21° Juzgado Civil de Santiago ordena al fisco indemnizar a marinos torturados por la Armada en 1973

21° Juzgado Civil de Santiago ordena al fisco indemnizar a marinos torturados por la Armada en 1973

23-septiembre-2024

Tribunal condenó al fisco a pagar una indemnización total de $610.000.000 por concepto de daño moral, a Wilibaldo Juan Arestey Rodríguez, Maximiliano Alfredo Domínguez Moreno, Aurelio Erasmo Aravena González, Silverio Doroteo Lagos Muñoz, Sergio Edinson Fuentes Paredes, Tomás Segundo Alonso Molinet, Mario Patricio Cordero Cedraschi, Tomás de la Cruz Matus Poblete y Óscar Miguel Estay Díaz, detenidos y sometido a torturas en recintos de la Armada en Talcahuano y Valparaíso, en 1973.

El Vigesimoprimer Juzgado Civil de Santiago condenó al fisco a pagar una indemnización total de $610.000.000 por concepto de daño moral, a Wilibaldo Juan Arestey Rodríguez, Maximiliano Alfredo Domínguez Moreno, Aurelio Erasmo Aravena González, Silverio Doroteo Lagos Muñoz, Sergio Edinson Fuentes Paredes, Tomás Segundo Alonso Molinet, Mario Patricio Cordero Cedraschi, Tomás de la Cruz Matus Poblete y Óscar Miguel Estay Díaz, detenidos y sometido a torturas en recintos de la Armada en Talcahuano y Valparaíso, en 1973.

En el fallo (causa rol 8.168-2019), el juez Marcelo Rojas Sepúlveda rechazó las excepciones de reparación integral y prescripción deducidas por el fisco, tras establecer que los demandantes fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles tanto en sede penal como civil.

“Que siendo un hecho de la causa que los actores han sido víctimas directas de un delito de lesa humanidad ocasionado por el actuar de agentes del Estado, tal como ha quedado establecido en el fundamento cuarto, circunstancia que se desprende especialmente de encontrarse ellos incluidos en la Nómina de Víctimas, estos hechos conducen a establecer la responsabilidad del Estado en la detención ilegal, apremios ilegítimos y torturas, sufridos por el demandante”, plantea el fallo.

“Así las cosas, la Carta de las Naciones Unidas contiene entre sus propósitos y principios, el respeto a los Derechos Humanos y a las Libertades Fundamentales de todos, tema recurrente en sus objetivos y que ha sido reiterado en posteriores Tratados Internacionales”, añade.

La resolución agrega: “Que, ciertamente, los artículos 1.1 y 63.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, consagran que la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, de modo que estas no pueden ser incumplidas a pretexto de hacer primar otros preceptos de derecho interno, pues si se verifica un hecho ilegítimo imputable a un Estado, surge de inmediato la responsabilidad internacional de este por la violación de una norma de esta índole, con el consecuente deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de la violación”.

“Luego, tratándose en la especie de una violación a los derechos humanos debemos acudir también a la Convención Americana de Derechos Humanos, que en sus artículos 1.1 y 63.1 señala que cuando ha existido una violación a los derechos humanos surge para el Estado infractor la obligación de reparar con el pago de una justa indemnización a la parte lesionada”, afirma la resolución.

“De acuerdo con lo que dispone el inciso segundo del aludido precepto, los derechos humanos asegurados en un tratado se incorporan al ordenamiento jurídico interno, por lo cual, ningún órgano del Estado puede desconocerlos, por el contrario, debe respetarlos y promoverlos. Dicha obligación también deriva de los Tratados Internacionales como del Convenio de Ginebra de 1949, que establece el deber de los Estados parte de respetar y hacer respetar el derecho el Derecho Internacional Humanitario”, releva.

Por      tanto, se        resuelve         que:
“I.- Que se rechazan las excepciones de reparación integral y de prescripción deducidas     por      el         FISCO             DE       CHILE;
II.- Que se desestiman las restantes alegaciones de la parte demandada, opuestas en la         contestación;
III.- Que se acoge la demanda deducida, solo en cuanto se condena al Fisco de Chile a pagar por concepto de indemnización de perjuicios por daño moral, la suma de $50.000.000 (cincuenta millones de pesos) respecto del demandante Wilibaldo Juan Arestey Rodríguez; y la suma de $70.000.000 (setenta millones de pesos) a cada uno de los siguientes demandantes: Maximiliano Alfredo Domínguez MorenoAurelio Erasmo Aravena GonzálezSilverio Doroteo Lagos MuñozSergio Edinson Fuentes ParedesTomás Segundo Alonso MolinetMario Patricio Cordero CedraschiTomás de la Cruz Matus Poblete y Óscar Miguel Estay Díaz”.

Ver fallo Primera Instancia 

https://www.pjud.cl/prensa-y-comunicaciones/noticias-del-poder-judicial/115260

Fisco condenado a pagar $610 millones a marinos víctimas de tortura en recintos de la Armada durante 1973

El 21°Juzgado Civil de Santiago estableció que los nueve marinos demandantes fueron “víctimas de un delito de lesa humanidad ocasionado por el actuar de agentes del Estado” y que estos hechos “conducen a establecer la responsabilidad del fisco en .

 

El Ciudadano

23/09/2024 3:39pm

  • El Vigesimoprimer Juzgado Civil de Santiago ordenó al fisco a pagar una indemnización de $610 millones por concepto de daño moral a un grupo de marinos que fueron detenidos y sometidos a torturas en recintos de la Armada en Talcahuano y Valparaíso, en 1973.

En el fallo (causa rol 8.168-2019), el juez Marcelo Rojas Sepúlveda rechazó las excepciones de reparación integral y prescripción deducidas por el fisco, luego de establecer que los demandantes “fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad”, que son “imprescriptibles tanto en sede penal como civil”.

Además, en su dictamen planteó que los marinos “han sido víctimas directas de un delito de lesa humanidad ocasionado por el actuar de agentes del Estado, tal como ha quedado establecido en el fundamento cuarto, circunstancia que se desprende especialmente de encontrarse ellos incluidos en la Nómina de Víctimas, estos hechos conducen a establecer la responsabilidad del Estado en la detención ilegal, apremios ilegítimos y torturas, sufridos por el demandante”.

“Así las cosas, la Carta de las Naciones Unidas contiene entre sus propósitos y principios, el respeto a los Derechos Humanos y a las Libertades Fundamentales de todos, tema recurrente en sus objetivos y que ha sido reiterado en posteriores Tratados Internacionales”, añade.

En el fallo del Juzgado, se recuerda que la Convención Americana de Derechos Humanos consagra que la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos está sujeta a reglas del Derecho Internacional, por lo que “estas no pueden ser incumplidas a pretexto de hacer primar otros preceptos de derecho interno, pues si se verifica un hecho ilegítimo imputable a un Estado, surge de inmediato la responsabilidad internacional de este por la violación de una norma de esta índole, con el consecuente deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de la violación”.

La resolución también destaca que la Convención Americana de Derechos Humanos señala que cuando ha existido una violación a los DD.HH., el Estado infractor tiene la obligación de reparar con el pago “de una justa indemnización a la parte lesionada”.

Indemnización a marinos víctimas de tortura

De ese modo, el fisco deberá pagar $50 millones a Wilibaldo Juan Arestey Rodríguez; y la suma de $70 millones a cada uno de los siguientes demandantes: Maximiliano Alfredo Domínguez Moreno, Aurelio Erasmo Aravena González, Silverio Doroteo Lagos Muñoz, Sergio Edinson Fuentes Paredes, Tomás Segundo Alonso Molinet, Mario Patricio Cordero Cedraschi, Tomás de la Cruz Matus Poblete y Óscar Miguel Estay Díaz.

Ver fallo Primera Instancia 

La vida del capitán Jorge Silva, un ejemplo y un mensaje

La vida del capitán Jorge Silva, un ejemplo y un mensaje

Por : Jorge Magasich AirolaAutor de “Los que dijeron ‘No’” (LOM, 2008) y de “Testimonios de militares antigolpistas” (Centro Barros Arana, 2019).

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Su muerte –y sobre todo su vida ejemplar– reactiva el deber histórico del Estado de reconocer formalmente que, en 1973, la razón, la legalidad y el humanismo estuvieron del lado de los militares que se mantuvieron apegados a la Constitución.


El 19 de agosto falleció en Londres Jorge Silva Ortiz, el capitán de bandada de la FACh que entró en la historia en octubre de 1970, cuando denunció un intento de asesinato contra el entonces Presidente electo. Tres años más tarde, días después del golpe, salvó la vida a dos estudiantes y a dos sindicalistas, destinados al fusilamiento. Días después fue detenido, torturado y condenado por el consejo de guerra de la FACh junto a unos 80 colegas. Compartió prisión con los generales Bachelet, Poblete, el comandante Galaz y otros aviadores legalistas.

Años más tarde, en 1993, recuperó una proclama que ocho oficiales aéreos habían ocultado en el muro de la celda. En 2016 fue absuelto cuando la Corte Suprema, a requerimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, anuló las 84 sentencias del consejo de guerra.

Corresponde lamentar su muerte, pero, sobre todo, celebrar su vida.

La denuncia de 1970

El capitán Jorge Silva había seguido cursos de contrainteligencia en Estados Unidos, incluyendo la Escuela de las Américas, y en el Estado Mayor chileno, hasta llegar a ser el segundo del Departamento de Contrainteligencia. Era además un paracaidista destacado: es él quien salta en un filme de promoción de la Fuerza Aérea.

El jueves 9 (o el viernes 10) de octubre de 1970 se inicia un episodio que lo lleva a definirse como un militar legalista, que restituimos en la Historia de la Unidad Popular (Vol. 2). El comandante en Jefe de la FACh, Carlos Guerraty, le ordena que vaya rápida y discretamente a la base aérea de Quintero, donde el coronel José Berdichewsky le informará del descubrimiento de una célula comunista. El capitán aterriza en el aeródromo de Rodelillo y se dirige a la casa del coronel en Quintero. Allí, hacia las 21:00 horas, Berdichewsky le habla de una tarjeta de identificación militar extraviada y aparecida en un avión. Nada contundente. Luego añade que el comandante Sergio Montero tiene más antecedentes. Se trata de un informante del Departamento de Inteligencia en retiro hace un año, a quien Silva no conoce, por compartimentación.

En vista de la urgencia, el capitán parte de inmediato a casa de Montero en avenida Libertad, en Viña. Llega pasada la medianoche, pero hay muchas luces encendidas. Sergio Montero lo recibe afablemente y lo hace pasar a su despacho. Le cuenta que están allí el comandante del regimiento Coraceros y el almirante Justiniano (aunque Silva no los ve), y que requieren su ayuda.

El jefe de contrainteligencia, Mario Jahn –afirma Sergio Montero–, le había dicho, antes de partir a un curso a Panamá, que podían contactar al capitán Silva para lo que fuera necesario. El Presidente electo Allende –continúa– viene a Valparaíso el próximo sábado 17 de octubre, y lo vamos a asesinar. Textual: “Lo vamos a asesinar”. Pero necesitamos armas cortas y personal de contrainteligencia para cubrir la retirada de los que van a operar (probablemente el exmayor Arturo Marshall que esos días proyectaba asesinar a Allende). Están informados el comandante en Jefe, Carlos Guerraty, el general Toro Mazote, el general Joaquín García y dos más. Por lo tanto, puede proporcionar la cooperación solicitada.

Jorge Silva, sorprendido, replica que está ahí para investigar una célula comunista. Montero responde: “Pero capitán, era la única forma de conseguir que viniera, eso ha sido un pretexto para conversar personalmente”. Silva retorna a Santiago y, cerca de las 5:00, redacta un informe donde figura lo dicho por Sergio Montero y los nombres que citó.

La decisión de informar al futuro Presidente

El problema es a quién presentarlo. El comandante en Jefe, Guerraty, lo había inducido a entrar en contacto con el grupo que planifica el asesinato. El departamento de Contrainteligencia sabe que el general Ruiz Danyau está en contacto con Allende y que será el próximo jefe de la Fuerza Aérea. Silva decide dirigirse a él. Va a su despacho en el Ministerio de Defensa y le informa del complot, esperando que ordene una investigación y que tome medidas para evitar el atentado. Pero Ruiz, delante de Silva, llama al general Guerraty, cuyo nombre figura en el informe, y le da toda la información.

Guerraty convoca al capitán a su oficina, lee el parte, y le pregunta qué opina. El capitán responde que es desatinado involucrar a la FACh en un acto tan grave y que se va a fracturar. Tranquilo, Guerraty le instruye que se vista de civil y vaya a Viña a conversar con Sergio Montero para decirle que no se hable más del asunto. En resumen, ni Guerraty ni Ruiz toman medidas para investigar. Al contrario, buscan sofocar el caso.

El capitán toma entonces una decisión crucial, pues sabe que si no denuncia el atentado en curso se convierte en cómplice: no irá a Viña e informará al propio Salvador Allende. Contacta a su secretario, Miguel Labarca, y le pide una entrevista con el futuro Presidente. Labarca lo recoge frente a la Universidad de Chile hacia las 11:00 y Silva narra lo acontecido. A las 16:00 van a La Moneda Chica (la Casa del Maestro, local utilizado por el futuro Gobierno), donde el capitán acude acompañado por su amigo el comandante Alamiro Castillo, porque quiere un testigo.

Esperan en un auto conducido por Labarca; Allende sale y se instala. Conversan mientras recorren Santiago, probablemente hasta el túnel Lo Prado, abierto tres semanas antes. El futuro Presidente escucha el relato y solo lo interrumpe para preguntar por qué César Ruiz no lo informó. Luego le pide autorización para denunciar el hecho.

El domingo 11, en el discurso de clausura del pleno del PS en el Teatro Caupolicán, Allende dice: “Un señor Montero, de Valparaíso, se fue de lengua. Dijo que el 17 me asesinarían. Iré el 17 a Valparaíso y si me pasa algo sepan que el pueblo sabrá abrirse paso por todos los caminos para derrotar a los conspiradores”. Recuerda que han ingresado al país 300 norteamericanos. Bienvenidos los turistas, artistas… pero malvenidos los que han venido a conspirar; “el puño del pueblo estará firme y caerá implacablemente contra ellos”.

Dos días después, Allende entrega a Investigaciones la identidad del exoficial de la FACh, Sergio Montero. El director Luis Jaspard informa que “el comandante Montero ha sido identificado”. Estaba vinculado con Marshall, quien será detenido poco después.

Poco después Silva recibe una carta de su superior Jahn, enviada desde Panamá, no por el correo de la FACh sino por valija diplomática, con instrucciones de ir a Viña a retirar una caja de municiones de guerra de la casa de Montero, entregada por el propio Jahn. Lo que lo involucra en el complot.

El coronel Mario Ernesto Jahn Barrera había introducido la “contrainteligencia” en la FACh, no orientada a contrarrestar espionajes extranjeros, sino a detectar al personal con ideas de izquierda, o incluso con algún familiar de izquierda.

