciudadanía y que, especialmente, se acerque a aquellas personas alejadas de la institución porque sus parientes, amistades o ellas mismas fueron afectadas en sus derechos humanos por miembros de la institución.

–¿Los delitos cometidos durante el régimen militar ocurrieron porque miembros de las FFAA actuaron solos, arrancados de sus mandos, o cree que lo que sucedió obedeció a una represión institucionalizada que se gestó en cada institución armada y en el Estado?

–Voy a hablar de la Armada. Yo tenía 24 años en ese tiempo, era muy joven, pero tenía uso de razón. Puedo dar fe de que ni de parte de los mandos ni del mando en jefe hubo alguna orden para que eso fuera algo sistemático. Creo que fueron acciones aisladas de personas, o estructuras específicas, que se extralimitaron, y por eso están sometidas a la Justicia. Dentro de la Armada, afortunadamente, entre comillas, porque aunque fuera un solo hecho es lamentable, estos casos no son muchos. De hecho, casos con compromiso de detenidos desaparecidos o de otro tipo son pocos.

–Si fueron sólo actos individuales, ¿cómo se explica que hubo detenidos en tantos recintos navales?

–Es que para mí son dos cosas diferentes. Una es la detención de las personas y otra el trato que se les dio. Indudablemente, en la detención hubo disposiciones del mando acerca de dónde mantener a los detenidos, mientras se les investigaba: islas Dawson, Quiriquinas y otros cuarteles, como la Academia de Guerra Naval [de Valparaíso]. Pero otra cosa es el trato que se les dio, donde no había una orden para vulnerar sistemáticamente sus derechos humanos.

–Hubo lugares como la Academia de Guerra Naval y el Cuartel Silva Palma en Valparaíso, o la Base Naval de Talcahuano, donde se torturó a los prisioneros habiendo comandantes a cargo de esos lugares. ¿Cómo pudo ocurrir si esos actos no estaban amparados por la institución?

–Es que ahí también está la responsabilidad del mando. El mando que no se dio cuenta o que lo permitió. Hablo del mando directo, que también está involucrado. Pero no hubo una instrucción del mando superior para ello. También hay lugares donde los comandantes actuaron de buena forma.

–¿Como el comandante del buque “Lebu”?

–Claro, como el caso del capitán Santa Cruz. Hay relatos que dicen que él tuvo buen trato con los prisioneros.

–¿Por qué cree que la Armada tomó distancia de la DINA y retiró a su gente de ella?

–Esa fue la decisión del mando del momento, del almirante Merino. Creo que fue porque él dijo que, en la Armada, el único que debía actuar en política era él y el resto debía estar en lo profesional. Por eso, mucha gente que estaba en la DINA volvió a la institución.

–¿Esto sucedió porque el almirante Merino intuyó lo que podía pasar con la DINA, o simplemente se trató de una pelea de poder?

–No conozco los detalles. Estas podrían ser algunas de las razones. Pero tal vez la razón de más de peso fue que la Armada estaba muy comprometida en la seguridad externa del país. Veníamos saliendo de una situación de tensión con Perú en 1974, y dos años después se inició otra con Argentina. Por lo tanto, toda la gente de inteligencia que estaba en la DINA fue llamada a servir en la inteligencia de la Marina hacia el campo exterior.

“NO ME ESCONDEN NADA”

–Recientemente, la Armada entregó la bitácora de la “Esmeralda” de 1973 a la jueza que instruye la causa por el sacerdote Woodward y otras. ¿Tiene la Marina otro tipo de información que permita aclarar el destino de desaparecidos?

–Todo lo que la justicia ha pedido lo hemos entregado. Nóminas de personal de algún buque, como la “Esmeralda”. Y aún más. Lo que no se ha pedido y que he podido investigar y que podría contribuir a la Justicia, también se entregó, como la bitácora de la “Esmeralda”. Estoy seguro de que en la Armada no me esconden nada.

–¿Puede hoy la Armada investigar más por su cuenta para ver si es posible obtener información valiosa adicional?

–A veces se cree que hay una actitud negativa de la Marina para investigar, pero los que tienen mucha información son las personas, y aquellos que estuvieron involucrados están en retiro. Ante eso, sólo la justicia puede investigar, porque yo no tengo atribución sobre los retirados.

–¿Qué datos aporta la bitácora de la “Esmeralda”?

–No puedo dar datos del contenido porque está dentro del secreto del sumario judicial, pero creo que es un aporte relevante al proceso Woodward. Quiero decir que la bitácora me la pidió la hermana del padre Woodward. Le dije que la pidiera a través de la justicia. Como no se hacía, tomé la iniciativa y la entregué directamente a la jueza.

–¿Sabe alguien en la Armada dónde está sepultado Miguel Woodward en Valparaíso, para que su familia le dé sepultura?

–Desconozco si alguien sabe dónde está, pero sí sé que en eso participó la funeraria de la Armada de la época. Y los nombres de quienes la integraban, la Marina los entregó a la jueza. Espero que se pueda ubicar el lugar.

–¿Cuál fue el destino de Jaime Aldoney, que desapareció desde la Base Aérea de El Belloto?

–No lo puedo dar a conocer porque también está dentro del secreto de sumario del proceso. Pero el juicio ha avanzado bastante. Creo que en corto plazo terminará y se sabrá qué pasó con él.

–¿Se conoce cuál fue su destino final?

–Sí, y la justicia lo dará a conocer en breve tiempo.

–¿Le hará finalmente la Armada el funeral en el mar al ex edecán del Presidente Allende, capitán Arturo Araya, como fue su deseo en vida?

