En la Piel del Aire

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Presentación del libro En la Piel del Aire de Manuel Ramos en abril de 2017 en la Sociedad de escritores de Chile por parte de Víctor López Zambrano, entonces Presidente de la Agrupación de Marinos Antigolpistas (AMA)

Manuel Ramos

En la Piel del Aire

1

Seres engendrados

en lo infinito

 

antes de nacer habían amado

a sus piedras, bañado en sus ríos

mirado en sus lunas

 

bebían gota a gota

la caricia azul

que nos cubre

 

sentían el suspiro

la placidez desnuda

la sed de las montañas o el desierto

 

entendían el idioma del silencio

la batalla de las piedras contra el viento

la luz de un sol inextinguible

 

vagabundos de los canales

nómadas de mares

fragancia de la seca piel

de las caracolas

 

marineros curtidos en pasión y salitre

navegando hacia el futuro

en el océano del cosmos

 

caen los hijos de la lluvia

y quiebran el cuerpo de la luna

y reparten esos trozos de mudos espejos

 

nacidos en el valle de verde encanto

sienten el aroma del jardín de agua

esparcen sus caricias a los rostros

agrietados por el tiempo

 

brindan en copas de greda

en el profundo silencio de las piedras

y la raíz frondosa del árbol

 

seres en cuya sangre

circula el humus de la tierra

donde conocieron los colores

 

2

Os invito a visitar mi abismo:

¡Venid!, ¡mirad!, existen seres

que temen contemplar su alma

en la profundidad del espejo

 

desean el silencio henchido

de la noche

huir, perderse poco a poco

con su ausencia

huérfanos de sus palabras

prisioneros en extrañas latitudes

idealistas de sombras y olvido

 

seres escondidos

en desmesurados antifaces

escribiendo secretos

en el vientre de las piedras

 

Os invito

a visitar mi abismo

a tejer en paz

 

3

quienes buscan en otros

lo puro, la divina esencia

componen el silencio

con la armonía de los sueños

 

como los atados a las cadenas comprenden

la añoranza de los pájaros

por huir de su encierro

la gris agonía de la vida

entre rejas

 

hay seres que solo son

su pensamiento

se deslizan como la lluvia

que todo lo cubre,

como el mar

que todo lo lleva

 

deshojan tiempo

apuran distancias

a la vida.

 

Seres que se retratan

a cada instante

en el agua quieta del espejo,

en la esfera apacible de la noche

 

se acarician  tranquilos

absorben placeres

hasta el fondo de los huesos

 

seres enamorados

de pasiones incendiarias

buscando en los ardores del astro

retazos de sombra

o en el abismo glacial

un potente rayo de sol

 

pena da ver a los  atormentados

por el éxito ajeno

a quienes envidian  lo hermoso de un paisaje

o hasta su propia sombra

 

4

seres apesadumbrados

de páginas ocultas

peregrinos solitarios, silenciosos

lejanos

 

añoran quimeras

y lloran tristes sus miserias

 

pero quienes despiertan

ilusiones  dormidas,

liberan pensamientos

 

y  desean beber el agua

de tus ojos

deshojar tus besos

acariciar tu sombra

morir en tus noches

 

¿escucháis los nítidos latidos,

resonantes latidos

que nos acunan tiernamente

con maternales pechos?

 

madres que siempre esperan

con los brazos abiertos

y caricia en los labios

con el corazón en alguna de sus manos

 

si dibujan peces en el cielo

miel en la piel, pan de corazones

besos en vuelo

 

5

seres soñadores

se atreven a surcar abismos

a besar el alma de la tierra

 

vencen tempestades

y logran habitar en campos luminosos

 

este abismo también pertenece

a los seres subyugados

de la oferta y la demanda

codiciosos de vasijas

y cubiles de serpientes

 

ávidos de tesoros

mercaderes de fortunas

sin juicio ni razón

 

hieren e infectan la madre tierra, pacha mama

engordando el tributo del erario

 

sus soldados iracundos a los sueños

disparan sin piedad

ráfagas de fuego

 

belicosos insensatos

erigiendo con orgullo

la amarga historia

de banderas y trincheras

en la sinrazón de su carne de roca

 

aún invaden el territorio virgen

y asesinan a mansalva

a la América Morena

 

mientras seres resignados

víctimas y cómplices

de aquellos que truncan la tierra

en un despojo

 

seres que preguntan al vasto cielo

sobre lo inmortal de la  pesadumbre

e indagan ansiosos el secreto de la muerte

en dimensiones desconocidas,

muerte que yace palpitante

en el corazón de la existencia

 

he aquí los involucrados en la guerra

en su crímen

sin castigo

 

yacen inmóviles, inconscientes

dormidos como ángeles sin culpa

 

6

hay seres desvanecidos

en el aflicción

por la violenta ausencia de paz

 

piensan que vendrán dioses

a abrir crisálidas en las estaciones

olvidadas

 

estremece ver a quienes acarician

la solidaridad

con las claras y flamígeras

tres letras del astro rey

 

sin alcanzar a iluminar

los recónditos lugares

del alma humana

Ego

 

solidaridad vestida en papel celofan

dada a seres descalzos

de ojos acuosos, torsos desnudos

y mocos traviesos

 

y con discursos y promesas

muere la solidaridad

en medio de miradas cómplices

y sonrisas grotescas

 

7

existen seres transparentes

de pupilas encendidas;

desean destruir armas

construir puentes

unir tierras con tierras

 

levantar el mar hasta el cielo

y bajar cielo azul al mar oscuro

como una bandera de dos elementos

 

seres de ansias grandes

más allá de todo cansancio

de esperanzas,

seres sin temor ni temblor

 

seres de alma

manos de árboles,

tejedoras incansables de charangos y palabras

liberando coplas encendidas

de compás y tiempo

 

cántaros de arcilla

y memorias humedecidas

en el hálito entrañable de la tierra

 

esparcen sentimientos

a los puntos cardinales

encienden llamas apagadas

y siembran pan en cada árbol

 

8

aquí hay seres

habitando los cuatro vientos

ajenos a los sonidos

 

ausentes del paisaje

de la aurora, del crepúsculo

 

seres que no dejan huellas digitales

que se niegan a ser eslabones

de existencias ajenas

 

inconscientes,

que no entienden a los niños,

a los ríos, a los árboles y frutos

 

9

los hombres son libros

que caminan por las calles

libros abiertos o cerrados

libros con páginas ocultas o reveladas

libros olvidados o releídos

 

libros con muchas páginas en blanco

 

abrid aquellos libros

donde estén los mejores sueños,

los dolores forjados

en fuego y esperanza

 

libros que tejan la paz

en la piel del aire.