Después de la elección presidencial había partido a Panamá, temeroso de que fuera descubierto el fichero de su departamento muy orientado políticamente. Silva sospecha vínculos entre Jahn y la CIA. Por segunda vez, el capitán resuelve no ir a Viña e informa nuevamente a Miguel Labarca. Este le pide la carta para mostrarla a Allende, quien ya es Presidente.

Cuando Jahn regresa a Chile, convoca a Silva a la Subsecretaría de Defensa para preguntarle dónde está la carta; Silva inventa que se la robaron de su caja fuerte. Jahn replica “no se la han robado; la tiene Allende”, y le informa que lo ha convocado al día siguiente.

Allende sabe que Jahn tiene ideas de corte fascista, que es compadre de Sergio Montero, a quien entregó la caja con municiones, y que es capaz de pasar al acto. Cuando lo tiene ante él, el Presidente enumera las conspiraciones de las últimas semanas y le explica que proyecta hacer un Gobierno que sea comprendido por las Fuerzas Armadas. No se sabe si le mostró la carta. Jahn minimiza, reconoce la entrega de la caja de municiones a su amigo Montero, pero no sabía para qué las quería y dice que ignoraba el proyecto de atentado. Se compromete a mantener, en adelante, una conducta intachable. No cumplirá.

Consigue salir ileso de la junta calificadora con el apoyo del general César Ruiz, y continúa su carrera. Será uno de los organizadores del golpe de 1973, torturador en la FACh, y luego aparecerá como subdirector y jefe de operaciones de la DINA, con un rol mayor en la Operación Cóndor y en los asesinatos en el extranjero. Mario Jahn solo será condenado en 2010, a 15 años, por su implicación en la desaparición de Ramón Martínez. Muere en 2013.

No hemos encontrado informaciones de alguna condena a Sergio Montero. Los implicados en el proyecto de asesinato se beneficiarán de la blandura de Investigaciones y de la justicia militar, del encubrimiento del general Ruiz y también de una cierta ingenuidad de Allende. La impunidad de Mario Jahn y sus cómplices, pese a su implicación evidente en un intento de asesinato, les permitirá continuar complotando.

Dos estudiantes y los dos sindicalistas

Durante el Gobierno de la Unidad Popular, Jorge Silva se entera de la existencia del grupo de aviadores antigolpistas, en el que participan los capitanes Raúl Vergara y Alamiro Castillo y de otro vinculado al MIR. El MIR lo contacta, pero su respuesta es negativa: no mantendrá contactos con el movimiento.

Consumado el golpe, pide a su superior, el coronel Juan Soler, no salir a reprimir. Queda a cargo de la logística en la base El Bosque donde hay prisioneros hacinados en el hangar. Dos de ellos son muy jóvenes y pregunta ¿qué pasa con estos muchachos? El suboficial le responde que los sorprendieron portando un documento que llamaba a enfrentarse a la junta militar, por lo que serán fusilados esa noche.

Se trata de Fernando Villagrán y Felipe Agüero, dos militantes del MAPU que habían redactado Bandera Verde N° 1, una hoja que denuncia la ilegalidad de la junta, la traición de Pinochet y llama a la población a no dejarse avasallar por los militares sediciosos. El capitán Silva da orden de que los integren a un grupo de prisioneros que está partiendo al Estadio Nacional, salvándoles así la vida.

Horas después, Silva provee los vehículos para trasladar a los prisioneros de La Legua al Estadio. Ve con espanto cómo oficiales, suboficiales y alumnos de la Escuela de Especialidades los golpeaban con rabia, fracturando rostros, costillas, piernas y manos.

Sube a una camioneta donde van dos dirigentes sindicales cuyos pasaportes tenían visas para la Unión Soviética. El capitán Jorge Pantoja García y un oficial de reserva (Heindrich, de Patria y Libertad, que recibió el uniforme el día del golpe) le informan que estos debían quedar en la Panamericana, un eufemismo que designa el asesinato. Se ubican al lado de los prisioneros; Silva va adelante, junto al conductor. A la altura del paradero 28 de la Gran Avenida golpean el techo para recordarle que es momento de “desviarse”.

Silva permanece impasible. Ante la insistencia, se impone y da orden de que no haya “desvío”. Consigue que lleguen vivos al Estadio. Allí ve escenas atroces que estaban frescas en su memoria cuando lo conocimos en 2009. Mataban a quien querían, había cadáveres amontonados, y recuerda a un poblador asesinado de un tiro al bajar del bus “delante de unos seis oficiales, incluido yo”. Luego descubre que el jefe del estadio, el coronel Jorge Espinoza Ulloa, ha hecho colocar dos cadáveres en su vehículo exclamando: “De aquí no sale ningún vehículo vacío. Usted sabrá lo que hace”. Los deja debajo del puente Carlos Dittborn.

Prisionero de la FACh

El capitán sabe que su situación es delicada, porque sus jefes no han olvidado la denuncia de 1970. Lo detienen el 9 de octubre. Lo torturan sus “compañeros de armas” Edgar Ceballos y Ramón Cáceres en la Academia de Guerra Aérea, igual que a los otros procesados por el consejo de guerra, a tal punto que, recuerda, “yo botaba sangre por todos lados”.

Los primeros días de marzo de 1974, ya en la cárcel, es parte de un grupo de ocho prisioneros de la celda 12, que decide resistir dejando un testimonio oculto en el muro:

“En esta celda estuvieron junto a otros, en esta cárcel, víctimas de la persecución fascista los siguientes oficiales de la FACh arrestados y torturados por la fiscalía de Aviación.

Delito: su espíritu revolucionario.

Aunque su destino sea incierto, su vocación es clara: luchar donde y como sea por el triunfo definitivo de la revolución socialista, único camino hacia la paz, justicia y progreso, y carne del cristianismo.

General Sergio Poblete Garcés, se le pide 5 años.

General Alberto Bachelet Martínez, se le pide 5 años.

Coronel Carlos Ominami Daza, se le pide 5 años.

Coronel Rolando Miranda Pinto, se le piden 10 años.

Comandante Ernesto Galaz Guzmán, se le pide pena de muerte.

Capitán Jorge Silva Ortiz, se le piden 20 años.

Capitán Patricio Carbacho Astorga, se le pide pena de muerte.

Capitán Raúl Vergara Meneses, se le pide pena de muerte.

¡Viva la clase obrera! ¡Viva su despertar! ¡Viva su triunfo final!”.

El general Alberto Bachelet muere días después. Jorge Silva estuvo a su lado y ha relatado prolijamente los detalles. Pasará tres años y medio encarcelado, seguidos del exilio en Inglaterra. En 1993 vuelve a Chile y consigue recuperar aquel documento poco antes de la demolición del recinto. Lo conserva el comandante Galaz y se hace público en 2006.

En 2002, decide no participar en la ceremonia de reintegración a la FACh de los condenados por el consejo de guerra. Explica a El Mostrador que “yo no estoy en la familia aérea, pese a que siento un gran aprecio por la FACh, por todas las nuevas promociones. (Pero) estimo que sustentar el hecho de que se están reuniendo todos los miembros de ayer y hoy, es injusto porque hay miembros del ayer que no creo deban permanecer mezclados con los miembros de hoy. Hago clara referencia a los oficiales que cometieron delitos, durante el período de la represión”. Estos no debieran ser parte de la familia aérea, concluye.

Una victoria

Poco antes, varios de los condenados por “traición a la patria” habían solicitado a la justicia chilena la anulación de la inicua sentencia. Sin embargo, en el 2002, la Corte Suprema se declara incompetente para tratar un recurso de revisión, con el discutible argumento de que su competencia para revisar sentencias se limita a los tribunales militares en tiempo de paz, pero como en 1975 Chile estaba “en guerra”… no podía.

En respuesta, un grupo de aviadores constitucionalistas introduce la causa caratulada “Omar Humberto Maldonado Vargas y otros vs. Chile” ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta Corte condena al Estado chileno, en octubre de 2015, a poner a disposición de las víctimas “un mecanismo que sea efectivo y rápido para revisar y anular las sentencias”. Da un año de plazo. En octubre de 2016, la Corte Suprema, en fallo unánime, anula las sentencias dictadas por el Consejo de Guerra de la FACh. Así, el capitán Jorge Silva Ortiz y los 84 condenados quedan totalmente absueltos. No hubo “Plan Z”, ni menos traición a la patria. (Lo que no ocurre con los marinos constitucionalistas condenados aún por “sedición y motín”).

Los últimos años la salud del capitán legalista se deteriora. En enero de este año pierde a Nelsa Brogca, su compañera desde hace más de medio siglo. Deja dos hijos de un primer matrimonio y otros dos hijos con Nelsa, con quien vivió y superó los años negros. Le sobrevivió siete meses, hasta su partida el 19 de agosto de 2024. Tenía 86 años.

Su muerte –y sobre todo su vida ejemplar– reactiva el deber histórico del Estado de reconocer formalmente que, en 1973, la razón, la legalidad y el humanismo estuvieron del lado de los militares que se mantuvieron apegados a la Constitución.

Una gesta que debe ser destacada como ejemplar en las escuelas militares. Así lo solicitaron los marinos constitucionalistas a la ministra de Defensa.

Informaciones tomadas de:

“El testimonio de uno de los dos hombres que vio morir al general Bachelet”. Entrevistado por Mónica González, publicada en Ciper el 23/7/2012.

Villagrán, Fernando, 2002. Disparen a la bandada. Una crónica secreta de la FACh. Planeta.

Revista Araucaria de Chile, N° 1, 1978.

Testimonio de Pedro Alejandro Matta.

Magasich, Jorge. Historia de la Unidad Popular, Volumen 2, “De la elección a la asunción: los álgidos 60 días del 4 de septiembre al 3 de noviembre de 1970”, 2022, LOM.

https://www.elmostrador.cl/noticias/2024/09/11/la-vida-del-capitan-jorge-silva-un-ejemplo-y-un-mensaje/

Fallece nuestro Camarada Sebastián Ibarra Vallejos

Comunicamos el triste fallecimiento de nuestro camarada Sebastián Ibarra Vallejos el día de ayer 14 de mayo del año en curso. Nuestras sentidas condolencias a su familia y sus seres queridos y deseos de mucha fuerza por la partida de Sebastián.
Se nos va un camarada de gran entereza, compromiso, entrega y humor que caracterizaron su personalidad.
Cabo 2° Sebastián Ibarra, de profesión Mecánico Artillero, es detenido junto a otros camaradas en el puerto de Valparaíso por sus posiciones antigolpistas el 6 de agosto de 1973 a bordo del Crucero Latorre, siendo parte de la dotación de esta nave. Es condenado a tres años en el proceso que se le siguió a la marinería constitucionalista siguiendo la siguiente ruta en diferentes lugares de  detención, cárcel y campos de concentración: ” Cuartel Silva Palma”, “Cárcel de Valparaíso”, ” Colliguay”, ” Puchuncaví ” y nuevamente Cárcel de Valparaíso donde termina de cumplir su condena.
Logra obtener asilo en Bélgica y abandona Chile junto a su familia, país donde fallece.
Vuela alto camarada!!!    Mantendremos vivo tu legado!!!
Q.E.P.D.

Instalación de Placa de Memoria en Colliguay. Lugar del Campo de Concentración.

EN EL BOSQUE DE LA MEMORIA

By Guillermo Correa Camiroaga

Con una masiva actividad se completó un nuevo ciclo en la permanente lucha por el rescate de la memoria histórica popular de la V Región con la instalación de una Placa de Memoria que forma parte del proyecto “Memorias Ocultas de Colliguay”.

La placa fue instalada en el “Bosque de la Memoria”, un hermoso lugar acondicionado en medio de un pequeño bosque de boldos, que fue ideado y preparado para tal efecto por un grupo de habitantes del sector, agrupados en la comunidad ambientalista y ecologista “Ecolliguay”. La estructura de madera sobre el cual que se instaló él memorial es una obra de Wilfredo, un artesano local perteneciente a la comunidad. Un detalle a destacar en esta instalación es la presencia de un nido ubicado en medio de la base de piedras donde están empotrados los pilares de madera, símbolo que puede ser interpretado simbólicamente de distintas maneras por quienes reparen en él.

Por mi parte, lo interpreté como un nido protector que acoge y resguarda para las nuevas generaciones la semilla de la memoria histórica escrita en la placa, cuyo texto es el siguiente: “HACE 50 AÑOS LA MARINA DE CHILE TUVO SECUESTRADO A LOS PRESOS POLÍTICOS DE LA DICTADURA CIVIL MILITAR EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE COLLIGUAY, LLAMADO ‘ISLA RIESCO’ O ‘MELINKA’ U ‘OPERATIVO X’. FUNCIONÓ ENTRE OCTUBRE DE 1973 HASTA ABRIL DE 1974; CIENTOS DE OBREROS, ESTUDIANTES, ACADÉMICOS (CASI TODOS DE LA V REGIÓN) Y LOS MARINEROS ANTIGOLPISTAS SUFRIERON LOS HORRORES DE LA REPRESIÓN, EL HAMBRE Y LOS CASTIGOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS APLICADOS A QUIENES SUFRIMOS LA TRAGEDIA DE SER CONSIDERADOS ENEMIGOS POR PENSAR DISTINTO”.

En este espacio de memoria ubicado en medio de árboles nativos, esta nueva placa quedó instalada al lado de la Enredadera de la Memoria, enredadera que fue colocada en las proximidades de dicho lugar en noviembre del 2017 y trasladada hasta el medio del pequeño bosque en diciembre del 2023. Frente a estos memoriales se ubica una banca de madera donde están grabadas imágenes de ramitas, hojas y semillas junto a una frase que dice “En el Bosque de la Memoria, habita la semilla del Nunca Más”. Este singular sitio de memoria continuará siendo acondicionado por las y los integrantes del Colectivo Ecolliguay, construyendo un sendero de piedrecillas y agregándosele una nueva banca, para que así, quienes lleguen a visitarlo, puedan descansar y reflexionar en medio de la naturaleza.

Decenas de personas acudieron hasta este alejado sector ubicado al interior de la comuna de Quilpué para participar de un emotivo acto artístico cultural, en donde estuvieron presentes ex prisioneros políticos del Campo de Concentración a cargo de la Armada de Chile, denominado por dicha institución como “Campo de Prisioneros Melinka, Isla Riesco u Operativo X”, denominaciones destinadas a confundir y desorientar a los familiares respecto del lugar donde se encontraban detenidos.

Durante el desarrollo de la actividad algunos compañeros entregaron sus testimonios relacionados con el Campo de Prisioneros de Colliguay, mientras, por otro lado, integrantes de distintas organizaciones sociales y de derechos humanos hicieron uso de la palabra para saludar y felicitar esta iniciativa de resistencia al olvido, entre ellos Lenco Franulic, presidente de los Usuarios PRAIS de Villa Alemana; Francia Jamett, encargada nacional de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; José Carvajal, integrante del Comité Chileno de Solidaridad con Palestina; Javiera Toledo, Alcaldesa de Villa Alemana; Eduardo Palma, ex preso político del Campo de Prisioneros de Puchuncavi; Gioconda Aguilera, a nombre de la Agrupación de ex Presas Políticas del Buen Pastor.