–Por supuesto, si lo pide la familia y una vez exhumado su cuerpo, le haremos un funeral en el mar. Yo y la institución guardamos un recuerdo muy grato del comandante Araya. Y por ello me interesa tomar contacto con sus hijos.

–¿Cuáles son los pasos que la institución dará bajo su mando para ayudar a restañar las heridas causadas?

–Creo que es importante hacer gestos hacia personas cuyos derechos humanos fueron vulnerados. Por ejemplo, en Punta Arenas entregué al intendente dos inmuebles que estaban en manos de la Armada. Uno fue antes propiedad de miembros del Partido Comunista, y otro –que se utilizó como sede de la DINA y la CNI– quedó para una organización de derechos humanos que lo solicitó. Hemos hecho también otros gestos con personas. Está la entrega de la bitácora de la “Esmeralda” y está pendiente el acto a bordo de nuestro buque escuela. En eso estamos trabajando. Hemos encontrado problemas de los dos lados. Pero la gran mayoría con quien he conversado está por una reconciliación.

–¿Se hará este acto de desagravio en la “Esmeralda”?

–El anterior comandante en jefe dijo al irse que le faltó hacer ese acto, que tuvo poco tiempo para ello desde el Informe Valech. He dicho que voy a trabajar para hacerlo. Es algo sensible y primero requiere de la voluntad de muchos, porque hacer un acto sólo por hacerlo no tiene ningún valor. Tengo fe en que lo lograremos. La “Esmeralda” llega en septiembre próximo y vuelve a irse en marzo de 2007; ojalá podamos hacerlo dentro de ese período.

–¿La Marina debe pedir perdón a quienes sufrieron a manos de miembros de la institución?

–El perdón es individual de quien siente que cometió un acto por el que debe pedirlo. Si pidiera perdón como Armada, puede ocurrir que la institución no se sienta interpretada. La mayoría de quienes estaban activos en esa época, hoy están en retiro. Por eso el perdón lo veo más como un acto individual. Sin embargo, digo que lamento que haya habido gente que tuvo estos problemas con la institución. Prefiero seguir trabajando directamente con aquellas personas que sienten que la Marina, o su personal, violó sus derechos humanos, a dar una conferencia de prensa y decir perdón.

–Pero es importante reconocer lo que ocurrió, al menos pedir disculpas.

–Eso lo he hecho con las personas con las que he conversado, y no sólo en privado. Les he dicho que lamento lo que les pasó, que ojalá nunca hubiera sucedido y que no ocurra nunca más.

–¿Y decirlo públicamente?

–Es que decirlo públicamente, algunos de un lado van a decir que no se sienten interpretados por esas palabras, y del otro lado me dirán, tal vez: ¿y usted por qué pide perdón por algo que yo no he hecho?

MARINA Y OPUS DEI

–¿Es hoy la Armada más abierta, menos conservadora en materias religiosas y espirituales?

–La Armada ha evolucionado tal como lo ha hecho la sociedad, manteniendo los principios y valores propios de la institución. Somos abiertos. En materia religiosa tenemos, por ejemplo, buenas relaciones con la Iglesia Evangélica y trabajamos con ellos. Creo que en la Marina debe haber un 20% de evangélicos, a pesar de que la mayoría son católicos. A veces se nos relaciona con el Opus Dei, pero si en la Marina hay alguien del Opus Dei es en la misma proporción que pueda existir en la sociedad chilena.

–¿Cómo se seguirá incorporando a la mujer en las distintas especialidades?

–La mujer existe en tareas administrativas desde hace tiempo. Pero el plan para incorporarla plenamente parte con el ingreso a la Escuela Naval el próximo año y el ingreso a la Escuela de Grumetes el 2009, para que egresen juntas. La mujer ingresará a las especialidades de cubierta e ingeniería, abastecimiento y litoral. Sólo dejamos aparte la Infantería de Marina. En los embarques, lo harán en buques auxiliares, porque hay más espacio para dependencias separadas, lo que no sucede en los buques de combate.

–¿De qué manera podría la Marina integrarse más a la sociedad civil?

–La Marina tiene un rol de defensa, pero sus capacidades también deben cumplir un rol social. Por ejemplo, tenemos con nuestros patrulleros una ronda médico-dental en Chiloé. En Isla de Pascua inauguramos una sala dental y de computación para el servicio de la comunidad rapa nui. La Armada puede hacer mucho ayudando a la población. Debemos abrirnos más hacia la juventud y las universidades.

–¿Cuál es hoy la mayor amenaza militar para Chile?

–Creo que no la hay en lo militar, pero hay algunas llamadas asimétricas, que no son de Estado. Entre ellas, el terrorismo y el tráfico de droga. Por eso estamos atentos. Tenemos una muy buena relación con las armadas de nuestros vecinos, incluyendo intercambio de oficiales y ejercicios conjuntos.

–¿Cuáles son sus sueños para irse satisfecho a retiro?

–Mis sueños son haber cumplido en muy buena forma los objetivos fijados y entregar una Marina mejor de la que recibí, con la colaboración de todo mi alto mando, oficiales y personal. Estos objetivos son: consolidar el proceso de renovación de unidades, lograr mayor cercanía con la ciudadanía a la que nos debemos, alcanzar un mejor trabajo coordinado con las otras instituciones de la defensa y las marinas vecinas y regionales del continente, y haber contribuido a la unidad de los chilenos, como lo han señalado y están empeñadas las autoridades del país. LND

Comandante en Jefe de la Armada Miguel Angel Vergara

 

Ex marino nombró a almirante Vergara en su testimonio ante la Comisión Valech
 
Fuente :La Segunda Internet

El nombre del comandante en jefe de la Armada, Miguel Angel Vergara, aparecería consignado en el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.