 

 

Manuel Ramos

DIE HAUT DER LUFT

 

(Übersetzung: Wolfgang Ratz)

 

1

Menschen

gezeugt

im Unermesslichen

 

Vor der Geburt hatten sie

die Kiesel geliebt, in Flüssen gebadet

sich in den Monden betrachtet

 

Tropfen um Tropfen

tranken sie

die blaue Zärtlichkeit

die uns bedeckt

 

Sie fühlten den Hauch

die nackte Sanftheit

den Durst der Berge oder der Wüste

 

Sie verstanden die Sprache der Stille

den Kampf der Steine gegen den Wind

das Licht einer unauslöschlichen Sonne

 

Vagabunden der Wasserstraßen

Nomaden der See

Geruch trockener Schneckenhaut

 

Matrosen von Leidenschaft und

Salpeter gegerbt, fahren der Zukunft entgegen

durch den kosmischen Ozean

 

die Kinder des Regens fallen

brechen die Mondgestalt

verstreuen die stummen Spiegelscherben

 

geboren im grünen Zauber des Tals

atmen andere den Duft des Wassergartens

benetzen von den Jahren gekerbte Gesichter

mit Küssen

 

trinken aus tönernen Schalen

in der tiefen Stille der Steine

der üppigen Wurzel des Baums

 

Menschen in deren Blut

der Humus der Erde kreist

die ihnen die Farben lehrte

 

2

Ich lade euch ein meinen Abgrund zu besuchen:

Kommt! Seht! Menschen gibt’s

die fürchten ihre Seele

im Grund ihres Spiegels zu betrachten

 

sie suchen die schwellende Stille

der Nacht

fliehen, verlieren sich nach und nach

in ihrer Abwesenheit

Waisen der Worte

Gefangene seltener Breiten

Träumer der Schatten und des Vergessens

 

Menschen hinter riesigen

Masken versteckt

schreiben Geheimnisse

auf den Leib der Steine

 

Ich lade euch ein

meinen Abgrund zu besuchen

am Frieden zu weben

 

3

Manche suchen in anderen

die reinste göttliche Essenz

erschaffen die Stille

aus dem Wohlklang der Träume

 

Nur die Eingekerkerten verstehen

die Sehnsucht der Vögel

aus ihrem Gefängnis zu fliehen

das graue Sterben des

vergitterten Lebens

 

 

Und dann jene

die nur ihr eigenes Denken sind

Sie fließen wie Regen

der alles verhüllt

wie das Meer

das alles fortreißt

 

Sie entblättern

die Zeit

rauben dem Leben

die Erstreckung

 

Und manche bilden sich

Mal um Mal

im ruhigen Wasser des Spiegels ab

in der sanften Kugel der Nacht

sie liebkosen sich heiter

saugen Lust

bis ins Mark ihrer Knochen

 

Menschen verliebt

in verzehrende Leidenschaft

im Brand der Sonne

suchen sie Schattenflecken

und in eisiger Kluft

einen mächtigen Sonnenstrahl

 

Bedrückend zu sehen

wer leidet an fremdem Erfolg

wer sogar der Landschaft die Schönheit missgönnt

noch den eigenen Schatten beneidet

 

4

Menschen zu Boden gedrückt

mit verborgenen Seiten

einsame Pilger, schweigsam

ferne

 

Trugbildern gilt ihre Klage

sie beweinen freudlos die Not

 

Doch andere

wecken schlafende Träume

befreien das Denken

Sie möchten das Wasser

deiner Augen trinken

deine Küsse pflücken

deinen Schatten streicheln

in deinen Nächten sterben

 

Und hört ihr die klaren Schläge?

den schlagenden Hall

Süß wiegt er uns in den Schlaf

an freundlichen Brüsten

 

Mütter warten immer

mit offenen Armen

Liebe auf den Lippen

das Herz in den Händen

 

Sie malen Fische ins Firmament

Honig auf die Haut, ein Herzbrot

einen Schwarm von Küssen

 

5

Träumer gibt es

die wagen in endlose Räume

hinabzusteigen

und die Seele der Erde zu küssen

 

Sie bezwingen Gewitter

und wohnen in leuchtenden Gefilden

 

Doch dieser Abgrund

gehört auch den Geschöpfen

von Nachfrage und Angebot

Sie gieren nach Schlangenkrügen

und Natternhöhlen

 

lechzend nach Schätzen

und Besitz, Krämer

ohne Sinn und Geist

 

Sie verwunden und verseuchen

Mutter Erde, pacha mama

um den Staat zu mästen

 

Ihre rasenden Soldaten feuern

gnadenlose Salven auf die Träume

wahnsinnige Krieger

schreiben stolz

die bittere Geschichte

von Fahnen und Schützengräben

im Unverstand ihres steinernen Fleisches

 

Immer noch entweihen sie jungfräuliche Territorien

morden heimtückisch

das dunkle Amerika

 

Andere kapitulieren

Opfer und Komplizen zugleich

jener denen die Erde

nur Beute ist

 

Die weiten Himmel befragen sie

nach der unsterblichen Wehmut

 

Eifrig erforschen sie das Geheimnis des Todes

in verborgenen Tiefen

da der Tod doch

im Herzen des Lebens schlägt

 

Die Herren der Kriege

in ihrer Schuld

ohne Sühne

ruhen jedoch ungerührt, unbewusst

schlafen wie schuldlose Engel

 

6

Andere von

ungestilltem Friedensdurst verwirrt

hoffen auf Götter

die in vergessenen Jahreszeiten

Schmetterlinge schlüpfen lassen

 

Wie erschüttern mich jene, die Brüderlichkeit

im Munde führen

Der warme Schein des Wortes

erleuchtet nicht

die heimlichsten Winkel

der Seele

wo das Ich gedeiht

 

Solidarität in Zellophan gewickelt

verteilt, an barfüßige Wesen

mit nassen Augen, nackten Körpern

aufmüpfigen Rotznasen

 

An Reden und Versprechen

stirbt die Brüderlichkeit

an einem mitwisserischem Blick

einem grotesken Grinsen

 

7

Doch gibt es offene Wesen

mit leuchtenden Pupillen

Sie vernichten Waffen

und bauen Brücken

die Länder mit Ländern vereinen

 

Sie heben das Meer zum Himmel

und ziehen den Azur in die dunkle See

als Banner zweier Elemente

 

Menschen deren Sehnsucht größer ist

als jede Erschöpfung

hoffnungsvolle Wesen

ohne Furcht und Beben

 

Menschenseelen

Baumhände

unermüdliche Weber von Charangos und Worten

Sie befreien Gesänge

im brennenden Puls der Zeit

 

Krüge aus Ton

und benetzter Erinnerung

im zärtlichen Atem

der Erde

 

Ihr Gefühl strömt

in alle Himmelsrichtungen

Sie entzünden erloschene Flammen

und säen Brot in jeden Baum

 

8

und jene Wesen

in den vier Winden daheim

denen jeder Klang so fremd

 

die in der Landschaft fehlen

im Morgenrot, in der Dämmerung

 

die keine Spur hinterlassen

die sich weigern

Glieder fremder Existenz zu sein

 

Ihre Unbewusstheit

erfasst nicht die Kinder,

die Flüsse, die Bäume und Früchte

 

9

Die Menschen sind Bücher

auf den Straßen des Lebens

 

Offene oder geschlossene Bücher

Bücher mit vergessenen oder offenbarten Seiten

vergessene oder wiedergelesene Bücher

Bücher mit vielen leeren Seiten

 

Schlagt jene Bücher auf

wo ihr die besten Träume findet

die Leiden, geschmiedet

in Feuer und Hoffnung

 

Bücher, die den Frieden weben

auf der Haut der Luft.