Cabe destacar la participación de un dúo de artistas, Carolina y Miguel, pertenecientes a la Comunidad Ecológica del sector de Colliguay, quienes presentaron una hermosa y potente obra musical, al estilo de una mini cantata, con música de su autoría y una lectura dramatizada de textos inspirados a partir de los testimonios recogidos en los libros “El Siniestro Barco Lebu” y “Memorias Ocultas de Colliguay”.

Estuvieron presentes en esta actividad un número significativo de quienes forman parte del Colectivo Proyecto Lebu-Colliguay, incluyendo en esta oportunidad a dos de sus integrantes que viven en el extranjero, como es el caso de Luis Madariaga y Gilberto Hernández.

Paola, junto a Luis y Gilberto, integrantes del Colectivo Proyecto Lebu Colliguay fueron los encargados de conducir dicho evento.

 Al dar inicio al acto, Paola Narváez expresó lo siguiente:

“Nos emociona profundamente el tener esta convocatoria impresionante. El Colectivo Proyecto Lebu-Colliguay, que nació hace muy pocos años, ha logrado crear una unidad de trabajo tan grande, que nos hemos hecho conocidos a nivel nacional e internacional. Esta fecha no es casualidad, nos íbamos a reunir el año pasado acá, pero la naturaleza no lo permitió y ahora nos van a acompañar en esta jornada Gilberto Hernández, el editor de nuestros libros, quien nos visita desde Inglaterra, país que lo acogió después que nuestra patria lo traicionara; también está con nosotros Luis Madariaga, diseñador de las portadas de los libros y de los afiches de nuestros proyectos, que viene desde tierras danesas. Todos quienes estamos acá en este día nos hemos reunido con el esfuerzo de nuestro propio trabajo y con el apoyo de importantes unidades. Quiero saludar a Francia Jamett, encargada nacional de la Unidad de Memoria del Ministerio de las Culturas, que ha tenido un rol importante en la gestión de estos proyectos (…) “

Por su parte, Luis Madariaga manifestó que “es impresionante ver a tanta gente acá. Nunca pensamos que podía ser así por las dificultades y la distancia que significa llegar a este lugar. Soy una de las personas que estuvo en el Campo de Concentración de Isla Riesco, junto a varios compañeros que están hoy día también presentes aquí. Es muy emocionante esto, pero sin duda es producto de la lucha que hemos estado dando todos y todas para que la memoria siga existiendo y que no se puede olvidar (…) Queremos agradecer a Ecolliguay, la organización que nos ha estado cooperando y ha estado muy cerca de nosotros y muchas de las cosas que tenemos acá fue gracias a ellos.”

Por último, Gilberto Hernández agregó “también quiero expresar mi felicidad y alegría de estar con ustedes, de encontrar caras conocidas, reconocernos después de 50 años que no nos habíamos visto en algunos casos y compartir este encuentro con todos ustedes (…) desde el extranjero, donde estamos viviendo, llevamos adelante también una lucha de resistencia contra el olvido, por el rescate de la memoria, por eso nos integramos. Es una tarea que no termina con esta actividad, sino que la seguiremos llevando adelante para dejar un legado para las nuevas generaciones…”

En parte del testimonio entregado por Guillermo Castillo, perteneciente a la Agrupación de Marinos Antigolpistas (AMA), manifestó:

“Lo que más quisiéramos nosotros, como marinos, es hacer un recordatorio que en diciembre del 73 nos trajeron hasta acá, a este lugar de reclusión sin saber dónde estábamos. Pasaron algunas semanas y empezaron a llegar los paquetes, las tarjetas de la Cruz Roja, hasta que un día, uno de nosotros dijo que si llegaban las tarjetas era porque nuestros familiares nos habían encontrado, al fin sabrían dónde estábamos, pero eso sin saber que nuestras familias aún pensaban que nosotros estábamos en Isla Riesco o en Melinka, islas que están en el sur de Chile. También para algunos era la primera vez que nos encontrábamos y convivíamos con los compañeros políticos acá en Isla Riesco y fue una experiencia inolvidable, porque gracias a ellos muchos de nosotros, los marinos, sin tener conocimiento acabado de la política chilena, gracias a los compañeros con quienes compartimos la prisión, pudimos desarrollarnos políticamente. Para nosotros vivir en Isla Riesco, a pesar de todo lo que significó la prisión, fue un gran momento de solidaridad que vivimos junto a todos los compañeros prisioneros (…)”

Andrés, a nombre del Colectivo Ecológico Ecolliguay, hizo uso de la palabra para expresar:

“Venía pensando que cada cosa tiene su propio tiempo, así como el bosque tiene su propio tiempo, la Enredadera también lo tuvo. Por muchos años permaneció en forma anónima incluso para nosotros que vivíamos acá, pues la mirábamos como una escultura. Muy poca gente se paraba a saber de qué se trataba. Hablo de tiempo y de sincronía también, porque mientras instalábamos un letrero de Ecolliguay, que somos gente que trabajamos acá viendo el cuidado del valle, la limpieza del valle y las quebradas, al instalar el letrero leímos la plaquita y nos dimos cuenta de qué se trataba la Enredadera, y justo en ese momento pasó una persona que estuvo detenida acá, que conversó con Carolina, pero al mismo tiempo nos dimos cuenta que el emplazamiento de la Enredadera no era muy adecuado y así se armó todo este cuento que finaliza hoy día con tanta gente, que la verdad me sorprende. Siento que de alguna manera es una victoria el que este emplazada en este bosque, que hemos ganado un lugar, la Enredadera tiene su propio lugar de una manera súper digna y eso es muy bonito. Felices del resultado, muchas gracias a ustedes y nosotros estamos orgullosos también de haber contribuido a este logro.”

Antonio Oyarzo, integrante del Colectivo Proyecto Lebu Colliguay, relató en forma muy resumida cómo se fue gestando y concretando esta iniciativa, expresando que “hubo dos compañeros de Isla Dawson que vivieron en el lugar, Claudio Mardones y Víctor Sotomayor, un compañero que estuvo en varios lugares de reclusión; y fue Víctor quien nos puso en contacto con Carolina, del Colectivo Ecologista de Colliguay, ese fue el primer contacto. De ahí nace el interés, como lo dijo Andrés, de hacer algo diferente. Subimos con Verónica y con Ricardo, otros integrantes de nuestro colectivo, para ponernos de acuerdo en trabajar juntos. Hoy esa idea, ese trabajo, es una realidad que vemos materializada en este sitio de memoria tan particular (…)” Por otra parte, refiriéndose al trabajo de construcción de las maquetas del barco Lebu y del Campo de Prisioneros de Colliguay manifestó que “respecto a las maquetas de nuestros proyectos nos encontramos con Mario Puelche, un gran artesano que escuchó nuestros relatos, nuestras historias y las llevó a la práctica, primero con el barco Lebu y luego con Colliguay (…) Este trabajo de rescatar la memoria lo venimos haciendo desde hace un montón de años y me alegra mucho que los compañeros del Colectivo de ex Presos Políticos estén acá, casi en un 90%, eso no es menor, lo mismo digo de las compañeras del Colectivo del Buen Pastor que hoy nos acompañan en este acto (…) esta es una tarea que va a seguir, hay cosas pendientes para acondicionar y hermosear más este lugar y esa será una tarea de todas y todos (…) Como un dato adicional, pero muy importante, les puedo decir que nos costó como tres años averiguar dónde estaba inscrita la propiedad del fundo de la familia Matte Larraín, propiedad que fue facilitada a la Armada para la construcción del Campo de Concentración de Colliguay, pero el esfuerzo dio sus frutos y finalmente logramos saber que el Conservador de Bienes Raíces de Limache la inscribió, ahí está inscrita”

Como parte final de esta ceremonia se procedió a destapar e inaugurar la nueva Placa de Memoria, la cual fue gestionada por el Colectivo Proyecto Lebu Colliguay y la Agrupación de Marineros Antigolpistas (AMA), integrándose junto a la Enredadera de la Memoria al espacio denominado “Bosque de la Memoria” del valle de Colliguay.

Guillermo Correa Camiroaga, Colliguay 28 enero 2024

Instalan placa en Bosque de la Memoria en Colliguay

 

DOMINGO 28 DE ENERO 2024. ALTOS DE COLLIGUAY.

INSTALAN PLACA RECORDATORIA DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN QUE LA ARMADA DE CHILE  INSTALÓ EN ESTE LUGAR. CEREMONIA REALIZADA AL FINAL DE LA CUESTA, EN EL BOSQUECILLO DE INGRESO AL VALLE.

ALREDEDOR DE 90 PERSONAS LLEGARON A ACTO, A PESAR DE LAS DIFICULTADES  PARA LLEGAR Y LA LLOVIZNA.

HABLA LUIS MADARIAGA, EX RESIDENTE DEL CAMPO

HABLA GILBERTO HERNÁNDEZ, TAMBIÉN EX PRISIONERO

LENKO FRANULIC, PRAIS

GUILLERMO CASTILLO A NOMBRE DE LOS MARINOS REBELDES QUE PASARON POR EL CAMPO

INTERVIENE FRANCIA JAMET, ENCARGADA NACIONAL DE LA UNIDAD DE MEMORIA, CULTURA Y DDHH DEL MINISTERIO DE LAS CULTURAS.

PARTICIPA ANDRÉS, ORIUNDO DE COLLIGUAY, PARTE DE LOS VECINOS QUE SE HAN COMPROMETIDO CON ESTA CAUSA

CAROLINA Y MIGUEL, MÚSICOS Y CANTORES DE COLLIGUAY, INTERPRETAN UN TEMA DE ALTA CALIDAD MUSICAL

JOSÉ CARVAJAL Y EL SALUDO DEL PUEBLO PALESTINO

JAVIERA TOLEDO, ALCALDESA DE VILLA ALEMANA

EDUARDO PALMA, GESTOR DEL PRIMER SITIO DE MEMORIA  EN LA REGIÓN (RITOQUE)

ANTONIO OYARZO COORDINADOR DEL PROYECTO LEBU Y CAMPO DE COLLIGUAY

LA PLACA

QUEDA INSTALADA

MUESTRAN IMÁGENES DEL DESARROLLO DEL PROYECTO

Mario Aguirre Montaldo

 

 

Suprema confirmó fallo y condenó a detectives (r) por homicidio de exmarino antigolpista y militante del MIR Ernesto Zúñiga en 1982

Suprema confirmó fallo y condenó a detectives (r) por homicidio de exmarino antigolpista y militante del MIR Ernesto Zúñiga en 1982

Exagentes Martiniano Arias Fernández, Manuel Tibaldo Flores Jorquera y José Hernán Huaiquimil Uribe fueron condenados a 5 años y un día de presidio, en calidad de autores de un delito de lesa humanidad.

 

Por El Ciudadano

Hace 3 horas

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en la forma y en el fondo interpuestos en contra de la sentencia que condenó a 3 efectivos en retiro de la Policía de Investigaciones, en calidad de autores del delito consumado de homicidio simple de Ernesto Enrique Zúñiga Vergara (29 años, en la foto), cometido en enero de 1982, en la comuna de Pudahuel.

En fallo dividido (causa rol 104.326-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y la ministra María Teresa Letelier- confirmó la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que condenó a Martiniano Arias Fernández, Manuel Tibaldo Flores Jorquera y José Hernán Huaiquimil Uribe a 5 años y un día de presidio, en calidad de autores de un delito de lesa humanidad.

Revisa el fallo completo AQUÍ

Los hechos

En la sentencia de primer grado, el ministro en visita extraordinaria Mario Carroza Espinosa dio por establecidos los siguientes hechos: 

«1.- Que, con fecha 18 de noviembre de 1981, a raíz de diversos asaltos a bancos y los homicidios de tres funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile en atentado, la jefatura de esa institución ordena su investigación a un grupo operativo especial, entregándole la jefatura al comisario Martiniano Arias Fernández de la dotación de la Brigada Investigadora de Asaltos, B.I.A.;

2.- Que en virtud de este mandato, la Brigada realizó diversas averiguaciones, las cuales arrojaron la individualización de una de las personas presuntamente vinculada a los hechos investigados, esto es, al integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Ernesto Enrique Zúñiga Vergara, que en ese entonces respondía a los nombres políticos de ‘Carlos’ o ‘Esteban’, y se logra establecer en base a testimonios recopilados a otros detenidos, que en algún momento este debería concurrir a una casa ubicada en calle Teniente Cruz de la comuna de Pudahuel;

3.- Que al contar con esta información, el día 16 de enero de 1982, cerca del mediodía, se dispuso un operativo de vigilancia en las inmediaciones de la calle Teniente Cruz por Martiniano Arias Fernández, a la espera de la posible llegada de Ernesto Zúñiga Vergara, quien al acercarse al lugar percibe la presencia de los policías en el sector y decide abordar apresuradamente un microbús de la locomoción colectiva, una acción que lleva a los funcionarios policiales a seguirle con sus vehículos;

4.- Que en esa persecución, los agentes de la Brigada logran darle alcance en la intersección de las calles Teniente Cruz con José Joaquín Pérez, y desde uno de los vehículos desciende Martiniano Arias Fernández con dos de sus subalternos, Manuel Flores Jorquera y José Hernán Huaiquimil Uribe, con los cuales sube al vehículo en que viajaba Ernesto Zúñiga Vergara y el resto de los funcionarios policiales que les acompañaban lo rodean externamente;

5.- Que, ya en el vehículo, los funcionarios Martiniano Arias Fernández y Manuel Flores Jorquera se dirigieron de inmediato hasta los asientos posteriores en que se encontraba la víctima, quien al percatarse de la situación, habría procedido a extraer desde sus vestimentas un arma de fuego, respecto de la cual no ha sido posible establecer en autos que la haya utilizado, ya que antes es herido por los funcionarios policiales, quienes en un accionar desmesurado y en forma indiscriminada, utilizan sus armas de fuego para eliminarlo, tanto aquellos que suben al vehículo como los que se encontraban en el exterior, actuando evidentemente con el solo propósito de ejecutarle, ya que su cuerpo en la autopsia presentó al menos veinticuatro impactos de bala, circunstancia que sin lugar a dudas le ocasionó la muerte inmediata en el lugar».

Marino antigolpista

Ernesto Zúñiga Vergara formó parte del grupo conocido como los «marinos constitucionalistas» o «marinos antigolpistas», conformado por funcionarios de la Marina de Chile, principalmente de la tropa, que intentó organizarse para desbaratar el plan golpista que planeaban los oficiales de la Armada en 1973.

El grupo fue detectado por la inteligencia naval y desarticulado, siendo sus integrantes detenidos y brutalmente torturados a partir de agosto de ese año.

La situación de los marinos antigolpistas marcó las últimas semanas del gobierno de Allende. Las denuncias de las torturas causaron conmoción en el pueblo que ya empezó a presentir lo que iba a pasar.

Compartimos a continuación un testimonio sobre Ernesto Zúñiga Vergara, escrito por su compañero en la Marina, Jaime Salazar.