Santiago.- Aunque no pueden afirmar que el hoy comandante en jefe de la Armada supiera de las torturas, los exonerados de la Marina creen que podría haber preguntado por el destino de su subalterno, según informó Radio Cooperativa.

El nombre del comandante en jefe de la Armada, Miguel Angel Vergara, aparecería consignado en el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura. Según el testimonio de un miembro de la coordinadora de exonerados de la Marina, fue la actual máxima autoridad de esa rama quien lo entregó a sus torturadores en agosto de 1973.

La entidad que representa a quienes fueron destituidos de la Armada tras el golpe de Estado informó que la comisión encabezada por monseñor Sergio Valech incluyó el testimonio de Oscar Héctor Carvajal Gallardo, quien actualmente reside en Estocolmo, Suecia. En su declaración afirmó que el entonces jefe del departamento de electrónica del destructor “Cochrane”, el teniente primero Miguel Angel Vergara Villalobos, lo envió en comisión de servicio ante los efectivos que lo torturaron.

El presidente de la coordinadora, Víctor López, quien entregó a la prensa un escrito con el testimonio de Carvajal, dijo que no podría aseverar que el actual almirante supiera el destino que tendría Gallardo al enviarlo en comisión de servicio, aunque podría haberse preguntado por su destino.

“Yo no puede asegurar que él estaba en conocimiento de que cuando él lo mandó en comisión de servicio lo iban a torturar. No lo puedo aseverar. Pero si él tiene interés, puede preguntar: qué pasó con el marino que yo mandé en comisión de servicio”, señaló.

“Tiene elementos para conocer que efectivamente se torturó a sus subordinados en la instrucción. Y si no los tiene es muy fácil que pregunte qué pasó con mis marineros cuando yo lo mande en comisión de servicio en agosto de 1973”, agregar.

ARMADA DE CHILE               COMUNICADO DE PRENSA  

 COMANDANCIA EN JEFE

SERVICIO DE RELACIONES PUBLICAS

COMUNICADO DE PRENSA

En relación con la declaración enviada desde el exterior por el señor Oscar Carvajal Gallardo, ex miembro de la Armada, donde  reproduce lo señalado a la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, la Armada de Chile cumple con señalar lo siguiente:

1. De acuerdo a los registros institucionales, el actual Comandante en Jefe de la Armada se desempeñó en ese período como dotación del Destructor “Almirante Cochrane”, cumpliendo entre otras funciones la de Oficial de División del entonces Marinero 1º Oscar Carvajal Gallardo.

2. El 10 de Agosto de 1973, el ex Marinero Carvajal fue desembarcado del Buque para prestar declaraciones en una causa instruida por el Juzgado Naval, quedando posteriormente detenido y a disposición de ese Juzgado, cesando a partir de ese momento todo vínculo con el Destructor “Almirante Cochrane”.

3. Dado lo expuesto, tratar de involucrar al señor Comandante en Jefe de la Armada en temas relacionados con violaciones a los Derechos Humanos, corresponde a acusaciones apartadas de toda realidad.

Santiago, 25 de Noviembre de 2004.

      

Referencia:   Diario “Ultimas Noticias”

Fecha:           07.11.2002

Pagina:          13.

ALMIRANTE VERGARA PIDE APLICAR LEY DE AMNISTIA.

 Marianela Cisternas.

Valparaíso.

El comandante en Jefe de la Armada, Miguel Angel Vergara, hizo un llamado a los políticos,

Fuerzas Armadas y Poder Judicial, a alcanzar un “acuerdo político” para que terminen lo antes posible los procesos judiciales de violaciones de los derechos humanos.

El uniformado- que ayer asistió a la Comisión de DD HH de la Cámara de Diputados que investiga la rearticulación del Comando Conjunto- agregó que “ un camino de solución” también puede ser la aplicación de “la ley de amnistía en su sentido original”.

Agrego que se podía conseguir acelerar los procesos judiciales para que estos cesen lo antes posible, logrando un acuerdo político que contemple, por ejemplo- disponer de mayor numero de jueces especiales.

Busca una ley de punto final?

 No me gusta hablar de punto final porque no corresponde,  prefiere decir horizonte temporal, de modo que esto no se eternice año a año, llevamos 25 años y no se ve una solución.

Explicó que de los más de mil casos que aún están pendientes, el 94% de ellos se remonta a antes de 1978

“Por lo tanto es muy difícil recolectar información”, dijo.

El planteamiento de Vergara generó polémica en la Concertación.  Los Diputados Juan Pablo Letelier. Isabel Allende, Juan Bustos del P. Socialista, Antonio Leal del PPD y Sergio Ojeda de la DC rechazaron la eventual aplicación de una ley de amnistía, “Una ley de amnistía es renunciar a la justicia. Un acuerdo sobre esa base es absolutamente inviable”, dijo Letelier a lo Bustos agregó que eso es sinónimo de “renunciar a porciones de verdad, significa impunidad”.

En tanto  el Diputado Leal  anunció que ya esta en contacto con sus abogados para determinar si procede una acción judicial en contra de Vergara, pues estima que una ley de amnistía contradice los principios de los pactos internacionales suscritos por Chile.