Jaque al Amor

 

Historias transparentes

 

A modo de presentación

Este nuevo libro de Manuel Ramos Martínez, compatriota avecindado en Austria hace unos 40 años luego del Golpe Militar en Chile, es, además de un prolífero poeta, un gran contador de historias que goza de una característica singular; y es que sus textos poseen gran sabiduría entre líneas, que nos recuerdan, de alguna manera, a las antiguas fábulas griegas.

En Jaque al amor nos presenta el autor ocho narraciones breves y un poema que se encuentra al final de este libro donde plasma a la humanidad con certeros versos; escritos que, como ya nos tiene él acostumbrados, se desarrollan de manera transparente, clara y sin mayores pretensiones. Las historias que desarrolla son creíbles y, tal vez, algunas de ellas autobiográficas, que conmueven no sólo por su simpleza, sino también, y tal como señalé más arriba, por lo que en realidad nos desean comunicar; ese trasfondo humano lleno de sentido y de sentimientos que, sin duda, nos acercan a Manuel y a su corazón. Son textos que de alguna manera logran ponernos frente a un espejo para revisar el reflejo de aquello que mostramos u ocultamos.

El tema de la discriminación está desarrollado en varios de los cuentos; y cabe destacar frente a esto, que el autor no refleja en sus palabras ni resentimiento, ni odio o alguna aflicción que denote recelo; no se detiene en el hecho sino que avanza, deja atrás el dolor y lo supera continuando por el camino del amor a la vida. Están, también, temáticas como la ecología, el racismo, el ego, la perseverancia, la amistad y, obviamente, el amor. Espero que disfruten.

 

Jaque al amor

Después de largos meses de navegación, Roberto volvió a recorrer las empinadas y pintorescas calles del puerto de Valparaíso. Sus cerros lo invitaban a ese hechizo de vivir suspendido entre el cielo y el mar. Como era tímido no se atrevió a entablar ninguna conversación, de manera que transitó lento y solitario por callejas y senderos evitando acercamiento alguno. Cuando niño -recordó- al menos tenía a su fantasma imaginario para conversar; pero ahora sería absurdo volver a revivirlo. Ya tenía más de 30 años.

Contempló, sin embargo, animoso, el paisaje. El mar se metía entre los cerros y las esquinas daban a la ciudad un aliento vital y hermoso. Pese a la pobreza que se advertía a través de las casas que se cuelgan como lámparas de las laderas, Roberto pensaba que eran hermosas y mantenía la esperanza de ese mundo más justo del que hablaban algunos.

Cuando el sol comenzó su habitual hundimiento en el horizonte, la ciudad alegró el atardecer con el nacimiento de sus luces, fue el minuto elegido para iniciar el descenso de esas faldas repletas de escondrijos y escalinatas. Éstas eran las horas en que despertaban los burdeles que se llenaban de marineros borrachos y mujeres marchitas. No estaba seguro si esta vez iría a algún antro de esos. Se sentía más solo que nunca y, por lo mismo, con demasiado desgano.

 

Necesitaba beber y comer algo así que ingresó al restaurante que le pareció más hogareño, a ver si el ambiente lograba entrar en su apenado espíritu. Su luz era tenue pero alegre; saludó con cortesía y una joven dama se le acercó con lo que a él le parecieron dulces palabras: ¡Buenas tardes!, ¿qué se sirve, joven?

Eran la primera sonrisa y palabras amables que escuchaba después de la larga navegación; de manera que se sintió muy estimulado. Le pidió una copa de vino, y, venciendo su timidez, agregó: ¡gracias por brindarme tan dulce voz, señorita! Ella sonrió alagada y se alejó. De inmediato se dispuso a observar a las demás personas de su entorno percatándose que a muy pocos metros se encontraban un señor de edad indefinible que miraba profundamente concentrado un tablero de ajedrez, y frente a él, su adversaria, una mujer de unos ojos negros maravillosos que observaban a su oponente con gran ternura. -Debe ser su hija- pensó.

Recordó de inmediato que antes de arribar al puerto, el oficial de guardia lo había invitado a jugar un partido de ajedrez, lo que le sorprendió bastante ya que jamás un oficial compartía con un marinero, ni menos, jugaba un partido de ajedrez. Al minuto de iniciado el juego se percató de que lo único que su superior quería, era sonsacarle sus ideas sobre las nuevas medidas del gobierno del presidente Salvador Allende y, particularmente, acerca de la escuela nacional unificada. Fue prepotente; Roberto se sintió observado con detención y desprecio.

– ¡A mí me parece excelente, mi capitán! -Le exclamó con toda franqueza y argumentó con transparencia sus ideas al respecto- La escuela nacional unificada es un gran proyecto, un gran acierto, pues todos los seres humanos, sin diferencia alguna, debieran tener la misma posibilidad de estudiar donde lo deseen. No deben ser las condiciones económicas las que determinen estos derechos; todos debemos poseer acceso a la salud y a la educación por igual. Los derechos deben empezar antes del nacimiento de una criatura.

– ¡Sus ideas son marxistas marinero, seguro que usted es militante comunista! -Gritó furioso el capitán.

– No, no soy comunista mi capitán; si de algo soy militante, es de la vida, y estoy completamente seguro de que esa escuela es una medida justa, creo que este país y todos los países debieran dejar de ser clasistas.

Naturalmente, esta respuesta desconcertó al oficial. La conversación no continuó y un silencio de muertos reinó en el instante. El capitán le ganó dos veces consecutivas, y en el tercer partido, recién iniciado, se puso de pie y echando chispas de enojo lanzó el rey sobre el tablero y le dijo indignado: ¡cómo va poder estudiar usted en la escuela de oficiales, si con suerte, puede jugar al ludo!