A 40 años de la ejecución de Ernesto Zúñiga Vergara

https://www.elciudadano.com/chile/suprema-confirmo-fallo-y-condeno-a-detectives-r-por-homicidio-de-exmarino-antigolpista-y-militante-del-mir-ernesto-zuniga-en-1982/01/08/

 

Corte Suprema condena a ex oficiales y miembros de la Armada por crimen de obrero textil de Tomé en 1973

Corte Suprema condena a ex oficiales y miembros de la Armada por crimen de obrero textil de Tomé en 1973

La Corte Suprema rechazó el recurso de casación interpuesto en contra de la sentencia que condenó a ex oficiales y miembros de la Armada por su responsabilidad en el delito consumado de homicidio del obrero textil Ricardo Antonio Barra Martínez, perpetrado el 28 de septiembre de 1973 al interior del Fuerte Borgoño en la Base Naval de Talcahuano.Por Darío Núñez

En fallo unánime (causa rol 132.141-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos, la ministra María Teresa Letelier y el abogado (i) Ricardo Abuauad- descartó error de derecho en la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Concepción, que confirmó la de primer grado que condenó al entonces teniente de la Armada Julio Humberto Salvador Alarcón Saavedra a la pena de 5 años y un día de presidio, en calidad de autor inductor del delito, y al entonces soldado conscripto Patricio Enrique Salamanca Marín a 3 años y un día de presidio, como autor material del crimen.

Por tanto, se resuelve que: “se rechazan los recursos de casación en el fondo interpuestos por las defensas de los sentenciados Salamanca Marín y Alarcón Saavedra, contra la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Concepción de veinticinco de agosto de dos mil veinte, la que por consiguiente, no es nula”, dictaminó la Suprema.

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En la causa, los también ex oficiales de la Armada Aníbal Octavio Aravena Miranda y Omar Antonio Dapick Bitterlich fueron condenados en primera instancia a solo 541 día de presidio como autores de apremios ilegítimos, y esa sentencia queda confirmada pues no presentaron ningún recurso posterior.

En la investigación judicial y fallo de primer grado, el ministro en visita Carlos Aldana Fuentes dio por establecido que el 27 de septiembre de 1973, alrededor de las 8:00 horas, personal de la Comisaría de Carabineros de Tomé, a cargo del mayor Juan Humberto Utreras Chávez, apoyado por personal de la Armada, realizó un operativo sobre la casa signada con el N° 10 en el cerro Miramar, con el objetivo de detener a personas denunciadas como extremistas de izquierda.

En el operativo se detuvo a cuatro personas, todas miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), residentes en Tomé. Los detenidos fueron los obreros textiles de la industria Paños FIAP Tomé, Héctor Manuel Lepe Moraga, de 29 años de edad, Tránsito del Carmen Cabrera Ortiz, de 28 años, Ricardo Antonio Barra Martínez, de 24 años, y el estudiante universitario Miguel Ángel Catalán Febrero, 24 años de edad.

Todos los detenidos fueron trasladados a la Comisaría de Tomé donde fueron interrogados y torturados. Mientras los detenidos se encontraban en los calabozos de la comisaría, también fueron interrogados -especialmente Barra Martínez- por oficiales de la Armada, con aplicación de torturas y rigor innecesario, como quemaduras con cigarrillos en el cuerpo, golpes de pie, puño y con objetos contundentes en el cuerpo y colgarlos de los pies para sumergirle la cabeza en un tambor con agua.

Entre algunos de los oficiales que realizaban estas prácticas se encontraban el entonces teniente Omar Antonio Dapick Bitterlich, quien dependía de Eduardo Silva Gordon (fallecido) y estos del capitán de Navío, director de la Escuela de Grumetes y jefe de plaza de Tomé -lugar que se encontraba en estado sitio-, Aníbal Octavio Aravena Miranda.

Al día siguiente (28 de septiembre de 1973), alrededor de las 11:00 horas, Carabineros de Tomé puso a disposición y entregó a los cuatro detenidos al jefe de plaza de Tomé, capitán de Navío Aníbal Octavio Aravena Miranda, los que fueron trasladados a la Fiscalía Naval de Talcahuano, custodiados por personal de la Armada, ingresando los detenidos al Fuerte Borgoño, a cargo del Destacamento de Infantería de Marina, Aldea.

En esas condiciones, Barra y los otros detenidos llegaron al Fuerte Borgoño donde fueron recibidos por personal de la DIM quienes les propinaron una brutal golpiza de bienvenida. Estando ya detenidos en el lugar denominado ‘La Ciudadela’, el teniente Julio Alarcón Saavedra le dio orden al soldado conscripto Patricio Salamanca Marín para que le diera una golpiza a Barra Martínez -quien se encontraba visiblemente torturado-. El individuo Salamanca procedió a golpearlo fuertemente, a raíz de lo cual Barra pierde el aliento y se desploma al suelo, perdiendo la vida.

La Armada informó que la causa del deceso había sido ‘Muerte súbita. Infarto cardiaco’, ocurrida a las 23:30 horas del día 28 de septiembre de 1973, registrándose así en el certificado de defunción del detenido y el cuerpo fue entregado posteriormente a los familiares, en urna sellada”.

Posteriormente, los otros tres detenidos fueron ingresados en la Cárcel de Tomé desde donde fueron sacados por miembros de la Armada el día 9 de octubre para ejecutarlos en Quebrada Honda, en la ruta entre Tomé y Penco.

‘Isla Riesco: Historias ocultas de Colliguay’

 

En ‘Isla Riesco: Historias ocultas de Colliguay’ nos adentramos en una de las caras poco conocidas de la Dictadura Cívico-Militar chilena de voz de sus propios protagonistas. Durante algunos meses en la alejada zona rural de la comuna de Quilpué, en la V Región, funcionó un centro de detención que en relato de quienes ahí estuvieron “era un típico campo de concentración nazi”. Este documental se enmarca en el trabajo de rescate de memoria histórica realizada por ex-presos políticos de este campo de concentración, donde junto al retablista y artesano porteño Mario ‘Puelche’ construyeron una maqueta a escala del campo, además de un libro que expone distintos relatos y vivencias de ex-presos políticos de Colliguay y un relato, tanto fotográfico como escrito, del comunicador Guillermo Correa. Con estos elementos, junto a este documental, se levantó una exposición itinerante llamada “Isla Riesco: Historias ocultas de Colliguay” que espera recorrer distintos territorios buscando fortalecer la memoria histórica contra la impunidad y el olvido.

Realización audiovisual: Miguel Moya Diez.

 

 

LA ENTREVISTA PRIVADA. Nelson Caucoto, confesiones de medio siglo en labor en DDHH

 

LA ENTREVISTA PRIVADA. Nelson Caucoto, confesiones de medio siglo en labor en DDHH

Su llegada en 1976 a la Vicaría de la Solidaridad, siendo un egresado de Derecho de la Universidad de Concepción. Entró “para servir en un momento que era peligroso, para apoyar a tanta gente que estaba afligida” y afirma que “nadie puede no conmoverse con el nivel de atrocidades que se cometían”. Confiesa que de todos estos años guarda secretos que resguardará. Sostiene que hoy “una noticia de derechos humanos no es noticia” en la prensa tradicional y que “el negacionismo es alimentado por los medios de comunicación”. Y sentencia: “Creo que se sabía más en dictadura en materia de derechos humanos, de lo que está pasando hoy”. El jurista opina que “Punta Peuco es el punto culminante de la gran desigualdad que existe en Chile en materia penitenciaria” y se muestra optimista frente al Plan Naciones de Búsqueda de detenidos desaparecidos: “Pienso que si se hacen bien las cosas, se pueden llegar a buenos resultados”.

 

Hugo Guzmán Rambaldi. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 1/12/2023. Conmueve escucharlo cuando habla de 47 años dedicado a casos de personas torturadas, arrojadas al mar, violadas, víctimas de terribles atrocidades, desaparecidas, fusiladas, detenidas ilegalmente.

Nelson Caucoto Pereira, abogado, 72 años, ha estado al frente de decenas de procesos por violaciones a los derechos y crímenes de lesa humanidad y califica de “conmovedores”, “espantosos”, “dramáticos”, “una cuestión inhumana”, los casos que le tocó conocer y litigar, producto de la acción represiva de agentes del Estado durante la dictadura.

“Hay pocos, pero existen secretos”, para resguardar a los familiares de las víctimas de tantos horrores, dice en entrevista con ElSiglo.cl.

No se había titulado de abogado y se acercó, primero, al Comité por la Paz en Concepción, con la idea de ayudar, pero finalmente terminó trabajando en la Vicaría de la Solidaridad en Santiago y no paró por casi ya medio siglo. Eran años de la más terrible represión: “Llegué ahí y me sentí muy albergado y eso contagia la mística interior y el miedo queda en segundo lugar”, asevera.

Nara de sus inicios: “Estudié derecho en la Universidad de Concepción, llegué el año 1969, era militante de la Democracia Cristiana y de ahí salté a la Izquierda Cristiana en 1971 y no me moví más, sigo siendo de la IC. Entré a una universidad donde el progresismo era notorio, con gran contenido político, la derecha no existía, el MIR era muy potente, y también la Unidad Popular, donde estaba el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Mapu, la IC”.

Abunda: “Vino el golpe de Estado, estaba en quinto año de la carrera de Derecho, y con un compañero de curso fuimos a ofrecernos al Comité por la Paz que se había abierto, pero nos dijeron que no había cupo, que estaba llena la planta. Nosotros les dijimos que íbamos ad honorem, pero nos agradecieron y nos dijeron que ya no se podía. Yo quedé con el bichito de cooperar, de ayudar en algo, y a través del contacto de una Asistente Social que trabajaba en el comité en Santiago, supe que se iba a formar la Vicaría de la Solidaridad, en enero del ’76, y ella me dijo que me presentara. Llegué, me presenté, y me pusieron en contacto con la abogada Fabiola Letelier. Diría que ella fue la que me abrió las puertas, fue la gran responsable de que yo haya ingresado a la Vicaría, me ayudó mucho, me cobijó, yo era un tipo de provincia, no conocía a nadie, y mi único interés era ayudar”.

¿Usted es originario de Iquique?

Soy natural de la pampa, al interior de Iquique, soy de la salitrera Alianza.

¿Y cuándo llegó a la Vicaría, ya estaba titulado de abogado?

No, yo había egresado, estaba haciendo la práctica en Santiago, pero no era abogado. Me recibí de abogado estando dentro de la Vicaría, en junio de 1976.

¿Qué lleva a un joven abogado, recién titulado, con opciones de que le vaya bien como abogado, a ese compromiso con víctimas de violaciones a los derechos humanos? Estamos hablando más que de tiempos difíciles, de tiempos peligrosos, terribles.

En la Universidad de Concepción era casi un eslogan el decir que uno tenía que devolver a la sociedad lo que la sociedad había hecho por uno. Le debo mucho a mis padres por el esfuerzo que hicieron, pero sabía que la sociedad en su conjunto aportaba para que los jóvenes universitarios se desarrollaran y la manera de devolver la mano a la sociedad era poniéndose al servicio de la gente. Ese mensaje era muy fuerte, siempre me marcó y siento que es parte de lo que se denomina como el bien común. A través de esa ayuda puedes trascender en una profesión, con tus obras, pero tienes que devolver lo que la sociedad hizo por ti, esa es la motivación para mi trabajo en derechos humanos y para servir en un momento que, como decías, era peligroso, pero uno era útil para apoyar a tanta gente que estaba afligida, que estaba siendo vulnerada en sus derechos, que era perseguida, que estaban ultimando y haciendo desaparecer. Frente a eso no podía quedar indiferente.

¿A usted le sorprendió el nivel de atrocidades que se cometían?

Por supuesto. Nadie puede no conmoverse con el nivel de atrocidades que se cometían, era espantoso, una cuestión inhumana. La cercanía con los familiares de las víctimas viene desde ahí, y uno se fue haciendo parte de esa gran familia. Se produjo un tema humano muy profundo.

¿En algún momento sintió miedo?

Mentiría se dijera que sentí miedo, no sentí miedo. Siempre me sentí muy estimulado porque la Vicaría era una institución de Iglesia y yo sabía que tenía un gran poder en Chile. Era otra Iglesia, comprometida, capaz de alzar la voz frente a la dictadura, y lo hizo, y me sentía protegido. Soy cristiano y siempre me he sentido protegido por una imagen de San Francisco de Asís que estaba a la entrada de la Vicaría, y donde decía “bienaventurados los que luchan por la justicia”. El interior de la Vicaría era pura fraternidad, solidaridad, fue una casa de acogida inmensa, para los funcionarios y para los familiares. Llegué ahí y me sentí muy albergado y eso contagia la mística interior y el miedo queda en segundo lugar.

Había un contraste. Porque como abogados tenían que ir a los Tribunales, ver a los jueves, a los gendarmes, meterse en el ambiente del Poder Judicial en plena dictadura.

Era complicado por la nula recepción que teníamos. Los Tribunales era un espacio cerrado, no teníamos ninguna llegada, ninguna amabilidad, y te vas acostumbrando a litigar a pérdida, todo lo que hacíamos era pérdida, no recuerdo un triunfo en esa época. Me negaban amparos, defendía a presos políticos sin logro alguno, hacíamos todo lo relacionado con violaciones a los derechos humanos y no recuerdo haber tenido algún éxito judicial. Era espantoso. Te acostumbrabas a saber que debías tener constancia, vivir bajo la lógica de que mañana será distinto, que alguna vez cambiará la situación, que no podía ser siempre así, que no podemos vivir así. Al final, claro, te percatas que las cosas no son eternas, los países cambian, los jueces cambian, las circunstancias cambian.

¿Y usted de que vivía? En esos años hubo abogados que ganaron mucho dinero. Pero usted, como otros, estaba dedicado a defender casos de derechos humanos, no a ganar dinero.

Antes de entrar a la Vicaría, llegué a la oficina de unos abogados, trabajé de secretario de esos abogados, atendía al público. Después llegué a la Vicaría y pagaban bien, y hay que entender que la Vicaría no habría existido como existió si no es por la solidaridad internacional, por eso es que este país tiene que cultivar la solidaridad internacional. Estaba el Consejo Mundial de Iglesias, la Comunidad Económica Europea, muchas instituciones. Era destacable que el abogado más importante de la Vicaría, ganaba casi lo mismo que el joven que era portero, no había gran diferencia en los sueldos.

¿En esos años hizo su vida, se casó, tuvo hijas, hijos?

Me casé, tuve cuatro hijos, seguí en la labor de derechos humanos, la vida transcurrió. De repente me sentí atrapado en el tema, pero atrapado con entusiasmo. Fuimos abriendo un camino incluso para decirles a los jóvenes que uno puedo vivir si trabaja en derechos humanos, se abren espacios, los derechos humanos están en todas partes, en todos lados, y lo miro como una tabla de salvación para la Humanidad. Si no somos capaces de convivir en un margen de convivencia consensuada entre todas las personas, la vida será imposible.

“No tiene sentido vivir en una democracia donde se violan los derechos humanos”

Es recurrente a ir al tema de derechos humanos en relación a la dictadura. ¿Hay que hacer un esfuerzo por instalar el tema ahora, que sea mejor asimilado por la sociedad chilena? Puede existir una tentación de dejarlo algo de lado ahora que estamos en una democracia formal.