Comandante en jefe de la Armada Jorge Arancibia Reyes

La Hora de Decir Adiós. El Juez Guzmán Debiera Cerrar el Proceso a Mi General Pinochet

El jefe de la Armada se retira en noviembre y ya empezó a despedirse. Y lo hace en su estilo: diciendo lo que piensa de temas que otros prefieren callar o toman con pinzas. Más que su proyecto “Tridente” le inquieta el tema pendiente de los derechos humanos, las reformas constitucionales concernientes a las FF.AA. y el juicio a Pinochet.
Por RAQUEL CORREA

LE apena alejarse de la Armada. En “mi Marina” – como él dice- ha pasado prácticamente toda su vida. Desde que tenía 15 años y casi vio frustrados sus sueños por medir unos centímetros menos que los reglamentarios. Quien se empeñó en que lo admitieran, a pesar de la estatura, no pudo imaginar que ese chiquillo llegaría no sólo al puesto más alto dentro de la Armada sino a convertirse, de hecho, en el líder de los Comandantes en Jefes en tiempos harto complicados. Inteligente, afable, culto, reflexivo y con don de mando sin gritos, Jorge Patricio Arancibia Reyes (61 años, casado con Mónica Salomón, tres hijos y tres nietos) se apresta al retiro en noviembre. Pero como si no quisiera ni pensar en eso, no se ha puesto a proyectar qué hará entonces.

– Cuando llegué a la comandancia en jefe, hace tres años y medio, pensaba que tenía que subir un cerro gigantesco. Ahora me doy vuelta y veo el cerro a mis espaldas. Es un sentimiento de pena y de pérdida. Entré a los 15 años; una vida entera he pasado con los buques, con mi gente, con mis oficiales. Seguiré formando parte de la familia naval, pero ahora desde la periferia. Me alejo de algo que quiero mucho….

– ¿Qué siente más: dejar los camaradas, el poder…?

– Sin ninguna duda, cambiar la relación que tengo con la gente con que trabajo. Lo más rico es la oportunidad de estar con, trabajar para y llevar adelante proyectos con un grupo de gente ¡fantástica!

– ¿Está consciente de que cuando su nombre vaya seguido de una (R) perderá todo poder?

– Desde luego, pero no miro el poder con la perspectivaegoísta. Cuando uno aplica el poder en llevar adelante proyectos, en realizar sueños, no por el poder per se, entonces vale. Tengo un montón de privilegios. Por ejemplo, podría tener horario libre, tengo vehículos para moverme, aviones para volar, lanchas para navegar, casas para vivir en Santiago y Valparaíso, un staff que se ocupa de que a donde llegue tenga los apoyos necesarios, sin embargo no tengo tiempo para darme ni siquiera cuenta de eso que tengo. Hay piscina en las casas de los Comandantes en Jefe – en Santiago y Valparaíso- ; no he nadado nunca, en ninguna de las dos. Lo que más voy a sentir, y no tenga ninguna duda, es no poder seguir trabajando como lo estoy haciendo, con mi gente, verlos todos los días…

Con padre y hermano general de Ejército, a él lo cautivó el mar. Su único hijo varón, José Antonio, es subteniente de Marina; el marido de su hija mayor, Lorena, es capitán de fragata; la menor, María Verónica, es arquitecta casada con arquitecto, y ese único yerno civil que tenía se recibirá en septiembre de… guardiamarina de reserva. Todo un ejemplo de lo que llaman la “familia militar”.

Con más de 14 años de navegación, este especialista en guerra submarina sólo tiene claro que a partir de noviembre vivirá en su parcela en Limache, conservando su departamento en Viña. Pero nadie que lo conozca bien podrá figurárselo llevando para siempre una vida bucólica.

– Si no se modifica la Constitución, ¿sería senador designado?

– Pero eso sería en cuatro años más, después del almirante Martínez. Cuando uno llega a estas alturas y ha demostrado vocación de servicio, si se siente con fuerza y creen que uno tiene capacidades, no me podría negar.

La sucesión

Convencido de que cuatro años es período suficiente para ejecer la comandancia en jefe, detalla:

– En el primer año uno aprende, en el segundo y tercero está en la plenitud de sus capacidades, llevando adelante proyectos en la forma más intensa; en el último, tengo que considerar que mis decisiones deben conllevar el respaldo de quienes pueden relevarme.

– ¿Ya está acordado con el Gobierno el nombre de su sucesor?

– Nooo.

– ¿Quién le gustaría que lo sucediera?

– Ahhh! Uno de los vicealmirantes que están en la quina. Excelentes profesionales, cada uno de ellos con una larga preparación.

– ¿Cuál está hoy en las condiciones en que estaba usted el 97?

– Dos. El almirante Andrés Swett, que es el director general del personal y mi segundo hombre en la línea de mando, y el vicealmirante Jorge Swett que es jefe del Estado Mayor y tercero en la línea de mando.

– ¿Habrá tiraje a la chimenea esta vez como cuando usted asumió? Entonces fueron a retiro tres almirantes …

– No quise entrar en un proceso de cambios continuos. Eso me hizo prescindir del muy buen servicio que me podían prestar tres queridos amigos: al año siguiente tenían que irse por imperio de la ley. Este año podría haberlo: si se llegara a elegir al quinto – el vicealmirante Waghorn- , se le daría un tiraje enorme porque él está recién ascendido a vicealmirante.

Y detalla:

– Tenemos dos almirantes antiguos: los primos Swett, luego vienen Arancibia y Vergara que son de dos años después. Luego vienen Waghorn y Marchant, que no está en la quina, y que son tres años después de los Swett. Entonces, si se nombrase de comandante en jefe a la segunda o tercera antigüedad podría contar con ellos por lo menos por dos años. Pero esa es una decisión del comandante que asuma.

– ¿No cree que a Arancibia Clavel lo perjudican los apellidos…?

– No debiera ser. A mí el apellido Arancibia no me ha perjudicado…

– Pero usted no es Arancibia Clavel…

– Los apellidos nos tienen que llenar de orgullo. Y estoy convencido de que el almirante Arancibia siente eso en lo profundo de su corazón y yo respeto ese sentimiento. Que circunstancias especiales – que tienen una connotación muy intensa de carácter político- hagan que un hermano suyo esté viviendo una situación delicada, es algo que debiéramos manejar con mucho cuidado.