Roberto se llevó las manos a su rostro desechando definitivamente la idea de continuar ocupando su cerebro en recordar un hecho tan desagradable. De soslayo, mientras bebía de a sorbos el vino, comenzó a revisar cada una de las jugadas de sus vecinos llenándose poquito a poco de un entusiasmo que fue creciendo a tal punto que, cuando la bella señorita tomó la torre para moverla, cometió el grave error de decirle en voz alta: ¡No, esa pieza no, señorita, juegue con el alfil!

Ambos contrincantes se volvieron hacia él mirándolo con reproche. El hombre le dijo alterado -¡su jugada es perfecta, pero jamás debe hacer esto en una partida de ajedrez!

Apartó lleno de vergüenza sus ojos del tablero, les pidió disculpas por su falta y de inmediato llamó a la camarera para solicitar la cuenta. Quería huir y esconderse en la oscuridad de la noche; pero en ese preciso instante el hombre se puso de pie diciéndole amablemente -por favor no se vaya, lo invito a jugar conmigo.

Sorprendido y exigido por la falta cometida, aceptó con gusto la cordial invitación.

Jugaron un partido, y a pesar de ser el perdedor, sintió alegría pues había logrado mantener bastante tiempo el juego; más aún cuando se enteró de que el hombre con el cual estaba compartiendo, era el famoso maestro Letelier. Finalizado el encuentro, el hombre le dijo -usted tiene mucho talento; sí, mucho- insistió mientras le estrechaba su mano. Seguido de ello le presentó a su acompañante, quien, efectivamente, era su hija.

-Sabe usted- prosiguió el maestro- mañana sábado se inicia el campeonato local de ajedrez en el “Club Reina Negra”, que es el que yo presido, me gustaría que asistiera; jóvenes como usted debieran ganar experiencia-. Dicho esto, estiró su mano y le entregó su tarjeta de presentación y una invitación.

– Muchas gracias, señor, disculpe una vez más mi error, es que estaba tan inspirado y la señorita jugaba tan bien, que me pareció injusto que perdiera esa jugada -le repitió con honestidad sus disculpas.

– No se disculpe tanto, joven, ¿cómo se llama usted?

– Roberto.

-Ya todo ha pasado Roberto, son situaciones que hay que reflexionar para que se conviertan en experiencias- le contestó, comprensivo.

-Gracias por el consejo, maestro- y mirando los bellos ojos negros de la chica, dijo, despidiéndose- ¡Ha sido un gran placer conocerlos, hasta mañana!

Durante todo el camino hacia la bahía no dejó de acompañarle en ningún instante la hermosa imagen de Miriam, así se llamaba la joven; sus ojos de mirada profunda, su delicada voz y el elogio inesperado de, nada más ni nada menos, que del maestro Letelier. De manera que estaba seguro que la jornada del día que se venía, sería memorable.

Con unas ansias de enamorado por primera vez, caminó la tarde siguiente rumbo al “Club Reina Negra”, pero al ingreso a éste, su sorpresa fue mayúscula pues con la primera persona que se encontró fue el capitán del buque, quien al verlo no pudo ocultar su malestar y se lo manifestó plenamente en su terrible mirada haciéndolo sentir extraño, ajeno, muy lejano. Sus ojos escrutadores eran en extremo desagradables, tanto, que no los podía soportar. Felizmente en ese preciso instante entraba el maestro Letelier acompañado de su hija; ambos lo saludaron afectuosamente, seguido de lo cual, el hombre, diri giéndose al oficial, dijo: hola capitán Vivar, este joven se llama Roberto y tiene mucho talento.

Luego de esta escena algo incómoda para el marinero, Miriam se acercó al capitán y lo besó tiernamente en su mejilla. Roberto sintió una desilusión inexplicable, pues, a pesar de que nada más había cruzado con ella algunas palabras el día anterior, y visto tan sólo por un instante sus bellos ojos negros, sintió un tormento de celos inconcebibles. Me ha ganado tres partidas de ajedrez, me ha humillado y ahora me arrebata a mi bella desconocida -pensó frustrado, mientras intentaba reponerse de la sonrisa burlona que le dirigió el oficial mientras le ofrecía el brazo a la bella joven-.

-¡Veremos!- escuchó en tono burlón al capitán, quien al tiempo que se acariciaba airoso de vanidad sus bigotillos cuidadosamente recortados, lo invitó a jugar.

Roberto se sentó observando cómo se inclinaba sobre ella y depositaba un beso en sus lozanas mejillas, como dando con ello, iniciado el partido; y, desde ese instante no existió otro pensamiento más que el tablero de ajedrez y su dignidad. Jugó como jamás se hubiese atrevido a imaginar, cada una de sus movidas eran una muestra de maestría admirable que hacían cambiar, lentamente, de semblante al oficial Vivar.

 

El humilde marinero lo venció tres veces consecutivas y con numeroso público a su alrededor; lo que hizo que el capitán se pusiese de pie encendido de vergüenza; luego, despidiéndose con fingida amabilidad y creyendo que las demás personas no lo notaban, se acercó al oído de Roberto y le dijo -nos veremos en el buque, marinero.

Miriam, quien había seguido el juego, se aproximó a Roberto y lo felicitó sonriente, recalcando que había vencido a un gran adversario; seguido de lo cual, le preguntó por qué estaba tan nervioso. ¿Conoces al Capitán Vivar, Roberto?

-Sí, Miriam, lo conozco; navegamos en el mismo buque.

– Eso explica tu nerviosismo, figúrate, le has ganado a tu Capitán.

– Me temo que vas a enfadarte, pero debo decirte que lo nervioso que estaba era por los inmensos celos que sentí cuando él besó tus mejillas.

-Pero Roberto, ¡si nosotros apenas nos hemos visto!

-Lo sé… eso mismo que has dicho me lo he repetido todo este momento.

-En todo caso no es mi novio, ni mi pretendiente. Él es mi tío.

-No sabes lo feliz que me hacen tus palabras, aunque estoy algo avergonzado, ¿aceptarías mi invitación a caminar un rato?

-Claro, ¿por qué no? Salgamos de este encierro; y la noche está tibia.

Las calles estaban casi vacías y la brisa del mar se les pegaba a la piel casi como una caricia. Caminaron un rato en silencio; hasta que Roberto, motivado por conocer mucho más a la joven, quebró este silencio.

– ¿Qué haces Miriam?

– Soy artista…

-¿Y has pintado al amor?

-Siempre pinto al amor.

-¿Y qué es el amor?

-El amor es todo.

-Pero el odio no puede ser amor.

-Pero se necesitan; si existe el odio, existe el amor. La guerra y la paz, el invierno necesita del verano, lo oscuro y cálido de esta noche posibilita la luz de un nuevo día.

– ¿Y este humilde marinero, podría tener la posibilidad de escucharte a la luz del día?

Ella rió por lo original de la invitación.