Parto de la base de que la democracia, el sistema democrático, que es un sistema que hay que profundizar y ampliar en todos sus aspectos, se basa en un sustento moral que es el respeto, el reconocimiento, la promoción y la garantía de los derechos humanos. O sea, ése es el elemento moral que fortalece la democracia, es el elemento fundacional de la democracia. No tiene sentido vivir en una democracia donde se violan los derechos humanos todos los días, eso es anti ético, algo absolutamente contradictorio. El fundamento moral de la democracia son los derechos humanos.

Tienes razón en que hay que comenzar a profundizar en el tema y su actualidad. Hace unos días unos militares presos en Punta Peuco sacaron una declaración hablando de la responsabilidad de los altos mandos, que los responsables no son los subordinados, y dijeron algo muy destacable, y es que sus actuaciones fueron porque las instituciones los formaron así, en el amor a la Patria, descuidando el amor, el afecto, la cercanía que hay que tener por las personas. Se les educó diciendo que esa persona que estaba al frente era un enemigo y por tanto había que aniquilarlo. Tú no puedes, ahora, desarrollar el amor a la Patria sino desarrollas el amor a la gente que vive dentro de esa Patria. No se puede formar a la gente y menos de las instituciones armadas en función de ejecutar o violentar a enemigos, que es gente de la misma Patria. Los civiles no somos enemigos de los militares y los militares no tienen que ser enemigos nuestros. Ahí hay una clave, y es la falta de educación, en todas las instituciones, sobre derechos humanos. Claro que yo predico que los derechos humanos no sólo se deben enseñar o abordar sólo dentro de las Fuerzas Armadas o policiales, también en las universidades, en la educación básica y media, hasta en la educación pre-escolar. Así vas cambiando a la sociedad y vas a tener una democracia y una sociedad más amplia y más vivible.

¿Cuál ha sido el caso más difícil, más dramático, que le tocó abordar en materia de violaciones a los derechos humanos en estos casi cincuenta años?

Todos los casos son inmensamente conmovedores. Cómo no conmoverse con el caso de las víctimas de Paine, fue espantoso lo que pasó ahí. El caso de La Moneda, esa gente que se mantuvo leal junto al Presidente Salvador Allende, la actitud digna de Allende y sus colaboradores, la gente no entiende lo que fue estar dentro de La Moneda bombardeada, incendiada, llena de humo, atacada, estar ahí y mantenerse. Después a muchos los matan impunemente, desarmados. Cómo no me voy a conmover con el menor (Carlos) Fariña, un niño de 13 años que estuvo desaparecido más de 20 años y lo encontraron muerto en Américo Vespucio con San Pablo, que fue rociado con bencina y lo quemaron, cómo no va a ser espantoso. El caso de Lonquén, fue dramático, se gastó la mayor cantidad de prensa en ese caso y cuando lo terminamos, hace tres o cuatro años, no se publicó prácticamente nada, que se entregaron los cuerpos y se condenó a los sujetos responsables, que se trago alguna conformidad a esas familias. Cómo no conmoverse con las víctimas del Comando Conjunto, de la Dina, lo que sufrieron las víctimas en Londres 38, en Villa Grimaldi, en la casa de José Domingo Cañas. Lo que pasó con los campesinos de Liquiñe, el caso del asesinato de Víctor Jara, lo que ocurrió con José Tohá, Bautista Van Schouwen.

“Una noticia de derechos humanos no es noticia en los medios tradicionales”

Usted hace referencia a la información. ¿Cómo ve en la actualidad el papel de la prensa y los derechos humanos?

Creo que hoy no han cambiado los parámetros. Una noticia de derechos humanos no es noticia en los medios tradicionales. No es noticia en El Mercurio, La Tercera, La Segunda, en la televisión, muchas radios, no es noticia lo que ocurra en derechos humanos. Mira, en esto del negacionismo, el negacionismo es alimentado por los medios de comunicación. En agosto de este año, 54 agentes del Estado fueron condenados a cárcel, en un mes. ¿Eso no es noticia? En cualquier parte del mundo eso es noticia, aquí no. Los matinales de la televisión están para meterles miedo a las personas, que la gente no salga, que están asaltando en todas partes, que los portonazos, que los migrantes, es puro miedo lo que transmite la televisión casi todo el día. Pero esos noticias de derechos humanos, donde precisamente se condena a personas que cometieron delitos violentos, no sale. Por eso le encuentro razón al Presidente (Gabriel) Boric cuando dice que en los diarios salen puras noticias malas, que no están las noticias buenas. Si te niegas a publicar informaciones de este tipo, que con importantes para la sociedad, entras en una afectación. En la desinformación de los medios hay un alimento enorme para el negacionismo.

Afortunadamente existe esta prensa alternativa, digital, electrónica, que nos permite salir con informaciones sobre derecho humanos. Vivimos un mundo distinto con lo que publica la prensa tradicional y lo que publica la prensa alternativa. Esa prensa alternativa, por cierto, debiera tener el apoyo estatal, y el contrario, el Estado fortalece económicamente a la empresa privada, empresarial, que oculta tema como el de los derechos humanos. Hay que apoyar a los medios alternativos de distintas maneras.

Usted lleva 47 años dedicados al tema de derechos humanos, defendiendo a víctimas, buscando a los responsables y que sean procesados, es crítico respecto a temas en esta materia, sigue  bregando por aclarar hechos, ¿siente que el sistema lo quiere sacar a un lado, siente que es incómodo para la institucionalidad, que lo quieren marginar, que no le dan espacios?

Hay algo de eso, sin lugar a dudas. Uno se acostumbra. En ese sentido, esto no es distinto al tiempo de la dictadura. Mira, fíjate lo que te voy a decir. En tiempo de dictadura nos prodigábamos espacios en la prensa tradicional, empresarial. Salían noticias de lo que hacíamos en La Cuarta, en La Tercera, en Las Últimas Noticias, en El Mercurio. También en algunas radios y algunos canales de televisión. Porque te familiarizabas con los periodistas en la sala de prensa de Tribunales, por la vía del conocimiento público e incluso de un favor, salía algo de información, algo de lo que les informábamos a esos periodistas, y si no era por esa vía, nadie habría sabido nada de lo que pasaba en el tema de derechos humanos. Creo que se sabía más en dictadura en materia de derechos humanos, de lo que está pasando hoy, en los medios tradicionales.

Había periodistas dedicados a eso, sensibilizados con eso.

Claro, había periodistas que sabían perfectamente de qué se trataba lo de derechos humanos, los procesos, estaban al tanto e informaban. Eran personas avezadas en el tema, conocían lo que ocurría, y tenían un compromiso con la verdad. Eso era importante. Me parece que teníamos más prensa en los diarios tradicionales en la época de la dictadura que ahora. Y quiero insistir en el papel de los medios alternativos, incluso en dictadura, que siempre informaron todo lo de derechos humanos.

Plan de Búsqueda: “Si se hacen bien las cosas, se pueden llegar a buenos resultados”

¿Usted está de acuerdo en que hay que cerrar Punta Peuco como cárcel especial para violadores de derechos humanos?

La verdad que a estas alturas ni me he puesto a pensar. Siempre he dicho que Punta Peuco es el punto culminante de la gran desigualdad que existe en Chile en materia penitenciaria, es como un monumento a la desigualdad. Desde esa perspectiva, indudablemente que no me gusta Punta Peuco. Es cosa de ir a la Penitenciaría o a Santiago 1 y ver cómo viven los internos ahí, que han cometido delitos menos graves que esos militares, delitos menos repudiables que los cometidos por los que están en Punta Peuco, y hay que ver cómo viven los de Punta Peuco, llenos de privilegios que no tiene los que están en la Penitenciaría u otras cárceles.

¿Está optimista o reticente con el Plan Nacional de Búsqueda?

Soy por naturaleza optimista. Hay que valorar ese plan porque es serio, compromete a todo el Estado en una tarea tan noble como es encontrar a los desaparecidos, y eso hay que alimentarlo con optimismo. Hay formas de llegar a determinada información, la información sobre los detenidos desaparecidos está diseminada a lo largo y ancho del país. Hay mucha gente que tiene información y no la ha entregado. El Estado tiene que ir a los agentes que están presos, que están libres, y hacer esa búsqueda.

Las Fuerzas Armadas y Carabineros dicen que no hay más información.

No, no, no. Creo en un tema humano, y un tema humano es cuando la gente entra en una edad y avizora el final de sus días, está dispuesto a revelar secretos, a contar. Mira, los secretos familiares ¿cuándo se develan?, cuando la persona está en el lecho de muerte. Me parece que eso puede pasar con esa gente, que hay información que poseen y que la pueden entregar con el transcurso del tiempo. Quizá hay quienes quisieran terminar bien, en paz con su consciencia, no seguir haciéndole daño a los familiares de los desaparecidos y entregar cierta información. Creo en ese aspecto humano. Además están las pericias, las técnicas.

¿Entonces cree que de los más de mil detenidos desaparecidos hay posibilidades de saber qué ocurrió con ellas y con ellos?

De algunos, no creo que todos. Cómo vamos a saber qué pasó con la gente que tiraron al mar. El Ejército reconoció que había lanzado 200 personas al mar, cómo las vamos a encontrar. Pero puede haber noticias respecto de algunas personas. Tengo algo de optimismo, pienso que si se hacen bien las cosas, se pueden llegar a buenos resultados. Hay que aportar a eso.

«De los familiares destaco una cualidad. La lealtad».

¿Cuál en su percepción sobre las y los familiares de las víctimas, qué le deja la convivencia de todos estos años con ellas y ellos?

Tengo un tremendo cariño hacia ellos, de esos cariños profundos que se van alimentando con el paso de los años. De los familiares destaco una cualidad que me conmueve, y he estado pensando en eso este último tiempo. La lealtad. Hay gente que acompañé desde 1976 y les sigo acompañando hasta el día de hoy. No se cansaron de mi, siguieron conmigo, y eso es muy emocionante. Esos son sentimientos puros, sinceros, son cosas que uno va labrando a lo largo de la vida. Sin el movimiento de derechos humanos, sin los familiares de las víctimas, no habría existido todo el avance que hubo. En ellos descansa toda esta lucha por justicia. Descansa también todo el sentido que le he dado a mi profesión.

En todos estos años, con todo lo que le tocó conocer y litigar, ¿guarda secretos, guarda información que es mejor no contarla?

Sí. Hay algo que se debe guardar para no herir a los familiares de las víctimas. Uno es reservado. He tratado de cuidar que no aparezca por ningún lado una pista de algo que es mejor resguardar. Hay pocos, pero existen secretos.

 

Observaciones preliminares de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Dra. Alice Jill Edwards, al concluir su visita a Chile

 

 

Observaciones preliminares de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Dra. Alice Jill Edwards, al concluir su visita a Chile

(16 al 27 de octubre de 2023)

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Vea abajo la versión en inglés

English version below

Tuve el placer de hacer una visita a Chile desde el 16 al 27 de octubre de 2023 como Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al Gobierno por su ejemplar cooperación con mi mandato durante la visita.

De acuerdo con la metodología del mandato puedo indicar que se me otorgó acceso completo a todos los lugares que buscaba inspeccionar. Estas visitas se hicieron sin previo aviso, incluso durante los fines de semana. Al menos una de las visitas tuvo lugar de noche.

Tuve el honor de reunirme con el Ministro de Relaciones Exteriores; la Ministra del Interior y Seguridad Pública; el Ministro de Justicia y Derechos Humanos; la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género; el Presidente de la Corte Suprema, las Comisiones de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y Senadores; el Fiscal Nacional; el Defensor Nacional; el Director Nacional del Servicio Médico Legal; el General Subdirector de Carabineros de Chile y la General a cargo de Derechos Humanos; los miembros del Instituto Nacional de Derechos Humanos; los miembros del Comité para la Prevención de la Tortura (Sistema Nacional de Mecanismo de Prevención de Chile); miembros de la Defensoría de la Niñez y la Directora del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

También me reuní con representantes del sistema de las Naciones Unidas. Quiero agradecer al Coordinador Residente de las Naciones Unidas, al Representante Regional para Sudamérica y al equipo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos por su apoyo invaluable y además al equipo de las Naciones Unidas en el país por la asistencia que brindaron durante la visita. También quisiera agradecer la presencia y la ayuda del perito forense, Profesor Duarte Nuno Viera, quien me acompañó durante toda la visita.

Agradezco a todas las organizaciones no gubernamentales, a las personas defensoras de los derechos humanos, a las familias de las víctimas y sobrevivientes de violaciones a los derechos humanos y a los representantes de la sociedad civil que se reunieron conmigo y compartieron sus historias, experiencias y conocimientos.    Espero continuar el diálogo positivo con el Gobierno y otros actores relevantes sobre las recomendaciones que presentaré en el informe completo de la visita.

Objetivo de la visita   

El objetivo de la visita era evaluar los avances de Chile en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales de prohibir y prevenir la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes donde sea que ocurran y formular recomendaciones para los desafíos y proporcionar los recursos jurídicos y rehabilitación a víctimas y sobrevivientes.

Examiné los marcos legales e institucionales del país sobre la prohibición y prevención de la tortura; la investigación y el procesamiento de denuncias de tortura u otros malos tratos; las condiciones y los estándares de trato para las personas privadas de libertad en diversos entornos como cárceles, instituciones psiquiátricas, celdas de tribunales, comisarías (de Carabineros y de la Policía de Investigaciones) y centros de detención juvenil; y centros para el cuidado de niños en custodia no penal del Estado.

Al visitar los centros de privación de libertad, presté especial atención a las personas en mayor riesgo, incluidas las mujeres, los niños, niñas y adolescentes, la comunidad LGTBQI+, las comunidades indígenas, los extranjeros y las personas con discapacidad.

Los lugares y recintos que visité   

En la región de Valparaíso, visité dos comisarías de Carabineros de Chile, la Segunda Comisaria Central Valparaíso y la Comisaria de Carabineros N°1 de Viña del Mar; un hospital psiquiátrico, el Hospital del Salvador; y dos residencias para el cuidado de menores en custodia del Estado (Residencias Familiares de Administración Directa del Estado), la Residencia Valparaíso en Cerro Alegre (para niñas) y la Residencia Viña del Mar (para niños).

Visité tres cárceles en la región de La Araucanía, el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, el Centro Penitenciario Femenino de Temuco y el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Angol. También visité el complejo policial de la Policía de Investigaciones (PDI) de Temuco y las celdas del Juzgado de Garantía de Temuco.

En la región de Tarapacá visité tres comisarías de Carabineros de Chile, la Primera Comisaria Central y la Cuarta Comisaria (Comisaria Cavancha) en Iquique, y la Tercera Comisaría de Alto Hospicio, y una unidad de la PDI en Iquique.

En Iquique también visité un centro de detención juvenil, el Centro de Internación Provisoria (CIP) y de Régimen Cerrado (CRC) y Semicerrado (CRS), el Hospital Regional Dr. Ernesto Torres Galdames, específicamente su Unidad Hospitalaria de Cuidados Intensivos Psiquiátricos y también el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio.

Hasta ahora he visitado cuatro cárceles, cinco comisarías de Carabineros de Chile, dos unidades de la PDI, las celdas de un tribunal, dos hospitales psiquiátricos, un centro de detención juvenil y dos residencias para el cuidado de menores. La misión también visitó el servicio médico legal en Santiago y Temuco.