– ¿Una situación de “carácter político” o delictual, almirante?

– Según mi punto de vista, eminentemente política.

El liderazgo de Arancibia

– Almirante, ¿por qué en este período usted ha sido el más explícito en temas contingentes de carácter político y judicial?

– Esa es una pregunta compleja… Es una evaluación que usted está haciendo de mí.

– Es cosa de escuchar y leer. ¿Ha sido una forma de asumir cierto liderazgo…?

– Yo no llevo ese ranking ni pretendo ocupar ningún espacio en ninguna estadística. He tratado de ser consecuente con mis convicciones, mi pensamiento, mis lealtades, con lo que yo creo que es lo mejor para mi país y con las responsabilidades que mi cargo conlleva. Ser Comandante en Jefe de la Armada, aparte de las responsabilidades administrativas y de conducción de la gente que eso significa, lo transforma a uno en una persona que tiene que operar al interior del sistema político nacional. Forma parte del Consejo de Seguridad, en el Consejo de Defensa Nacional, en el Consejo Superior de Seguridad, en el Consejo Superior de Relaciones Internacionales. Es un hombre público, con un accionar muy intenso. Y además de todas las obligaciones y reponsabilidades que tengo, me toca pronunciarme sobre distintos temas. La pesca, temas jurídicos, me acusan de cosas variadas. Recientemente alguien estaba retomando un tema por el que nosotros estamos llevando un proceso judicial perfectamente…

– ¿Se refiere al diputado Avila y sus denuncias sobre el supuesto cobro indebido de beneficios por parte de funcionarios de la Armada al acogerse a retiro?

– Sí. El diputado Avila sacó ahora, igual que el año pasado, un tema que él sabe que se está investigando. Y soy sensible ante el hecho de que el mensaje que empieza a transmitir sugiere que nuestras investigaciones apuntan a señalar que hay gente de mar involucrada y no oficiales. Y a mí, como Comandante en Jefe, se me hace inaceptable que se suponga que hacemos una diferenciación de ese tipo.

Y al Almirante no sólo se le cambia ese tono de voz amable que tiene. Hasta el rostro se le endurece.

– Si hay alguien que es responsable de algo en mi Marina – enfatiza- , independiente del grado, rango o puesto que tenga, asumirá sus responsabilidades y será sancionado. Mientras no sea demostrada su culpabilidad, son inocentes. Esa ha sido mi postura invariable. Así que alguien, sea quien fuese, se permita hacer una alusión a que las investigaciones nuestras apuntan a encontrar culpables en un sector subalterno de mi institución y no en oficiales… ¡esa es una maldad incalificable! Y además, peligrosa para la seguridad nacional.

“Mi general” Pinochet

– ¿Qué van a hacer ustedes si fichan a Pinochet?

– Yo espero que no lo fichen. Hay una serie de recursos que se están interponiendo. He estado con mi general Pinochet y me ha impresionado mucho su condición. Es una persona que ha sido muy trabajada, que tiene sus años y que ha sido muy golpeada incluso emocionalmente. Yo veo en mi general Pinochet – no sólo en lo físico, en lo que tiene una serie de limitaciones- una suerte de desgaste en su siquis, en sus capacidades.

– ¿Un deterioro de su salud mental como para no ser juzgado?

– Es una dificultad adicional para poder defenderse. Yo creo que sería absolutamente ¡inconveniente!, se apartaría de la lógica del debido proceso. Viéndolo usted se da cuenta que no está en condiciones de emplearse ciento por ciento en defenderse. ¿Para qué lo van a fichar?

– Forma parte del trámite procesal…

– Pero, ¿para qué? ¿Hay alguien que no conozca al general Pinochet? Si lo que pretenden es un acto en que va a salir publicado en todos los diarios del mundo, para hacerle un agravio más a un ex Presidente, a uno de los grandes ex Presidentes de la República y lo digo con énfasis, si va a ser para hacerle una agravio a una persona como él, a mí me dolería el alma que en este país nuestro fuésemos capaces de tamaña barbaridad.

– ¿Qué haría si lo fichan como a un delincuente?

– ¡Me indignaría!

– ¿Se indignaría aquí, en su casa?

– Tengo distintas maneras de indignarme… Pero me indignaría, ¡me dolería el alma! Sería un acto del cual no nos podemos sentir honrados.

– ¿No decían ustedes que respetaban los fallos judiciales?

– Estamos dispuestos a ¡todo! aquello que sea lógico, humano y natural. Pero usted me está llevando al extremo de si es fichado como un delincuente. Yo la quiero llevar a mi lógica humana que es someter a proceso a un hombre que no se puede defender, digan lo que digan los médicos. Eso es un hecho de la causa.

– ¿El juez Guzmán debiera cerrar el proceso?

– Yo pienso, y me van a decir que no soy experto siquiatra ni jurídico, pero soy un ser humano que está viendo su deterioro y su incapacidad de defenderse. Y una persona que no está en condiciones de defenderse – como estaría yo en este momento- , creo que sería un crimen llevarlo a completar un proceso que sería una charada.

– ¿Los abogados no están para defenderlo?

– Para eso están. Pero como yo lo veo, no está en condiciones de enfrentar un juicio. Y a cualquier chileno que se lo muestre, independiente de los odios profundos que algunos grupos pueden tener… Si yo estuve tres años detrás de él. Un hombre de una potencia, una capacidad y una voluntad ¡salvaje! Ahora estoy al lado de él igual y voy a morir al lado de él. Pero está desgastado y no está en condiciones de enfrentar un juicio justo.