-Bueno, te esperaré mañana y te mostraré mis pinturas, estoy exponiendo en la galería Arte. Perdona Roberto, pero ya debo volver, no debo dejar solo a mi padre.

-¿Y tu mamá?

– Falleció hace muy poco tiempo- respondió con tristeza.

-Lo siento, Miriam, me imagino lo difícil que debe ser perder a la madre.

– Sí, mi papá no se ha recuperado; así que mi deber es acompañarlo, nos hemos quedado solos.

– ¿Y el capitán Vivar?

– Él no pasa mucho con nosotros. Está mucho tiempo embarcado, y cuando viene, se la pasa horas discutiendo con mi papá sobre la situación política. Es que Vivar no desea que el país experimente cambios, por ejemplo, esta mañana lo escuché que no está de acuerdo con la nacionalización de las empresas y mucho menos, con el proyecto ENU, ¿lo conoces?; la escuela nacional unificada. Mi tío es tan cuadrado que piensa que todos aquellos que sustentan una posición distinta a la de él, son comunistas o extremistas.

 

Es evidente que existe un boicot económico político y social de parte de los grandes empresarios y terratenientes apoyados por los intereses de las potencias capitalistas, es obvio que ellos no desean que los países se independicen económicamente, sino que desean seguir explotando nuestras riquezas a costa de la miseria de tantos y el enriquecimiento de los sectores sociales más pudientes; y por supuesto, las fuerzas armadas no están ajenas a este boicot, más aún, las fuerzas armadas han afianzado históricamente el poder de los explotadores.

– Es admirable… ¿cómo sabes tanto?

– Es que estoy acostumbrada a escuchar este lenguaje. Mi papá es un hombre con conciencia social, él dice que sólo los cambios políticos que se experimenten terminarán con tantas injusticias.

– Y yo que me sentía tan ajeno a esta realidad. Tú sabes que los soldados no tenemos derecho a voto y se nos prohíbe participar en todo acontecimiento político. Participamos sólo para reprimir las manifestaciones por los derechos a mejor vida, como si nosotros no fuéramos ciudadanos.

– ¡Pero tú sabes, Roberto!, tú sabes mucho de la vida; yo puedo hablar sobre los océanos, pero tú has navegado sobre sus aguas; yo puedo hablar de puertos e islas lejanas, pero tú las has visitado, has caminado sobre su tierra, las has tocado, las has olido. Disculpa Roberto, se hace tarde, tengo que dejarte, mi padre debe estar preocupado por mi ausencia.

-¡Adiós Miriam, hasta mañana! Ha sido bello estar junto a ti -le dijo besándola con dulzura sus mejillas.

-¡Adiós Roberto! nos vemos mañana a las diez en la galería Arte.

El marinero caminó pletórico de alegría por la solitaria costanera hasta llegar al buque, y repetíase una y otra vez lo hermosa que es Miriam, sintiéndose lleno de ella y esperando el nuevo día para volver a verla. Esa noche cerró sus párpados pronunciando su nombre.

Mientras tanto, Miriam sentía la satisfacción de haber caminado y conversado un rato con Roberto. Le era agradable que la cortejara, aunque pensaba que era demasiado pronto como para hablar de amor; sin embargo, sentía algo extraño en su corazón aquella noche. Era como el preludio del amor.

Al día siguiente un cielo inmensamente Azul y un sol luciente los despertó a ambos y los llevó a la cita. Roberto, galante saludó:

-¡Buenos días, Miriam! qué hermosa mañana dominical y cómo ilumina el sol tu hermoso cuerpo.

– ¡Hola Roberto, buenos días!, cierto, el día es maravilloso… pero si tú eres un poeta, hombre. ¡Un adulador!…

-No, no soy poeta, lo que sucede es que tú eres una poesía. Una bella poesía- respondió no sin cierto pudor. Se desconocía a sí mismo. Él fue siempre un hombre tímido.

-Gracias, pero ven, entra, mira estos cuadros, son poesías silenciosas de luz y perspectivas que detienen el tiempo. No sé si te gusten…

-Son bellísimos… y pareciera que hablaran en voz alta.

-¡Gracias Roberto! es que todo habla en nuestra vida, todo se manifiesta. Lo que sucede es que muchas veces no lo percibimos- Miriam, hablaba con pasión.

Caminaron lento concentrados en los colores y matices que estaban reflejados en el trabajo de la bella joven. De cuando en cuando, sus miradas se quedaban amarradas, expresando más allá de sí mismas, igual que las telas.

-Miriam- se atrevió a hablar el marino- yo quisiera que este momento no terminara jamás, me has regalado tantos sentimientos, tanta sensibilidad. Lo único que me entristece es que luego zarparemos y arribaremos nuevamente a puerto el próximo mes. Quisiera, si puedes y quieres, que estos días que me quedan en tierra, pudiésemos pasear y conversar… así tendría yo con qué soñar en altamar. Perdona mi egoísmo…

– No te preocupes, Roberto, está bien. Yo también deseo pasear junto a ti.

El joven se inclinó sobre ella y lleno de emoción le acarició el pelo negro azabache, puso su mirada en los ojos brillantes de Miriam y le besó tiernamente sus labios; diciéndole: te quiero. Ella se puso colorada; y contestó a media voz: yo también te quiero.

A Roberto le divertía ir a buscarla allí. Observaba cómo pintaba hábilmente sobre las telas las puestas de sol con el rojo derramado, los ramos de flores rebosantes, la tormenta y la calma de los mares y los besos de amantes clandestinos. Con interés notaba con qué facilidad nacían de entre sus manos las imágenes y silenciosamente las admiraba. Al terminar el trabajo en el taller de pintura se iban caminando tomados de la mano por la larga y solitaria costanera. Día tras día se repetía el circuito hasta aquel en que debían separarse por un tiempo, ya que Roberto debía regresar a la mar. Esa tarde, el joven le propuso matrimonio a Miriam. –Cuando arribe a puerto nuevamente, podemos planificar nuestro casamiento; claro, si estás de acuerdo…

Ello lo miró sorprendida buscando las palabras justas para explicarle lo prematuro de este noviazgo.

-Me estás mirando como si te hubiese secuestrado, mi amor.

-No sabes lo dichosa que estoy, pero considero que es demasiado rápido para contraer matrimonio- respondió por fin- creo que no nos conocemos lo suficiente, siento que te quiero, pero necesito estar segura de ese paso.

-Tú sabes que te quiero mi amor y eso es lo fundamental para unir nuestras vidas; pero yo no puedo implorarte que te cases conmigo…

-Roberto, yo no he dicho que no desee casarme contigo, sólo pienso que es demasiado prematuro.