Al momento de redactar este informe la misión estaba haciendo las visitas en Santiago. La lista completa se incluirá en el informe final.

Contexto de la visita   

Mi visita coincidió con los aniversarios de dos momentos cruciales de la historia de Chile. El 11 de septiembre de 2023 se cumplieron cincuenta años del golpe militar. Durante la dictadura que siguió la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones sumarias se llevaron a cabo con un flagrante desprecio por el estado de derecho y por la vida y la dignidad inherentes al ser humano.

El período de Pinochet y los actos de tortura que se perpetraron dejaron profundos impactos en los cuerpos y en las mentes de todos los chilenos, a pesar de que actualmente muchos de ellos nacieron después de la dictadura y no tienen memoria viva de ello. Los efectos de la tortura a una escala tan amplia los sienten sus víctimas directas y sus familiares y también la sociedad en su conjunto, incluso a través de las generaciones.

La sombra del tortuoso régimen de Pinochet se mencionó durante la visita en muchas conversaciones con distintos interlocutores. Para muchos actúa como una señal de advertencia para continuar avanzando hacia adelante con la necesidad de estar siempre vigilantes.

Los dramáticos eventos que ocurrieron en Chile y en otros lugares de Sudamérica impulsaron el establecimiento de las sólidas reglas y mecanismos del sistema de las Naciones Unidas para prevenir y limitar el riesgo de la tortura y otros tratamientos inhumanos, incluido mi mandato como Relatora Especial, que durante casi cuarenta años les ha dado a las víctimas una vía de esperanza en la búsqueda de reparación y la obtención de justicia.

El segundo momento crucial fue el cuarto aniversario del 18 de octubre de 2019, donde la dura respuesta frente a las protestas (estallido social) provocó violaciones masivas a los derechos humanos. Miles de personas tuvieron que buscar tratamiento de emergencia en los hospitales y los informes indican que alrededor de 350 personas sufrieron lesiones oculares (mutilaciones e incluso ceguera). Los alegatos de violencia sexual, apremios ilegítimos y tortura siguen en investigación.

La arquitectura de los Derechos Humanos en Chile   

Chile ha realizado notables avances desde la era de Pinochet. Ha emprendido numerosas e importantes reformas jurídicas e institucionales para inculcar una cultura de derechos humanos en todo el país y en distintos sectores. Acá mencionamos algunas.

Chile es parte de los principales tratados sobre los derechos humanos, entre otros el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (consulte los artículos 7, 9, 10 y 4  11), la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos (artículo 5) y la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.

El activo papel de liderazgo conjunto de Chile en la Iniciativa de la Convención contra la Tortura es un modelo de cooperación internacional en materia de derechos humanos para prohibir y prevenir la tortura a escala nacional y mundial.

Felicito al Estado de Chile por la difusa arquitectura de derechos humanos que se ha construido, incluido el establecimiento de una Institución Nacional de Derechos Humanos de primera categoría1 y el Comité para la Prevención de la Tortura que sirve como mecanismo nacional de prevención en conformidad con el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura.

Otras instituciones como la Defensoría de la Niñez también desempeñan una función importante de supervisión y asesoramiento.

También quiero destacar el trabajo de las Comisiones de Derechos Humanos que operan tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y el papel que desempeñan en mantener la prohibición y la prevención de la tortura en la agenda parlamentaria.

Más aún, destaco que se han establecido unidades de derechos humanos que operan dentro de los ministerios, departamentos y agencias del gobierno incluida la Fiscalía, la PDI, Carabineros y el sistema penitenciario (Gendarmería).

Una sociedad civil sin temor y con conocimientos puede hablar abiertamente y salir a las calles con regularidad. Este es una señal de desarrollo y madurez democrática.

Soy consciente del proceso de reforma constitucional en curso impulsado por el estallido social de 2019. Quiero aprovechar esta oportunidad para alentar a todos los chilenos a no transigir con los derechos humanos fundamentales.

La prohibición absoluta de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes son una obligación irrenunciable del Estado y su reconocimiento y aplicación debe estar por sobre la política.

Denuncias, investigaciones y enjuiciamientos por delitos de tortura y otros malos tratos 

Principios generales  

Se debe investigar cada acto de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El deber del Estado de investigar y procesar los casos, lo cual comienza por promulgar legislaciones que establecen el derecho a presentar denuncias y concluye con el procesamiento, el juicio y la condena de los presuntos autores o el sobreseimiento del caso en base a un razonamiento judicial sólido; o la extradición del imputado para ser juzgado en otra jurisdicción.

1 https://ganhri.org/membership/

Las investigaciones y procesos efectivos reconocen el sufrimiento y entregan justicia y paz a las víctimas y las comunidades. El deber está estrechamente relacionado con el derecho de las víctimas y los sobrevivientes a interponer recursos y obtener reparaciones. Las investigaciones oportunas, imparciales y transparentes también ayudan a mejorar el comportamiento de los funcionarios y a desarrollar o restablecer la confianza en la administración de la justicia (A/HRC/52/30).

Observaciones generales  

La definición de la tortura en la Ley 20968 se ha actualizado de acuerdo con los comentarios del Comité contra la Tortura; sin embargo, la definición del delito de tortura aún no está alineado con el Artículo 1 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura.

En particular, la lista cerrada de “fines” por los que el dolor o sufrimiento grave infligido por las autoridades del Estado se convierte en tortura en la Ley 20968 no cumplen con el Artículo 1 de la Convención que es intencionalmente abierta.

Esto ha dificultado el enjuiciamiento por tortura de los casos en los que se alega dolor o sufrimiento grave por lesiones sufridas durante los disturbios civiles de 2019.

Por otra parte, acojo con satisfacción la referencia explícita a la tortura sexual como delito en la legislación chilena, así como la clara lista de motivos discriminatorios.

Más aún, en la mayoría de los centros de detención que visité, el derecho a presentar denuncias de manera confidencial y sin temor a represalias no estaba bien garantizado. Los buzones de denuncias, por ejemplo, estaban ubicados en lugares evidentes en algunas instalaciones y a menudo bajo el escrutinio de cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV).

Los afiches sobre los derechos de las víctimas y de los detenidos se exhibían en distintos idiomas, incluido el mapudungun, el creole, español e inglés en todos los edificios administrativos y estaciones policiales que visité. No obstante, casi siempre estaban en la entrada de los edificios y, por lo tanto, fuera de la vista de las celdas donde los detenidos los pueden ver y verificar sus derechos mientras están detenidos.

Aliento al Gobierno a considerar la preparación de una representación pictórica de los derechos de quienes tienen dificultades para leer o que no saben leer o quienes no pueden leer en los idiomas mencionados anteriormente.

Reconozco los numerosos procesos que se han emprendido para abordar los abusos del pasado, incluida la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura (Comisión Valech) y el programa “PRAIS”2, así como el reciente Plan Nacional de Búsqueda del Presidente Boric para determinar las circunstancias de los desaparecidos.

Sin embargo, me preocupa lo que se me ha informado sobre el lento avance de la justicia en las causas de tortura, tanto del pasado como las más recientes, donde solo una   https://cti2024.org/chile-in-focus/  pequeña parte de los imputados han sido procesados e incluso una cantidad menor ha sido condenada.

Entre los desafíos clave para una investigación eficaz que he identificado, y que también han reconocido las autoridades, se encuentra la necesidad de realizar una restructuración profunda al servicio médico legal, incluido el fortalecimiento de la especialización forense a profesionales calificados; hacer que las remuneraciones sean comparables a los de otras áreas de especialización médica para atraer y retener al personal; proporcionar capacitación teórica y práctica adecuada, incluida en lo que respecta al Manual para la Investigación y Documentación Eficaces de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (Protocolo de Estambul – edición de 2022) y el Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (2016).

Sin embargo, quiero reconocer las inversiones del Gobierno en nueva infraestructura en Santiago que contará con la tecnología más reciente y que estará operativa en 2025.

Una tendencia preocupante que llamó mi atención en cuanto a alcanzar la justicia para las víctimas y sobrevivientes tiene que ver con penas que no guardan proporción con la gravedad del delito de tortura. Además, la ley chilena permite la reducción de la condena en base al paso de la “mitad de la prescripción” o “media prescripción”. En mi opinión, esto va en contra de la obligación inderogable de prohibir la tortura, ya que no debe haber plazos de prescripción aplicables a la tortura3.

Uso de la fuerza y armas menos letales  

  Principios generales  

La munición y los lanzadores que contienen varios proyectiles (en lugar de simples) no son seguros de utilizar. Debido a que son inadecuados, atacan objetivos de forma indiscriminada y arbitraria, y suponen un riesgo significativo para los transeúntes, a quienes las autoridades tienen el deber de cuidar. Esos proyectiles pueden provocar heridas graves, incluido a zonas sensibles del cuerpo como la cabeza o los ojos. También pueden provocar pánico y estampidas peligrosas (A/78/324).

   Observaciones generales 

Durante mi visita, escuché muchos relatos de personas heridas durante el estadillo social de 2019 provocado, entre otras cosas, por las municiones de proyectil múltiple utilizadas por las fuerzas del orden.

Se me informó que Carabineros de Chile ya no utiliza las armas cinéticas de 12 proyectiles de goma que se usaron durante el estallido social de 2019. Las armas antidisturbios disponibles ahora contienen tres proyectiles.

3 Comité contra la Tortura, Observación general N° 3, párrafo 38.

7  En mi último informe ante la Asamblea General (consulté A/78/324 Anexo 1), identifiqué una lista preliminar de elementos que son inherentemente crueles, inhumanos o degradantes y que, como tales, deben considerarse como prohibidos.

Varios proyectiles cinéticos aparecen en esa lista. Por lo tanto, hago un llamado al Gobierno a ir más allá y asegurarse de que las fuerzas policiales usen solamente armas de un solo tiro. Deben retirarse los perdigones u otras municiones de perdigones metálicos.

También me gustaría animar al Gobierno a que considere la posibilidad de unirse a la Alianza Global para el Comercio Libre de Tortura, un grupo cada vez mayor de Estados Miembros de las Naciones Unidas liderado por el Gobierno de Argentina, Mongolia y la Unión Europea.

Detención y garantías fundamentales en las primeras horas de detención 

   Principios generales  

El riesgo de tortura y de otros malos tratos es significativamente mayor durante la detención y las primeras horas de custodia policial. Para evitar la tortura durante este período de mayor riesgo, se deben implementar resguardos y poner en práctica. Los resguardos fundamentales son: la notificación de los derechos, la mantención de registros de detención adecuados, el acceso oportuno a un abogado, un examen médico independiente; el derecho a comunicarse con un familiar o tercero; CCTV; grabación de audio y video durante un interrogatorio y límites en los períodos de detención con supervisión judicial. En todo momento bajo custodia, las personas deben recibir un trato humano.

   Observaciones generales  

De esas salvaguardias, acojo con satisfacción que los registros de detención fueran adecuados; que los detenidos fueran informados de su derecho a un abogado o supieran que un abogado comparecería ante el tribunal; que en la mayoría de los lugares se informara a un familiar de la detención y del lugar de la detención; y que el período máximo de detención antes de comparecer ante un fiscal o un tribunal (juzgado de garantía) fuera de 24 horas (el fiscal debe ser informado de la detención en un plazo de 12 horas).

Sin embargo, me perturbó ver a los muchos detenidos que me suplicaban comida y agua directamente porque tenían hambre. Entre ellos había al menos una mujer embarazada y un menor de edad.

Deseo subrayar que el Estado es el garante de los derechos de las personas privadas de libertad. Esto incluye el suministro de agua, comida y ropa de cama para las pernoctaciones.

Investigaciones 

     Principios generales

La grabación en audio o video de los interrogatorios reduce el riesgo de entrevistas manipuladoras, confesiones forzadas o falsas, coacción, abusos y malos tratos; y, en última instancia, da lugar a mejores resultados judiciales y más eficaces (también porque hay menos impugnaciones de la información facilitada o de las pruebas confesionales); véanse los (Principios de Méndez) para la eficacia de las entrevistas en las investigaciones y la recopilación de información.

Observaciones generales 

Durante la visita me sorprendió saber que no existe la grabación de audio o video de las entrevistas con las personas imputadas, pues es una de las salvaguardias básicas contra la tortura y las confesiones forzadas.

Por otro lado, me complace saber que las pruebas confesionales por sí solas no bastan para proceder al procesamiento; y que los menores y las presuntas víctimas de violencia sexual son entrevistados en un lugar distinto de la comisaría, entre otras cosas, para evitar cualquier posible encuentro con el imputado.

Yo fomentaría la adopción de los Principios de Méndez en los procedimientos operativos estándar de las fuerzas de seguridad y estudiaría la introducción de la grabación de audio o video de los interrogatorios.  Condiciones y normas de trato en los recintos de privación de libertad (sistema penitenciario)

Principios generales  

Las normas generales tanto para los detenidos en prisión preventiva como para los condenados se encuentran en los tratados mencionados, complementados en particular por las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos (Reglas de Nelson Mandela, Rev. 2015).

Pueden ser necesarios enfoques diferenciados con respecto a las personas que pertenecen a determinados grupos y que están privadas de libertad, entre ellas las mujeres y las niñas (Reglas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Reclusas y Medidas No Privativas de la Libertad para las Mujeres Delincuentes (Reglas de Bangkok)), los niños, niñas y adolescentes (Comité de los Derechos del Niño, Observación General n.º 24 (2019) sobre los derechos del niño en el sistema de justicia de menores), los pueblos indígenas (Convenio n.º 169 de la OIT) y los grupos minoritarios y las personas de la comunidad LGBTQI+.

     Observaciones generales 

Se observó una variación de las normas entre las distintas instalaciones visitadas. Se me informó de los diferentes niveles de autonomía y discrecionalidad de la dirección de las cárceles en los distintos centros, incluso en relación con los gastos. Si bien un cierto margen de flexibilidad ayuda a abordar las diferentes características de las cárceles, los requisitos básicos deben ser uniformes para todos los detenidos, de conformidad con las normas internacionales.

El hacinamiento es uno de los principales problemas que observé en todos los centros públicos que visité. Todas las autoridades con las que me reuní coincidieron en identificar el sobre encarcelamiento (o automaticidad de la detención) como la causa principal, especialmente en relación con las personas en prisión preventiva. Las largas demoras en los procesos penales también contribuyen a ello.

Conocí a muchas personas imputadas que no tenían una orientación clara sobre sus procedimientos, y algunas indicaron que llevaban detenidas hasta tres años sin juicio.

Además, se necesitan inversiones importantes para rehabilitar y modernizar las infraestructuras antiguas. Las instalaciones nuevas o renovadas deben adaptarse a las diferentes condiciones climáticas del país y estar preparadas para el cambio climático; las instalaciones también deben estar en consonancia con los requisitos establecidos en la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana OC-29/22 del 30 de mayo de 2022 sobre enfoques diferenciados con respecto a ciertos grupos de personas privadas de libertad.

Observé una falta de espacio exterior adecuado y dormitorios sobrepoblados, lo que considero un trato inhumano o degradante.