– ¿Pediría clemencia?

– ¡No! Que se le aplique la norma lógica del debido proceso. Y que se sobresea. Y el país va a descansar. Puede que haya detractores de él, pero hasta en las últimas encuestas al menos la mitad del país reconoce lo que hizo el general Pinochet por Chile.

– ¿Usted piensa, almirante, que Pinochet no tuvo ninguna responsabilidad en los crímenes que se cometieron en su gobierno?

– Independiente de lo que él haya dicho o no, yo creo – y lo digo con absoluta certeza- que mi general Pinochet, Presidente de la República durante un período importante de nuestra historia es responsable político de lo que pasó en el país durante ese tiempo. Y él, en sus mensajes, lo ha transmitido – de una manera quizás no tan enfática- , pero está claramente establecido que siente lo que pasó y hace expresión de ese pensamiento. Mi general Pinochet es responsable político de lo que pasó, por omisión o acción. Yo no soy juez para determinarlo.

– ¿Quiere decir que tiene responsabilidad política, no judicial?

– Exactamente.

– ¿Y responsabilidad moral?

– Yo sería mucho más cauto en emplear esa expresión. Implica tener conciencia de algo y yo no estoy seguro de que él la haya tenido.

– ¿El no sabía lo que pasaba..?

– No digo que no sabía nada. Puede haber sabido muchas o pocas cosas, pero sabiendo o no, lo que haya hecho él lo hizo bajo la responsabilidad de una conducción de Estado. Y esa es la responsabilidad política que tiene que asumir. Haber tomado incluso malas resoluciones. Bajo el criterio del interés superior del Estado se puede ver forzado a actuar de una u otra manera. Por eso es responsabilidad política.

Mesa de diálogo

– Ud. que fue quien tuvo la idea que cuajó en la “Mesa de Diálogo”, a la luz de lo ocurrido ¿piensa que fue un fracaso?

– No, no. Soy el más ferviente adherente a la mesa de diálogo y sus resultados. Nació y tomó cuerpo como una necesidad de romper un diálogo de sordos. Había que dar una serie de respuestas y, desde el punto de vista militar, la más seria y profunda era asumir nuestra historia. Hasta el 70 hablábamos de toda nuestra historia y, del 73 hasta el 90, no, eso no se habla, porque la mitad del país está de un lado y la otra mitad del otro. Y el 90 el país partía fantástico, con una dinámica espectacular y con un desarrollo económico salvaje. Y la mesa de diálogo es el comienzo de abordar un tema que por doloroso que sea para unos y para otros, nos pone frente a nuestra historia y la asumimos, lo bueno y lo malo. Su primer objetivo fundamental era cómo resolver un problema social pendiente: que se produjo un enfrentamiento en que murieron tres mil y tantas personas y hay mil y tantos desaparecidos.. Por los muertos, lamentablemente, no podemos hacer nada. Pero hagamos lo posible por tratar de aproximarnos a la verdad de los mil y tantos desaparecidos.

– Pero el resultado cuantitativo fue pobre.

– ¡Lo que quiera!, pero fue lo que logramos recuperar como información después de 27 años de transcurridos los hechos. Me moriré diciendo que no tuve más información y habrá gente que no me creerá nunca, pero estoy tranquilo con mi conciencia y diré una y mil veces que busqué información y la que obtuve la entregué ¡entera! Una vez que se hace eso y se empiezan a resolver algunos casos…

– ¿Cuántos?

– Los pocos de la Cuesta Barriga; el que se encontró en el Fuerte Arteaga… Entonces se descalifica el informe porque dijo que había caído al mar y apareció en tierra. ¿Por qué no califican el acto del Ejército de buscar la información, haberla encontrado y haber puesto todos los medios a su disposición?

– Pero es que se dieron datos falsos, almirante.

– Esa era la información que recibimos; quiere decir que se nos transmitió una mentira. Pero no es una mentira de la Marina, del Ejército, ni de la Fuerza Aérea. El Ejército prestó helicópteros; apoyó a la jueza, con oficiales, con un enorme despliegue. Una persona que está mintiendo, que dice que fulano de tal cayó al mar,¿usted cree que ayuda como lo hicieron para que se llegara a encontrar ese cuerpo en tierra? ¡Es ilógico!

– ¿Hubo gente que “se cayó” al mar…?

– ¡Ah, no! Hubo gente que fue lanzada al mar.

– ¿Desde buques o aviones?

– No tengo ninguna información de que haya sido desde buques.

– ¿Los lanzaron vivos o muertos?

– No sé. Lo que yo supe es hora, fecha, lugar y destino.

– Cuando canta la Canción Nacional, ¿puede decir con paz en el corazón “Ese mar que tranquilo te baña”?

– ¡Uyy! Desde que me hice marino me di cuenta de que esa es una expresión romántica de un poeta que había visto el mar desde la cordillera. Este mar nuestro de tranquilo, ¡nada!

– A sabiendas de que compatriotas fueron lanzados al mar…

– Ahí hay cuerpos de compatriotas que han sido testigos de nuestra historia, mártires de nuestra historia y tenemos que respetarlos por eso.

– ¿Mártires dijo?

– Claro. Arturo Prat, por ejemplo.

– Estábamos hablando de desaparecidos lanzados al mar…

– Es que yo tengo a Prat en el alma…Todos los que están en ese ámbito, que yo quiero tanto, merecen nuestro más profundo respeto porque entregaron la vida por una causa que creyeron justa.

– ¿Se refiere a ellos como héroes y no como terroristas?