-Miriam, nací en el desierto árido del Norte, me cubrió siempre su cielo amplio e inmensamente azul, pero no conocía el mar y mi sueño era navegar por sus aguas, capear los temporales, deleitarme con su calma; y lo he logrado. Los seres humanos debemos experimentar para conocer de verdad. Sólo casados, creo yo, podemos realmente conocernos en la verdadera dimensión; aunque jamás será en todos los sentidos. Ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos. Por eso te digo, tuve que salir a navegar para saber de temporales y de calmas. Imagina que luego de un tiempo, tendríamos un niño o una niña como aquellos que están jugando entre los árboles ahora…. ¿acaso no te gustaría?

-Sí… sería hermoso, pero bueno, cuando regreses hablaremos de nuestro futuro.

-Así será, querida.

Los jóvenes continuaron su caminata abrazados. Quedaban pocas horas para la separación.

Jamás se hubiese imaginado Roberto que a bordo de la nave lo esperaba el capitán, quien con la misma arrogancia de siempre, mandó a que lo detuviesen sin miramientos; lo acusó, junto a otros marineros, de alta traición a la patria y lo entregó a un grupo de oficiales de infantería de marina, quienes a golpes de puños, puntapiés y culatazos, lo llevaron a un centro de tortura.

-Tú no mereces llevar este uniforme- le dijo un oficial sacándole a tirones la escarapela y le gritó -¡tú has traicionado a la patria, eres un extremista!

-No, yo no soy extremista, respondió él como pudo.

-Eso es lo que eres, un extremista de mierda, así que empieza a contar ¿cómo se llama tu jefe?, ¡contesta mierda!

– ¡No tengo jefe!

– ¿Así que te mandas solo, estúpido?; mira, ¿ves?, aquí tenemos toda la estructura piramidal de tu partido, así que empieza a nombrar weones…

Y más golpes, y más golpes interminables…

-Así que el desgraciado embarazó a Miriam… Me acabo de enterar anoche. Por tu cara deduzco que no tenías idea…

-Miriam… un hijo… -dijo en voz baja- ¡A ella no la tocan!- gritó con toda su alma.

– Empieza a nombra a tus compinches, entonces, weón, si no deseas que te toquemos a tu Miriam.

-Yo no tengo jefe, criminales -les dijo con furia-y recibió un golpe inmenso sobre su rostro. Lanzó un grito desgarrador y cayó rudamente sobre el suelo.

¿Cuánto tiempo habría pasado? ¿Una hora, un año, un siglo? No lo sabía. Parecía que estaba hundido sin piel en la sal, Un dolor inmenso le invadía hasta el fondo de los huesos y tan sólo el recuerdo de su amada lo mantenía vivo. Su ropa interior estaba hecha girones, su carne mostraba las huellas de las culatas de fusiles; los golpes lo habían convertido en un muñeco grotesco y trágico. Roberto fue brutalmente torturado y encarcelado antes de enviarlo a un campo de concentración.

Los días habían pasado y Miriam se había enterado del infortunio de su amado. Sumida en lágrimas, esa mañana preguntó a su padre si tenía noticias de Roberto.

– Está en la cárcel, hija. Vivar me ha llamado y me ha dicho que ha tenido el gran gusto de detenerlo por extremista, siento decirte que está prisionero en la cárcel.

Al oír esas palabras, la joven rompió a llorar, no entendiendo que su propio tío hubiese sido capaz de hacerle tanto daño. -¡Quiero ir donde Roberto!- gritó- no puedo aguardar más esta espera- y salió corriendo por las calles pese a que su padre le insistía que tuviese calma. Con fatiga llegó a la cárcel, un edificio lúgubre y siniestro; decidida, se acercó al guardián.

-¡Quiero ver a Roberto Rivas!- Suplicó con firmeza.

-¿Y usted, quién es?

-Soy Miriam, sobrina del capitán Vivar.

-Espere un momento.

Mientras esperaba, Miriam cayó en cuenta de que no llevaba nada para su amado, ni una fruta, ni un pan… había salido abruptamente de su casa sin pensar en nada más que en verlo. Pero no dejó que la tristeza la embargara, pues cayó en cuenta que lo que sí tenía para él, era su amor y a un hijo en sus entrañas.

-Escuche -le dijo violentamente el guardia-sólo tiene 10 minutos de visita.

Al verlo tras los barrotes sintió un dolor inmenso, pero se sobrepuso por él y por su bebé. Sus heridas estaban a la vista.

-¡Ay dios mío!, ¡cómo te han dejado estos criminales!

-Tranquila corazón, tu presencia es mi cura. ¿Es cierto que estamos esperando un bebé?

-Sí- respondió mirándolo con los ojos llenos.

-No sé si deba pedirte que me esperes…. Quién sabe el tiempo que me tendrán acá…

-Vamos a esperarte, amor, no te preocupes. Cuando salgas, ambos estaremos afuera del edificio aguardando por ti. Tampoco he olvidado que si es mujer, le pondremos Paz… como querías…

Tras cuatro años de prisión en un campo de concentración pudo Roberto abrazar, por fin, a Paz y su hermosa Miriam, quien siempre esperó por él. Ahora viven en el corazón de Europa y cuando en la bella Viena, las noches invernales se cubren de blanco, se sientan frente a la chimenea y juegan un partido.

 

https://de.wikipedia.org/wiki/Manuel_Ramos_Mart%C3%ADnez

 

Manuel Ramos Martínez

Tomado preso el 9 de agosto de 1973 en los Astilleros y Maestranzas de la Armada en Talcahuano. Su lugar de trabajo, como obrero del taller 51. Sometido a proceso y condenado a 3 años por la  Causa Rol N° 3926 compartiendo cárcel con la marinería constitucionalista en Concepción.

Ha escrito varios libros  entre ellos Flores en la Celda, A Orillas del Danubio, Cosmo Naturaleza y Ser, Hijo de la Geografía  y En la Piel del Aire que es el que se presentó en la sociedad de escritores de Chile  de la cual es miembro. Su última obra, Jaque al Amor.