En una cárcel con habitaciones tipo galería, visité una habitación individual de unos diez por ocho metros cuadrados, en la que dormían setenta reclusos de todas las edades, con camarotes de cinco niveles y un solo inodoro. La persona que ocupaba el camarote superior tenía que escalar hasta arriba y sería incapaz de darse vuelta en la cama. Otras alas de la misma cárcel presentaban condiciones similares.

Esto está claramente por debajo de las normas internacionales sobre el espacio por persona y suma al trato inhumano o degradante.

Muchas áreas de las cárceles estaban monitoreadas por un sistema de CCTV. Sin embargo, incluso en aquellos lugares había puntos ciegos que aumentan el riesgo de tortura o malos tratos, o violencia entre los reclusos.

En cuanto a las condiciones de detención, observé lo siguiente:

– La gestión de los expedientes de los reclusos estaba implantada y se mantenía actualizada;

– Los reclusos fueron separados según las “reglas de Mandela” de las diferentes categorías de reclusos. Sin embargo, encontré poca diferenciación en las condiciones de las personas en prisión preventiva y los condenados. A pesar de que los beneficios del régimen de prisión preventiva pueden elevar los estándares para los condenados, no deben reducir los estándares para las personas no condenadas que deben gozar de la presunción de inocencia y ser tratadas en consecuencia;

– Se respetó la separación entre hombres y mujeres, y se realizaron diversos esfuerzos para tratar de acoger a las personas LGTBIQ+ con seguridad y dignidad;

– En general, la alimentación era aceptable, con comidas equilibradas y, ocasionalmente, con la presencia de un nutricionista;

– En algunos lugares, la iluminación y la ventilación eran problemáticas;  – Las instalaciones sanitarias necesitan mejoras significativas. Muchos lugares no disponían de agua caliente. En un centro las duchas estaban en el exterior. Por lo general, no hay suficientes inodoros ni duchas para la cantidad de reclusos. Muchos no funcionaban y necesitaban arreglos; – La limpieza general de los lugares se podría mejorar solo con un régimen de  limpieza adecuado y debida atención;

– Las visitas con los abogados y los familiares parecían adecuadas. Las personas extranjeras entrevistadas me plantearon que no podían contactar a sus familiares ni recibir visitas de ellos. Una solución sencilla que recomendaría es permitir las “visitas virtuales” (utilizando tecnología gratuita o de bajo costo).

En cuanto a la salud, observé que los exámenes médicos iniciales a los detenidos, que realizaban en su mayoría paramédicos, eran rudimentarios. El “Protocolo de Estambul” era desconocido para muchos y no se aplicaba.

En algunos casos, las reclusas se quejaron de la falta de atención médica ginecológica.

La misión a menudo observó una práctica de sobre medicación a los reclusos y el uso intensivo de fármacos psicotrópicos fuertes. En una cárcel de mujeres que visité, a más de tres cuartos de las reclusas se les administraban fármacos psicotrópicos o sedantes fuertes, especialmente en la noche.

En una instalación de justicia juvenil, se me informó que todos los niños recibían pastillas para dormir todas las noches. Las autoridades informaron altos niveles de autolesiones entre los niños. Me preocupa que la ley permita el aislamiento y el confinamiento de los niños por hasta siete días (Ley 20084). Esto infringe la regla 45.2 de Nelson Mandela.

En el momento de mi visita, me complació saber que todos los niños y jóvenes recluidos asistían a las clases impartidas en la cárcel.

No existe duda alguna de la que privación de libertad puede generar o exacerbar los trastornos de ansiedad u otros trastornos psiquiátricos. No obstante, quisiera recordarles que, de acuerdo con las normas internacionales, los medicamentos no se deben utilizar como medio de control para los reclusos. Se necesita con urgencia una revisión de los regímenes médicos en las cárceles.

Por último, con respecto a la rutina diaria y a las actividades, quisiera recordarles que la privación de libertad debe tener el fin fundamental de reformar a los reclusos y volver a adaptarlos a la sociedad.

La posibilidad de realizar distintos talleres y otras actividades existe en distintas instalaciones. Sin embargo, observé que existe un amplio margen para la mejora. No vi ninguna biblioteca y parecían haber muy pocas oportunidades de realizar trabajos productivos. Los reclusos, especialmente los jóvenes detenidos, repetían sus peticiones de contar con actividades para adquirir habilidades y aprender oficios que los alejen de la pobreza y de la vida delictual.

Las actividades culturales, incluidas aquellas relacionadas a las prácticas espirituales y religiosas podrían reforzarse.

También tuve la oportunidad de sentarme a conversar con detenidos mapuches. Escuché sus reivindicaciones sobre la necesidad de que la comunidad respete las costumbres indígenas. Insto al Gobierno a que garantice la consulta sustantiva con miembros del pueblo mapuche y otros pueblos indígenas actualmente detenidos y recientemente liberados sobre la revisión en curso del Reglamento Penitenciario nacional.

Por lo que respecta a las reclusas, deseo recordar que, según las normas internacionales (en particular, las “Reglas de Bangkok”), deben establecerse medidas para satisfacer las necesidades especiales de protección de las reclusas.

En un centro, me alarmó saber que las reclusas no condenadas estaban alojadas en condiciones manifiestamente inadecuadas. Por ejemplo, vi a una detenida enferma encerrada en su celda, que solo tenía un balde de gran tamaño, proporcionado por la administración penitenciaria, para hacer sus necesidades. Por la noche, a las quince detenidas recluidas en una habitación se les proporcionaban tres baldes que debían vaciar por la mañana. En el mismo módulo, para un total de veintitrés reclusas, había dos duchas y solo se podía usar una a la vez con agua caliente.

Quiero subrayar que el alojamiento de las reclusas deberá contar con las instalaciones y los materiales necesarios para satisfacer las necesidades específicas de higiene de las mujeres. Las condiciones mencionadas me parecieron inhumanas y degradantes. Cualquiera de estas condiciones debe investigarse y abordarse adecuadamente.

En relación con las mujeres embarazadas y con hijos menores de dos años, tomé nota de los esfuerzos por crear un entorno favorable a los niños a pesar de su detención. Animo al Gobierno a que acelere la revisión y aplicación de medidas alternativas de custodia para las mujeres embarazadas y las madres.

Conclusiones 

Al término de la visita, deseo reiterar mi agradecimiento al Gobierno de Chile por su ejemplar cooperación y su franqueza al compartir conmigo los avances positivos y los desafíos pendientes.

Todos los esfuerzos emprendidos en Chile han aumentado significativamente las normas de conducta profesional y reducido el uso de la tortura.

Espero sinceramente que mi visita y mis observaciones apoyen la acción de todos los chilenos hacia un Chile libre de tortura.

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Preliminary observations of the United Nations Special Rapporteur on Torture and Other Cruel, Inhuman or Degrading Treatment or Punishment, Dr. Alice Jill Edwards, at the conclusion of her visit to Chile (16-27 October 2023) 