– ¡No, pues! Después de un enfrentamiento como el que tuvimos, con la intensidad que tuvo, hay algo que va más allá de una simple expresión de terrorismo. Hay una convicción profunda de las dos partes de que aquello por lo cual estaban luchando es lo justo y lo otro es el mal. Eso es lo que lleva a estos extremos. Estos muertos son héroes de esa causa.

– Ud. dijo que no habría información cuando la Corte determinó que para amnistiar se debía identificar a los autores.

– Sí. Lo que se llamaba “la doctrina Guzmán” decía que si aparecía el cuerpo se terminaba el secuestro y el proceso se podía sobreseer. Y esa doctrina, que era un tremendo incentivo para que la gente que supiera dónde estaban los cuerpos proveyera la información, de la noche a la mañana la Corte Suprema la eliminó. Y se dijo esto se investiga hasta el final. A partir de ese momento se nos cortó la información.

La no amnistía

– Refiriéndose a la amnistía, ha dicho que “la institucionalidad ha sido soslayada por una presión tremenda” y que se dieron “maña” para reinterpretar la ley. ¿Quiénes se dieron maña?

– La ley siempre permite la interpretación. La potestad interpretativa está en manos del juez. Pero percibimos que tiene intensidades, estilos o efectos distintos. De hecho, la amnistía se ha aplicado en distintas formas.

– Y Uds. quieren que se aplique en “su sentido original”.

– En su sentido tradicional. En justicia criminal la investigación tiene por objeto determinar el delito y sancionar. Si a priori sabe que no podrá sancionar porque existe amnistía, no debe hacer el esfuerzo que sólo malgasta tiempo. Una cantidad de gente piensa así; yo entre ellos.

– En suma, que se aplique la amnistía sin investigar.

– Sin duda. Tal como se hizo durante años.

– ¿Qué solución ve en definitiva? ¿Verdad, justicia o perdón?

– No creo que la verdad lleve a la reconciliación. Hay verdades que rompen las relaciones. Justicia, sí, en la medida de lo posible. Si se puede reparar mediante una justicia sana, ayuda al cuerpo social. Pero lo que cura las heridas es el perdón. Y eso lo regala uno.

– ¿Y el perdón institucional?

– Creo que no existe.

– El General Balza pidió perdón en Argentina…

– Y mire donde está mi amigo Balza… (sonríe).

– ¿Una Ley de Punto Final?

– No creo que sea la solución.

– ¿Y amnistiar a todos los uniformados hallados culpables?

– Que a aquellos que sean encontrados culpables se les dé el mismo trato que a los que se consideró culpables en el pasado. Extrañamiento, expulsión, una sanción de ese tipo. Porque han pagado una larga cuenta. Aquí se ve que los militares van a la cárcel y los otros son desterrados. Llegó el momento de la grandeza. A los terroristas en Perú se les reabre el proceso y está toda la Cancillería encima para traérselos; los ladrones en Brasil concitan una acción política gigantesca y a Arancibia Clavel en Argentina lo tienen botado y solo. Cuando hablo de justicia justa, es un sentimiento que duele el alma.

– En la Armada, respecto a los juicios contra militares ¿nunca le han dicho “hasta cuándo almirante”?

– No. Nunca. He recibido la expresión de sus inquietudes pero el hasta cuándo, nunca. Yo soy la expresión de la inquietud de mi institución y si no la expresara me merecería un ¡hasta cuándo!

DEFINICIONES

Juez Guzmán, ¿el Garzón chileno?:

– No. Le tengo mucho respeto al juez Guzmán. Garzón no me merece el más mínimo comentario. Tengo muy mala idea de él.

¿Que se dedique a eliminar a la ETA, como dijo el general Ríos?:

– No ha afrontado esa responsabilidad gigantesca que tiene en su casa y no ha resuelto los problemas que seguramente deben haber quedado después del período de Franco y que esté dedicado a ser el defensor del mundo es algo que no logro entender. Lo encuentro un personaje pintoresco que ha superado sus traumas internos para lanzarse en una cruzada internacional que le está dando muy buenos resultados.

General Brady:

– Lo conozco desde hace mucho tiempo y no me lo imagino responsable de las cosas en que lo involucran. No tienen ningún fundamento. El general Brady me merece todo el respeto del mundo y se lo mantendré mientras no me demuestren que es culpable. Pero no el juez Garzón.

¿A Contreras le tiene el mismo respeto?:

– … El hombre está convencido que hizo lo que tenía que hacer y producto de eso ha tenido que enfrentar su destino como lo está haciendo.

Justicia con clemencia:

– La clemencia no me gusta. Me gusta la justicia. Pero justicia justa, no cambiante.

“CAMBIOS CONSTITUCIONALES, SÍ, PERO MANTENIENDO LOS EQUILIBRIOS DE PODERES”

-¿QUE opina de la idea de restituir al Presidente la facultad de llamar a retiro a los Comandantes en Jefe?

– Sobre cualquier cosa que se emprenda o se logre, y que sea llevada por las vías que la misma institucionalidad ofrece, no tengo ninguna expresión. Pero con la misma intensidad creo que aquellos que estén llamados a analizar esta situación – que no son las FF.AA.- debieran ser particularmente sensibles al tema de los equilibrios que se producen en una sociedad. Si ese sistema de equilibrios está dado por un sistema determinado – Constitución del año 80 modificada el 89 o el que sea- , si ha demostrado a lo largo del tiempo que esos equilibrios son beneficiosos, está bien. Y si quieren modificarlos, yo les rogaría que sean particularmente cuidadosos en que se mantengan los equilibrios y no se tenga un súper poder y dos más débiles incapaces de contrarrestarlo.

– Usted dijo que se producían rotativas de Comandantes.

– Claro. Cuando esto existió en forma indiscriminada, hubo períodos en que un Presidente cambió hasta seis veces comandantes en Jefe. Si vamos a volver a eso, me parece absolutamente inconveniente para el país.