Documental fotográfico Cárcel Valparaíso

El 22 de agosto del 2000 el marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi, quien haya estado preso en esta Cárcel, en una visita al puerto se encuentra con la sorpresa que había quedado fuera de servicio.
Para mayor sorpresa, la entrada principal estaba abierta. Le pregunté a un gendarme que deambulaba en su interior; si se podía entrar y un poco inseguro me contestó que sí; “esto de seguro que lo van a demoler ” me dijo, yo agregué; si me permitía rodar un film con la cámara que portaba…sí, sí, entre ni un problema.
Esta es la entrada al pabellón del penal desde el patio de la guardia. Exactamente después de 24 años el mismo día y el mismo mes en que quedara en libertad en 1976, entraba nuevamente acompañado de mi esposa al penal, quien documentó con fotos esta inesperada visita.
Lo primero que hice fue visitar mi ex-celda y dar una ronda por la tercera galería, que fue el lugar que habitaron los presos políticos que provenían del Silva Palma, Academia de Guerra y de campos de concentración de la zona.
Desde esta perspectiva un día por la mañana se me aparece ” EL Loco Lillo ” quien se encarama por sobre la baranda y me observa con su mirada perdida, me acerqué lentamente hacia él y le tendí la mano para que regresara…se desprendió y cayó al vacío con un rebote de espalda en la baranda de la segunda galería dando una voltereta violenta para descender de cabeza al pavimento. QEPD
Estos son los “Lavabos” de la tercera galería
Desde la primera galería, me dirijo al lugar de castigo, es decir la cárcel dentro de la cárcel la cual tuve el ” privilegio ” de habitar un mes de diciembre.
Esta es la entrada al temido “Submarino”. Cuando estuve acá, habían otros 4 presos comunes castigados, todo oscuro, un olor pestilente por la falta de higiene, pero mucho respeto al preso marino que ingresaba.
Tratando de ver algo al interior del “Submarino”
Este es el lado posterior del Penal donde estaban recluido los menores de edad. Una vez por castigos físicos a los presos políticos se nos acusó de amotinarnos por negarnos a obedecer un picadero. Allí llegó la infantería de marina de las salinas a maltratarnos y posteriormente nos aislaron acá por un tiempo sin visitas. La noticia salió en El Mercurio de la época.
Este es el Patio de Visitas,, de la cuenta, de los partidos de football, de las partidas de ajedréz, de las caminatas de ida y de vuelta, de los romances en las visitas y de las sentadas al sol
Las huellas del pasado

Ex cárcel de Valparaíso, Sitio de Memoria

Material fílmico sobre la cárcel de Valparaíso donde estuvo presa la marinería que se opusiera al golpe de estado en 1973. Posteriormente cobijó esta prisión a los prisioneros políticos una vez ocurrido el golpe de estado. Filmada por  el marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi, a las pocas semanas de haber quedado fuera de servicio.

 

 

 

Sublevación de la Escuadra 1931

Proclama del Estado Mayor de las tripulaciones  1° de Septiembre de 1931  Parrafo 5.

Que jamas, mientras haya a bordo un solo individuo de tripulación, los cañones de un barco de guerra chileno serán dirigidos contra sus hermanos del pueblo

 

 

Galería de fotos, algunos centros de reclusión

DIARIO „EL SUR“ DE CONCEPCIÓN. 30 de septiembre de 1973.

Marinería Constitucionalista que se opusiera al golpe de Estado en 1973 presa en la Cárcel Chacabuco 70 de Concepción.

Foto de “El Sur” de la época sobre este evento registra el momento en que posterior al golpe hace “visita”con una comitiva al penal El general -Intendente Washington Carrasco para ”conversar” con los ex marinos acusados de “intento de sublevación” por la Armada.

En la formación los detenidos de  las naves apostadas en la Base Naval de Talcahuano y Personal de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR ).

Pabellón de prisioneros de la Ex cárcel de Valparíso donde se mantuvo prisionera a la marinería constitucionnalista hasta agosto de 1976

Los primeros marineros constitucionalistas comienzan a llegar a la cárcel de Valparaíso a principios de septiembre 1973. Foto: La Tercera, Octubre 1973

Los marineros constitucionalistas en formación en el patio principal de la cárcel de Valparaíso. El último grupo de marineros llegaría el 22 de octubre del 1973

Con la intervención de la Organizacionaciones internacionales como la Cruz Roja Internacional, Amnetsy, organizaciones de Iglesias y otras, vendrían con el tiempo mejoras en las condiciones de detención. Casamiento en la cárcel de Valparaíso. Foto Archivo

Primer equipo de futbol de los Presos políticos. Entre ellos dos marineros trasladados de la cárcel de Concepción; Víctor López ( de pié, 3° de der. a izq.) y Mario Cordero, ( de rodillas, 1° de der. a izq.). En ese período a toda la marinería presa acá, la habían trasladado al campo de concentración de Melinka.

Marinero Cordero en el patio de la guardia, cárcel de Valparaíso

Cabo Antonio Ruiz Uribe 4° de Izq. a Der. . en la cárcel de Valparaíso con presos políticos,

Marineros Constitucionalistas presos en la Penitenciaría de Santiago, Calle 2. De pié, de Izq. a Der.: Pedro Blaset, Jaime Salazar, Hugo Maldonado, Pedro Lagos, Juan Cárdenas. De rodillas, Izq. a Der.: S., Ernesto Zúñiga, Juan Roldán. A principios de 1978 son trasladados a la Calle 5.

Penitenciaría de Santiago. 31 julio 1977, 2° de Izq. a Der. Sergio Fuentes, 4° Juan Cárdenas, 5° Juan Roldan, 6° Pedro Blaset, 7° Jaime Salazar, 9° Ernesto Zúñiga, 11° Pedro Lagos

Libertad del cabo Pedro Lagos Carrasco de la Penitenciaría de Santiago el 21 de abril de 1978

Capitán Vergara, marinero Sergio Fuentes , cabo Pedro Lagos recluidos en la Penitenciará de Santiago 1977
Carrete en la Peni
Pedro Lagos, Juan Roldan, Juan Cardenas, Pedro Blaset, Hugo Maldonado y Hernan Pacheco

Galería de Fotos en la Armada

Buey “Panchulo”. Con este buey y este barril se cubría el puesto de guardia de servicio como “Aguatero” distribuyendo agua a las casas de los residentes en la isla. Contingente 1969, Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Registro, marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque

 

Reportaje de la entrega de armas al contingente 1969 en la Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Diario Flash, N° 300, 6 de mayo de 1969

La madre del marinero constitucionalista Luis Ayala, Rebeca Herrera entrega el arma para la defensa de la Patria, de la soberanía y de obediencia a la autoridad máxima el Presidente de la Republica. Rebeca Herrera representaría años más tarde el Comité para la defensa de los DDHH de los marineros constitucionalistas.

En 1969 se rompe la tradición y son las madres las que entregan las armas a sus hijos para la defensa de la Patria y la familia.

Entrega de armas, Escuela de Grumetes contingente 1969

Registros fotográficos del marinero constitucionalista Luis Ayala

La madre del marinero Cordero, Blanca Rosa Cedraschi Irarrázabal entrega el arma a su hijo para la defensa de la Nación, su soberanía, lealtad a la Constitución, las Leyes y obediencia a la autoridad máxima de la República. Escuela de Grumetes 1969.

