Jaime Salazar Jeldrez

Testimonio

Este par de botas son de la segunda generación, ya que las primeras no fueron de mi agrado y se las regale a mi cuñado.  Estas últimas las hice con mucha dedicación usando la experiencia ganada en las primeras y con el mejor cuero, el cual fue de color café teñido al negro. La suela la hice de goma de neumático y cosida con hilo sintético. Esto ocurrió el año 1977 estando preso en la calle dos de la “Penitenciaría de Santiago”. Fue tal el apego por mis botas que las saque al exilio conmigo y hoy después de más de cuarenta años las tengo conmigo, lustrándolas de vez en cuando…

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