– En suma, ¿está contra de esa modificación constitucional?

– Que se hagan los cambios, pero manteniendo el equilibrio entre los Poderes. Podría haber un sistema en que, frente a una remoción y a requerimiento del Presidente, se pronunciara el Senado de la República.

– ¿Eso no es politizar a las FF.AA.?

– Si la designación pasara por el Congreso sería politizarla: le quitaríamos ese sentido técnico que nosotros tenemos. En la remoción, es tan potente el accionar de las FF.AA., tan definitorio, es tanto el poder que tiene – el monopolio de las armas- que es fundamental establecer un sistema en que este poder militar esté al servicio del país en una posición central, subordinado a la institucionaliad vigente, entre otras cosas a la figura del Presidente de la República. Subordinado, eso es fundamental.

– Pero – continúa- no una subordinación tal que en un momento determinado ese jefe, que representa a un sector de la sociedad, pueda emplear a estas FF.AA. contra el otro sector por cualquiera sea la coyuntura que se está viviendo. Entonces, la posición de un Comandante en Jefe es algo que la sociedad debiera preocuparse de que se mantuviera. Que pueda ser removido, pero con una consideración muy especial y con un gran respaldo de la sociedad misma, como sería una participación importante en ella del Senado. Eso es vital.

– En suma, ¿acepta o no que el Presidente los pueda remover?

– No le niego la capacidad para removerlos, pero que no sea un acto de voluntad sin una consideración social nacional, como sería el Senado.

– ¿Por qué no el Consejo de Seguridad Nacional?

– Que en el Consejo haya cuatro miembros de las FF.AA., lo hace un juicio inter pares… Pero no estoy proponiendo un sistema, sino diciendo que es fundamental que exista un mecanismo que garantice que las FF.AA. quedan al centro del espectro social y que no por la subordinación a un actor político transitorio pueda ser empleada contra el otro sector. Eso se garantiza si su remoción tiene una consideración política más amplia. Lo importante es que esa remoción no sea percibida como un peligro para la sociedad.

– ¿Aceptan dejar de ser los “garantes de la institucionalidad”?

– Hay muchas estructuras que son garantes de la institucionalidad, como el Tribunal Constitucional, por ejemplo. Que no esté explícitamente establecido como tal en la Constitución, ¿lo hace menos garante? Que las FF.AA. no lo estuvieran, ¿las haría menos garantes?

– El ministro de Defensa dijo que “hay una mención innecesaria en la Constitución sobre esa materia”.

– Es algo que a mí me tiene sin cuidado, pero creo que no varía la esencia del asunto que diga o no que es garante. Al ser garante tengo dos responsabilidades: someterme a la letra teniendo el patrimonio de la fuerza y garantizar que esa letra se cumpla.

– ¿Y está por modificar el Consejo de Seguridad?

– Lo he visto funcionar en las situaciones más variadas. Está bien así.

– ¿Que baste que dos miembros se pongan de acuerdo para citarlo, aún sin la voluntad del Jefe de Estado, le parece correcto?

– Ese es un elemento fundamental: esa capacidad permite tratar un tema que alguien pudiera querer soslayar. Es la esencia del Consejo.

– ¿No debiera ser sólo asesor?

– Creo que no. Es una institución que tiene la potestad de aconsejar.

– En cuanto a la integración, ¿le parece adecuado que haya un empate entre civiles y militares?

– No existe empate entre civiles y militares. En ocasiones las propuestas se han concretado en una ecuación que no es militares versus civiles, sino consejeros que están en una posición y otros en otra.

– ¿Que sigan votando?

– No necesariamente. Pero se debiera buscar alguna fórmula para que esa potestad de designar miembros del Tribunal Constitucional fuera asumida por un organismo que dé garantías a la sociedad. ¿A quién se la dan? Dejo planteada la pregunta. Y reitero: no es esencial que nosotros votemos, pero que se mantengan los equilibrios.

GASTOS EN DEFENSA

-ENTRE una bala y un pan, ¿qué prefiere?

– Ah, yo, el pan. No hay ninguna duda.

– Habiendo más de medio millón de chilenos cesante, ¿es ético gastar plata en “jugar a la guerra”?

– En los últimos 10 años el presupusto de las FF.AA. se ha reducido del 4 a 1,9%. Y hemos empleado tan bien los recursos, que con menos plata hemos logrado unas fuerzas que se están modernizando. Lo que me parece ético es diseñar un sistema en el cual, a través de un gasto que estoy haciendo en este momento, logre transformarlo en una energía vital que traerá empleo para estos chilenos cesantes e inversión extranjera para que el resto de los cesantes tengan trabajo.

– ¿Gracias al Proyecto “Tridente”?

– Eso es lo fantástico de “Tridente”. En un momento en que no fluyen capitales extranjeros hacia el país y nadie invierte nada, yo – con las mismas platas que tengo y gracias a la modernización que significaría para mí “Tridente”- voy a tener los recursos para dar trabajo y traer capital extranjero. Si eso es jugar a la guerra o prepararme para, lo encuentro con un impacto social que no sólo es ético sino indispensable.

– El presidente del Colegio Médico pidió que se reduzcan los gastos en defensa en un 20%.

– El doctor Accorsi suele hablar de temas que no domina. Yo, cuando veo los números en salud – de cómo han ido aumentando los recursos y eso no se traduce en mayor eficiencia- , pienso que eso es algo en que la sociedad debería pedir explicaciones. Yo le puedo garantizar que puedo rendir cuenta de las inversiones y gastos que ha hecho la Marina que, ojalá, sirviera de modelo.

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