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza en la Escuela de Grumetes 1970, Isla Quiriquina. Registro, marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Bernardo Flores Valdebenito en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969.  Registro, marinero Cordero

Marineros, de derecha a izquierda, Cordero y Silverio Lagos a bordo del transbordador Meteoro 1969. Registro, marinero Lagos

Marinero Constitucionalista Gastón Gómez Obreque a bordo de la Esmeralda. Registro marinero Gómez

Registro, marinero Lagos

Visitas a la Esmeralda en crucero de instrucción. Australia 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda en el Puerto de Sydney, Australia. Viaje de instrucción 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda, Sydney 1970. Crucero de instrucción . Registro, marinero Cordero

Parada militar en el Puerto de Sydney, Australia. Crucero de instrucción de la Esmeralda 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero contitucionalista Víctor López Zambrano a bordo de la Esmeralda crucero de instrucción 1970

Marinero Carlos García Herrera a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Foto de Archivo

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi a bordo de la Esmeralda, crucero de instrucción 1970

Marinero constitucionalista Silverio Lagos Muñoz (al centro) a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Registro, marinero Lagos

Marinero Mario Cordero Cedraschi

Recepción a la Esmeralda en Pearl Harbor, Hawaii, 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza a bordo del destructor anfibio Serrano en servicio en el Cabo de Hornos

Destructor Serrano que tripulara el marinero constitucionalista Jaime Espinoza en los archipielagos del sur de Chile. Registro marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque ( de pié, 2° de Izq. a Der. ) Registro marinero Gómez

Marinero 1° Jaime León Balladares Contreras, miembro de la dotación del Crucero O’higgins detenido en el Puerto de Talcahuano por sus posiciones constitucionalistas. Foto: registro jaime Balladares.

Marinero Cordero, ( Abajo, 2° de Izq. a derecha) Escuela de Ingeniería Naval, cursa 2° año de técnica en electricidad. Foto de archivo

Parada militar en Valparaíso 1971. Registro, marinero Cordero

Fiesta recepción de diploma. A las afueras de Valaparaíso. Registro, marinero Cordero

Marinero constituconalista Bernardo Flores Valdebenito

Marinero Constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel

Marineros Jaime Salazar (de pié Izq.), Ernesto Zúñiga Vergara (5° a la derecha) Q.E.P.D. y Orlando Veliz. 2° año de mecánicos artilleros 1972,.Entrepuente de la Escuela de Armamentos. Registro del marinero Jaime Salazar .

Marinero Juan Dotte Bravo. Crucero O’higgins 1970

Jaime Salazar, julio 1973. Registro j. Salazar

1971, día del artillero, Escuela de Artillería. Izq.sentado Jaime Salazar de pié con gafas Ernesto Zúñiga Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista Ernesto Zúñiga Vergara ejecutado por miembros del aparato represivo de la dictadura el 16 de enero de 1982. Q.E.P.D.

1970 Ernesto Zúñiga en el crucero Prat

Marineros Edgardo Rodríguez (Izq. ) y Patricio Barroilhet Q.E.P.D. a bordo del crucero Prat. Registro, marinero Rodríguez

Marinero Patricio Barroilhet Q.E.P.D. durante su formación en la Escuela de Ingeniería Naval en las Salinas. Foto registro, marinero Edgardo Rodríguez

1971, curso de técnicos electricistas Escuela de Ingeniería Naval. 3° de izquierda a derecha, marinero Luis Fernandez Ahumada, Q.E.P.D. y de rodillas, Cordero, 2° de Izq. a Der.

Marinero constitucionalista Luis Fernandez Ahumada Q.E.P.D

Cabo constitucionalista Antonio Ruiz Uribe Q.E.P.D.

Cabo Constitucionalista Alberto Salazar Briceño Q.E.P.D. Ejecutado junto a Iris vega Bizama  el 23 de junio 1979 a las 22:15 horas en la ciudad de Concepción.

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Cabo constitucionalista Teodosio Cifuentes Rebolledo Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista José Maldonado Alvear Q.E.P.D. 1° de izquierda a derecha.

Cabo constitucionalista Pedro Lagos Carrasco (al centro)

Cabo constitucionalista Sebastián Ibarra Vallejos, recién ascendido, mayo 1973. Registros, Cabo Ibarra

Escuela de Artillería 1969. Desfile en Santiago. Registro, cabo Ibarra

Cabo Ibarra (de pié, 1° Izq.) Escuela de Artillería, curso de Mecánicos Artilleros, fiesta de Santa Bárbara 1969

Cabo Ibarra (2° derecha a Izq.) Tripulación del Rivero viajando en el Meteoro a la isla Quiriquina

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971 . Registro, De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971. De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero Registro, cabo Ibarra

Destructor Riveros, visita de Fidel Castro noviembre 1971. Registro, cabo Ibarra

Cabo Pedro Blaset Castro junto a sus padres de grumete, Isla Quiriquina , Escuela de Grumetes 1966. Foto : Registros de Pedro Blaset

Marinero Blaset a bordo de la Esmeralda en viaje de instrucción 1967.

Marinero Blaset en la Escuela de Ingeniería Naval, Las Salinas, 1969.

Cabo 2°constitucionalista Pedro Blaset Castro. De marinero en las Islas Azores 1972. A bordo del transporte Aquiles rumbo a Suecia para integarse como miembro de la tripulación del crucero Latorre adquirido por  la Armada bajo el Gbno. de S. Allende.

Blaset . Cena con la Comunidad Folclórica de Karlskrona, Suecia 1972 . Se integra a la tripulación del crucero Latorre.

Blaset . Karlskrona 1972.

Cabo Ibarra, (de pié, 3° de derecha a Izq.) Crucero Latorre mayo 1973 ascensos

Cabo Ibarra a bordo del Latorre 1973

Cabo 2° Electricista-submarinista José lagos Améstica. Dotación Crucero Almirante Latorre

Cabo José Lagos Améstica

Marinero constitucionalista José Orlando Diaz

Marinero Diaz en Guardia de Honor

En el lanzamiento de las cenizas del escritor Salvador Reyes Figueroa. Lanzadas al mar frente a las costas de Antofagasta. Registro, marinero Diaz

En la isla Isla San Ambrosio. Ubicada a 488 Millas nauticas de Caldera. Registro, marinero Diaz

Marinero constitucionalista Ricardo Tobar Toledo

Cabo mecánico, Ricardo Tobar Toledo. Registro, cabo Tobar

Cabo constitucionalista Julio Gajardo Neira

Cabo 2° Mecánico Electrónico de Aviación Naval, Luis Jorquera. Detenido por sus posiciones constitucionalistas Base Aeronaval El Belloto. Foto: Registro Luis Jorquera, Escuela de Electrónica 1967

Sargento constitucionalista Juan Cárdenas Villablanca

Galería

Aquí encontrarás material fílmico y fotográfico sobre la marinería constitucionalista.

 

 

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