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As the United Nations Special Rapporteur on torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment, I was pleased to visit Chile from 16 to 27 October 2023.   I wish to express my deepest gratitude to the Government for the exemplary cooperation extended to my mandate during the visit.    As per the methodology of the mandate, I can report that I was provided full access to all places I sought to inspect. These inspection visits occurred without prior announcement, including during weekends. At least one visit took place at night.     I had the honour to meet with the Minister of Foreign Affairs; the Minister of Interior and Public Security; the Minister of Justice and Human Rights; the Minister of Women and Gender; the President of the Supreme Court; the Human Rights Commissions of the Chamber of Deputies and the Senate; the National Public Prosecutor; the National Public Defender; the National Director of the Forensic Medical Service; the General Deputy Director of Carabineros de Chile and the General in charge of Human Rights; members of the National Human Rights Institute; members of the Committee for the Prevention of Torture (Chile’s National Preventive Mechanism); the Children’s Ombudsman; and the Director of the Museum of Memory and Human Rights.   I also met with representatives of the United Nations system. I wish to thank the United Nations Resident Coordinator, the Regional Representative for South America and the staff of the Office of the High Commissioner for Human Rights for their invaluable support; as well as the United Nations Country Team for the assistance provided during the visit. I would also like to acknowledge the presence and assistance of forensic expert, Professor Duarte Nuno Viera, who accompanied me throughout the visit.    I am grateful to all non-governmental organisations, human rights defenders, families of victims and survivors of human rights violations and civil society representatives who met with me and shared their testimonies, experiences, and knowledge.    I look forward to continuing the positive dialogue with the Government and other relevant stakeholders on the recommendations that I will formulate in the full report on the visit.    Purpose of the visit    The visit was intended to assess progress towards and make recommendations regarding challenges facing Chile in the implementation of their international obligations to prohibit and prevent torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or 13  punishment, wherever and whenever they occur, and to provide legal remedies and rehabilitation for victims and survivors.    I examined national legal and institutional frameworks on the prohibition and prevention of torture; the investigation and prosecution of complaints of torture or other ill-treatment; the conditions and standards of treatment for persons deprived of their liberty in a range of settings, including in prisons, psychiatric institutions, the cells of court houses, police stations (Carabineros de Chile and Policia de Investigaciones), and juvenile justice facilities; the care of children in the non-criminal protective custody of the State.   When visiting places of deprivation of liberty, I paid particular attention to persons at heightened risk, including women, children and youth, LGBTIQ+, indigenous people, non-nationals and persons with disability.   Locations and places visited    In the Valparaiso region, I visited two police stations of Carabineros de Chile, namely the Segunda Comisaria Central Valparaiso and the Comisaria de Carabineros N°1 de Viña del Mar; one psychiatric hospital, the Hospital del Salvador; and two residential houses for the care of children under the custody of the State (Residencias Familiar de Administración Directa del Estado), the Residencia Valparaiso en Cerro Alegre (for girls), and the Residencia Viña del Mar (for boys).   In Araucanía region, I visited three prisons, namely the Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, the Centro Penitenciario Femenino de Temuco and the Centro de Complimiento Penitenciario de Angol. I also visited the central police station of Policia de Investigaciones (PDI) of Temuco, the cells of the Juzgado de Garantias de Temuco.   In the Tarapacá region, I visited three police stations of Carabineros de Chile, namely the Primera Comisaria Central and the Cuarta Comisaria (Comisaria Cavancha) in Iquique, and the Tercera Comisaria in Alto Hospicio, as well as one PDI station in Iquique.    In Iquique, I also visited one juvenile detention centre, namely the Centro de Internacion Provisoria (CIP) y de Regimen Cerrado (CRC) y Semicerrado (CRS), the Regional Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames, and more specifically their Psychiatric Intensive Care Unit, as well as the Complejo Penitenciario de Alto Hospicio.     Thus far, I visited four prisons, five police stations of Carabineros de Chile, two PDI stations, the cells of one courthouse, two psychiatric hospitals, one juvenile detention centre, and two houses for the care of children. The mission also visited the forensic medical service in Santiago and in Temuco.   At the time of writing, visits conducted by the mission in Santiago were underway. The full list will be provided in the final report.   Context of the visit   14   My visit coincided with the anniversaries of two significant turning points in Chilean history. On 11 September 2023 it was fifty years since the military coup. During the dictatorship which followed, torture, enforced disappearances and summary executions, were carried out with wanton disregard for the rule of law and the life and dignity of human beings.    The period of Pinochet and the torture that was perpetrated left deep imprints on the bodies and minds of all Chileans, even though many of them are now born since the dictatorship and have no living memory of it. The effects of torture on such a widespread scale are felt by its direct victims and their families, as well as by society as a whole, including inter-generationally.    The shadow of Pinochet’s torturous regime was mentioned during the visit in many conversations by many different interlocutors. For many it acts as a warning to keep progress going forward and the need to be ever vigilant.    The dramatic events in Chile, and elsewhere in South America, prompted the establishment of the robust system of United Nations’ rules and mechanisms to prevent and curtail the risk of torture and other inhuman treatment, including my mandate as Special Rapporteur, which for nearly forty years has given victims an avenue of hope to seek reparation and obtain justice.   The second significant turning point was the four-year anniversary of 18th of October 2019, in which the heavy-handed response to demonstrations (estallido social) caused massive human rights violations. Thousands of people had to seek emergency treatment in hospital, and reports indicate around 350 sustained eye injuries (mutilations and even blindness). Allegations of sexual violence, unlawful coercion and torture remain under investigation.   Human Rights architecture in Chile    Chile has made remarkable progress since the era of Pinochet. It has undertaken many important legal and institutional reforms to instil a human rights culture across the country and within different sectors. A few are mentioned here.    Chile is party to major human rights treaties, among others the International Covenant on Civil and Political Rights (see articles 7, 9, 10 and 11), the Convention against Torture and Other Cruel, Inhuman or Degrading Treatment or Punishment, the Optional Protocol to the Convention against Torture, the Inter-American Convention on Human Rights (article 5) and the Inter-American Convention to Prevent and Punish Torture.    Chile’s active joint-lead role in the Convention against Torture Initiative is a blueprint for international human rights cooperation in prohibiting and preventing torture nationally and globally.    I commend the State of Chile for the diffuse human rights architecture which has been constructed, including the establishment of a National Human Rights Institution 15  enjoying A status4, and the Committee for the Prevention of Torture which serves as the national preventive mechanism pursuant to the Optional Protocol to the Convention against Torture.    Other institutions such as the Children’s Ombudsman’s Office are also playing an important monitoring and advisory role.    I also wish to highlight the work of the Commissions of Human Rights operating in both the Senate and Chamber of Deputies and their role in keeping the prohibition and prevention of torture on the parliamentary agenda.    Furthermore, I note that human rights units are established and operating within government ministries, departments and agencies, including the Office of the Public Prosecutor, the PDI, the Carabineros, and the penitentiary system (Gendarmería).   An unafraid and knowledgeable civil society speaks openly and takes to the streets on regular basis. This is a sign of positive democratic development and maturity.   I am aware of the ongoing constitutional reform process prompted by the 2019 civil unrest. I wish to take this opportunity to encourage all Chileans not to compromise on fundamental human rights.   The absolute prohibition of torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment is a non-compromisable obligation on the State and its recognition and application must be above politics.   Complaints, investigations and prosecutions of the crime of torture and other ill-treatment   General principles   Every act of torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment must be investigated. The duty on the State to investigate and prosecute cases starts with enacting legislation establishing the right to complain and concludes with either the prosecution, final judgment and sentencing of alleged offenders, or the dismissal of the case based on sound judicial reasoning; or extradition of the accused to be tried in another jurisdiction.   Effective investigations and prosecutions acknowledge suffering and bring justice and peace to victims and communities. The duty is closely connected to the right of victims and survivors to remedy and reparation. Prompt, impartial and transparent investigations also help to improve officers’ behaviour and to build or restore confidence in the administration of justice (A/HRC/52/30).   General observations    4https://ganhri.org/membership/  16  The torture definition in Law 20968 has been updated following feedback from the Committee against Torture; however, the definition of the crime of torture is still not quite in alignment with Article 1 of the UN Convention against Torture.   In particular, the closed list of “purposes” for which severe pain or suffering inflicted by State authorities becomes torture in Law 20968 does not comply with Article 1 of the Convention, which is purposefully open-ended.   This definitional shortcoming has made prosecuting cases alleging severe pain or suffering from injuries sustained during the 2019 civil unrest as torture, difficult.   On the other hand, I welcome the explicit reference to sexual torture as a crime in Chilean law as well as the clear list of discriminatory grounds.  Furthermore, in most of the places of detention that I visited, the right to complain confidentially and without fear of reprisal was not well guaranteed. Complaint boxes, for instance, were evident in some places, however often under scrutiny of closed-circuit television (CCTV).   Posters about rights of victims and detainees were displayed in different languages, including Mapudungun, Creole, Spanish and English, in all administrative buildings and police stations that I visited. However, they were almost always only at the entrance of the buildings, and therefore out of sight from the cells or where detainees could view them and verify their rights while detained.   I encourage the Government to consider preparing a pictorial representation of the rights for those with reading difficulties or illiteracy or who do not read those main languages.   I acknowledge the many processes that have been undertaken to address past abuses, including the National Commission of Political Imprisonment and Torture (Valech Commission) and the “PRAIS” programme5; and President Boric’s recent programme, to determine the circumstances of the missing.  I am however concerned at the reported slow progress of justice for torture cases, from the past and the most recent ones, with only fractions of those accused having been prosecuted and even fewer sentenced.   Among the key challenges to efficient investigation that I identified, which have also been acknowledged by the authorities, is the need of profound restructuring of the medico-legal service, including strengthening the forensic specialization of qualified professionals; making remuneration packages comparable to those of other specialized medical areas to attract and retain staff; providing adequate, theoretical and practical training, including on the Manual on the Effective Investigation and Documentation of Torture and Other Cruel, Inhuman or Degrading Treatment or Punishment (the Istanbul Protocol – 2022 edition) and the Minnesota Protocol on the Investigation of Potentially Unlawful Death (2016).    5 https://cti2024.org/chile-in-focus/  17  Nevertheless, I wish to acknowledge the Government’s investments in a new medico-legal infrastructure in Santiago which shall be equipped with the latest technology and become operational in 2025.  One worrying trend that came to my attention in achieving justice for victims and survivors has been sentences that are not commensurate to the gravity of the offence of torture. In addition, Chilean law allows for the reduction in sentences based on the passage of “half the statute of limitation” or “half-prescription”. It is my view that this runs contrary to the non-derogable obligation to prohibit torture as there shall be no statutes of limitations applicable to torture6.   Use of force and less lethal weapons   General principles   Ammunition and launchers containing multiple (as opposed to single) projectiles are unsafe to deploy. Because they are inaccurate, they hit targets indiscriminatorily and arbitrarily, and pose a significant risk to bystanders, to whom authorities owe a duty of care. Such projectiles can cause significant injuries, including to sensitive parts of the body such as the head or eyes. They can also provoke panic and dangerous stampedes (A/78/324).    General observations  During my visit, I heard many accounts of individuals injured during the 2019 estallido social caused, inter alia, by multiple projectile ammunitions used by law enforcement.   I was informed that the Carabineros de Chile are no longer using kinetic 12 projectiles rubber shot weapons which were in use during the 2019 social unrest. Crowd control weapons now in stock contain three projectiles.   In my last report to the General Assembly (see A/78/324 Annex 1), I identified a preliminary list of items that are inherently cruel, inhuman or degrading and that, as such, should be considered to be prohibited.  Multiple kinetic projectiles feature on such list. I therefore call on the Government to go even further and ensure that law enforcement officers use only single shot weapons. Backshot or other metal pellets ammunition should be withdrawn.   I would also encourage the Government to consider joining the Global Alliance for Torture-Free Trade, a growing group of UN Member States being led by the Government of Argentina, Mongolia and the European Union.    Arrest and fundamental safeguards in first hours of detention  General principles    6 Committee against Torture, General Comment No. 3, paragraph 38.  18  The risk of torture and other ill-treatment is significantly greater during arrest and the first hours of police custody. To prevent torture during this heightened period of risk, safeguards must be put in place and implemented in practice. Key safeguards include: notification of rights; maintaining accurate detention records; prompt access to a lawyer; an independent medical examination; the right to communicate with a family member or third party; CCTV; audio and video recording of interrogation; and limits on periods of detention with judicial oversight. At all times in custody, people must be treated humanely.   General observations   Of those safeguards, I was satisfied that detention records were adequate; that detainees were informed of their right to a lawyer or knew that a lawyer would appear in court; that in most places a family member was informed of the arrest and location of the detention; and that the maximum period in custody before being brought before a prosecutor or court of law (juzgado de garantia) is 24 hours (the prosecutor is to be informed of the arrest within 12 hours).  However, I was disturbed by the many detainees who pleaded for food and water directly to me because they were hungry. This included at least one pregnant woman and a minor.   I wish to stress that the State is the guarantor of the rights of persons deprived of liberty. This includes the provision of water, food and bedding arrangements for overnight stays.   Investigations  General principles  Audio or video recording of interviews reduces the risk of manipulative interviewing, forced or false confessions, coercion, abuse and ill-treatment; and ultimately lead to improved and more efficient justice outcomes (also as there are less challenges to the information provided or confessional evidence) – see the Principles for effective interviewing for investigations and information gathering (the Mendez Principles).  General observations  During the visit, I was surprised to learn that there is no audio or video recording of interviews with accused persons, as it is one of the basic safeguards against torture and coerced confessions.   On the other hand, I was pleased to hear that confessional evidence alone is not enough to proceed to prosecution; and that minors and alleged victims of sexual violence are interviewed in a location other than the police station, inter alia, to avoid any possible encounter with the accused.   19  I would encourage the adoption of the Mendez Principles in the standard operating procedures of law enforcement and study the introduction of audio or video recording of interviews.  Conditions and standards of treatment in places of deprivation of liberty (penitentiary system)  General principles   General standards for both remand and convicted persons are found in the abovementioned treaties, supplemented particularly by the United Nations Standard Minimum Rules for the Treatment of Prisoners  (Nelson Mandela Rules, rev. 2015).   Differentiated approaches with respect to persons belonging to certain groups and who are deprived of their liberty may be required, not least women and girls (United Nations Rules for the Treatment of Women Prisoners and Non-custodial Measures for Women Offenders (the Bangkok Rules)), children and youth (Committee on the Rights of the Child, General Comment no. 24 (2019) on children’s rights in the child justice system), indigenous peoples (ILO Convention No. 169) and minority groups, and LGBTQI+ persons.    General observations  A variation in standards between the different facilities visited was observed. I was informed of the different levels of autonomy and discretion of prison management at individual sites, including in relation to expenditures. While a certain margin of flexibility helps address different prison characteristics, the basic requirements must be uniformly enjoyed by all detainees, pursuant to international standards.   Over-crowding is one of the major challenges I observed in all publicly run facilities that I visited. All authorities I met with agreed in identifying over-incarceration (or automaticity of detention) as the primary cause, particularly in relation to those held on remand. Lengthy delays in criminal proceedings also contribute to it.   I met many accused who had no clear guidance on their proceedings, some indicating they had been detained for up to three years without trial.   Furthermore, there is a need for significant investment in rehabilitation and modernization of old infrastructure. Any new or refurbished premises need to be adapted to the different climatic conditions of the country and be future-proofed against climate change; the facilities also should be in line with the requirements set in the Inter-American Court Advisory Opinion OC-29/22 of 30 May 2022 on differentiated approaches with respect to certain groups of persons deprived of liberty.  I observed a lack of adequate outdoor space and over-crowded dormitory rooms, which I consider to be inhuman or degrading treatment.   In one prison with galley style rooms, I visited one single room of about ten by eight square meters, sleeping seventy inmates of all ages with five levels of bunk beds 20  and only one toilet. The person occupying the top bunk had to climb up to the top and would be unable to roll over in bed. Other wings in the same prison were similar.  This is clearly below international standards of space per person and amounts to inhuman or degrading treatment.   Many prisons’ areas were monitored by CCTV. However, even in these places there were blind spots which raise the risk of torture or ill-treatment, or inter-prisoner violence.   Insofar as the conditions of detention are concerned, I observed the following:  – Prisoners’ files management was in place and kept updated;  – Prisoners were separated according to the “Mandela rules” of different categories of prisoners. However, I found little differentiation in conditions of those held on remand (prisión preventiva) and those sentenced. While the benefits of the remand regime can elevate standards for the convicted, they must not lower standards for the un-convicted persons who shall enjoy the presumption of innocence and be treated accordingly;  – Separation of men and women was respected, and various efforts were in place to try to accommodate LGTBIQ+ safely and in dignity;  – Food was generally acceptable with balanced meals, with occasionally a nutritionist on site;   – In some places, lighting and ventilation were problematic;  – Sanitary facilities are in need of significant improvement. In many places, there was no hot water. In one location, the showers were wholly outside. Usually there were not enough toilets or shower facilities for the number of prisoners. Many of these facilities were broken and in need of repair;  – General cleanliness of places could be improved with just a proper cleaning regime and attention;  – Visits with lawyers and families appeared adequate. Foreigners interviewed brought to my attention that they were not able to contact their families, nor receive family visits. A simple solution I would recommend is to allow “virtual visits” (using free or low subscription technology).    In relation to health, I found that initial medical examinations of detainees, mostly conducted by paramedics, were rudimentary. The “Istanbul Protocol” was unknown to many and not applied.   In some cases, female prisoners complained about the lack of gynecological medical care.   21  The mission often found a practice of over-medicating prisoners and the heavy use of strong psychotropic drugs. In a women’s prison I visited, over three-quarters of the prisoners were routinely given psychotropic drugs or strong sedatives, especially at night.   In one juvenile justice facility, it was reported to me that all boys were given sleeping tablets every evening. The authorities reported high levels of self-harm amongst the boys. I am concerned at the law permitting the isolation and confinement of children for up to seven days (Ley 20084). This is in breach of the Nelson Mandela rule 45.2.   At the time of my visit, I was pleased to learn that all the boys and young men held there, were attending the prison’s classes.  There is no doubt deprivation of liberty may generate or exacerbate anxiety and other psychiatric conditions. However, I wish to remind that, according to international standards, medication should not be used as a means to control prisoners. A review of the medical regimes in prisons is urgently needed.   Finally, in relation to the daily regime and activities, I wish to recall that deprivation of liberty shall have as an essential aim the reform and social re-adaptation of the prisoner.   The possibility to conduct different workshops and other activities exist in different facilities. However, I found that there is a large margin for improvement. I did not see any libraries and there appeared to be very few opportunities for productive work. Prisoners, especially young detainees, repeated demands for activities to acquire skills and vocations that would remove them from poverty and a life of crime.  Cultural activities, including in relation to religious and spiritual practices could be bolstered.   I also had the opportunity to sit and discuss with Mapuche detainees. I heard their demands regarding the need for the community to observe indigenous customs. I urge the Government to ensure substantive consultation with currently detained and recently released Mapuche and other indigenous peoples on the ongoing revision of the national Prison Regulation.  As far as female prisoners are concerned, I wish to remind that, according to international standards (in particular, the “Bangkok Rules”), measures to meet the special protection needs of female prisoners must be in place.   In one facility, I was alarmed to learn that un-convicted female prisoners were being accommodated in conditions which were grossly inadequate. For instance, I saw an ill detainee locked in her cell that only had a large bucket, provided by the prison administration, for toilet. At night, the fifteen detainees held in the one room, were provided with three buckets which they would have to empty in the morning. In the same module, for a total of twenty-three female prisoners, there were two showers, with only one providing hot water at a time.   I wish to stress that the accommodation of women prisoners shall have facilities and materials required to meet women’s specific hygiene needs. I found the above22  mentioned conditions to be inhumane and degrading. Any such conditions should be properly investigated and addressed.  In relation to pregnant women and women with children under two years of age, I took note of efforts to create a child friendly environment in spite of their detention. I would encourage the Government to accelerate the review and implementation of alternative custodial arrangements for pregnant women and mothers.   Conclusions  As the visit comes to an end, I wish to reiterate my thanks to the Government of Chile for their exemplary cooperation and their openness in sharing with me positive developments and remaining challenges.   All the efforts undertaken in Chile have significantly increased standards of professional conduct and reduced the use of torture.   It is my sincere hope that my visit and my observations will support the action of all Chileans towards a torture-free Chile.  ***

 

FACh reintegra simbólicamente a 19 funcionarios que se opusieron al golpe de Estado contra Allende

FACh reintegra simbólicamente a 19 funcionarios que se opusieron al golpe de Estado contra Allende

Por Felipe Reyes

Martes 24 octubre de 2023 | 09:52

Fuerza Aérea de Chile (FACh)

Un total de 19 funcionarios de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) fueron reintegrados simbólicamente a institución. Se trata de 6 oficiales y 13 suboficiales que fueron desvinculados de la institución por no apoyar el golpe de Estado en contra del gobierno de Salvador Allende en 1973.

La Fuerza Aérea de Chile (FACh) reintegró de manera simbólica a 19 funcionarios que fueron desvinculados por no prestar apoyo al golpe de Estado de 1973.

En una ceremonia llevada a cabo en la Base Aérea Cerrillos, la institución reconoció a 6 oficiales y 13 suboficiales que se opusieron al régimen que puso fin al gobierno de Salvador Allende.

La instancia fue encabezada por el presidente Gabriel Boric y la ministra de Defensa, Maya Fernández. Además, estuvo presente el comandante en jefe de la FACh, Hugo Rodríguez, y otras autoridades del Alto Mando.

El timonel de la Fuerza Aérea mencionó a cada uno de los funcionarios y destacó su servicio a la institución. Luego, el jefe de la división de Recursos Humanos del Comando de Personal dio lectura al orden que dispuso su reintegro simbólico.

A través de su cuenta de X, el jefe de Estado aseguró que “la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado no se detiene en septiembre. La verdad, la justicia y el cuidado de la democracia son tareas que no se agotan”.

Asimismo, Boric indicó que este acto corresponde a un “hito de reparación que le hace bien a Chile y engrandece a la institución”.

Los 19 uniformados que se opusieron al golpe de Estado:

– Subteniente (F) Jorge Dixon Rojas.
– Subteniente (I) Oscar Navarro Valdivia.
– Subteniente (I) Pedro Pons Sierralta.
– Subteniente (I) José Grinblatt Derezunsky.
– Subteniente (T) Humberto Frías Bulo.
– Subteniente (F) Ricardo Navarro Valdivia.
– Sargento 1° Mario González Rifo.
– Cabo 1° Mario Antonio Cornejo Barahona.
– Cabo 1° Ivar Rojas Ravanal.
– Cabo 1° Sergio Lontano Trureo.
– Cabo 2° Luís Rodríguez Droguett.
– Cabo 2° Luís Zamora Ramírez.
– Cabo 2° Florencio Fredes Sánchez.
– Cabo 2° Víctor Adriazola Meza.
– Cabo 2° Luís Verdugo Salinas.
– Cabo 2° Héctor Rojas Bruz.
– Cabo 1° José Yaite Cataldo.
– Cabo 1° José Pérez Garcías.
– Cabo 1° Ramón Pérez Escobedo.

https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2023/10/24/fach-reintegra-simbolicamente-a-19-funcionarios-que-se-opusieron-al-golpe-de-estado-contra-allende.shtml

 

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