El Juicio a los marinos de la escuadra

El fiscal Víctor Villegas toma la causa 3926 *

El fiscal Villegas reinicia los interrogatorios. Partidario del golpe de Estado y sin duda consciente del rol mayor que juega este proceso en la conspiración, el fiscal intenta, sin embargo, mantener una cierta legalidad; pero su secretario, el teniente Pedro Benavides Manzoni, será uno de los torturadores de la región.

Villegas llama a los marinos a declarar, uno a uno, primero a los que vienen de regresar de Talcahuano, con signos aún visibles de maltrato, como “ los ojos rojos con sangre y los párpados hinchados ” [E] Salazar, 2003. Como hemos visto, los marinos rectifican seriamente las primeras declaraciones. El fiscal dispone seguramente de la información enviada por su colega Jiménez de Talcahuano, pues hace preguntas precisas sobre lo que han dicho ante él. “ A mí me pregunta sobre las dos personas que yo nombré en Talcahuano ”, recuerda Sergio Fuentes. Y agrega: “ Ahí es donde yo le digo que no tienen nada que ver y que yo di los dos nombres porque me estaban pidiendo nombres y para que no me siguieran torturando, pero que ellos no tenían nada que ver. Y él los dejó libre” [E] Fuentes 2003. A Velásquez le pregunta qué participación tiene, a quíen conoce, y hace muchas pregunatas sobre el sargento Cárdenas.

Villegas piensa que tuvo suerte, ya que el primer interrogado le dijo la                     “ la verdad ”. No obstante, a la lectura del proceso, resulta evidente que éste repite lo que días antes había “ confesado ” bajo torturas. Poco después, cuando J. Salazar entra a declarar, ve que han anotado en la pared los nombres de los marinos que consideran parte del movimiento; Benavides le pide los confirme, que digan cuántos eran y que le entregue otros, sobretodo “ cubanos o extranjeros en nuestro grupo, eso les interesaba ”. Salazar responde  que sólo conoce a los que están ahí.

El marino percibe el rol del secretario Benavides; “ las decisiones, todos los interrogatorios, las palabras , las interrogaciones más fuertes, las hacía Benavides ” y concluye: “ Villegas, me doy cuenta que era un tipo pegado a la legalidad, pero el ayudante era un hijo de puta, era un tal Benavides, que era realmente el tipo que tenía el sartén por el mango  […] nos golpeaba cuando quería ” da golpes o palizas o codazos, no eran golpes así tan evidentes, no era una pateadura tan evidente, pero de repente pegaba, y ello en presencia de Villegas. Jaime Salazar es nuevamente incomunicado, siendo uno de los últimos en recuperar la libre plática, junto a Cárdenas, A. Salazar y Zúñiga.

cuando Jaime Salazar es llamado a declarar, consigue hablar con uno de sus compañeros que le sugiere: “ Jaime, hazte una carta para tu familia ” y le ofrece papel y lápiz que de alguna menera había conseguido. Salazar redacta una vibrante nota denunciando que han  “ sido torturados, ultrajados y maltratados ” y clamando por sus vidas que están en peligro. Logra comunicarla al exterior e incluso será difundida en la prensa:

 Carta del marino Jaime Salazar, dirigida a sus padres, escrita el 18 de agosto en el cuatel Silva Palma

Queridos padres,

encontrándome en una situación bastante difícil, me dirijo a ustedes para ponerlos en conocimiento de mi situación. Por tener ideas afines con muchos compañeros de la tripulación que bajo presiones, amenazas, fomento del caos y golpismo por parte de un gran sector de oficiales, vimos la necesidad de reunirnos para intercambiar ideas, para evitar un golpe de estado y una guerra civil. Actualmente me encuentro arrestado junto a un grupo de compañeros que apoyaron nuestras ideas.

Hemos sido torturados, ultrajados y maltratados de hecho, continuamente, tanto física como mentalmente, que nuestras vidas peligran y no tenemos seguridad de ellas. Quisiera, si es necesario, ver a mi padre, a Margarita, a Benjamín y a Claus para que comprueben, de hecho, mi estado. Si es necesario pido la intervención de un abogado civil, el cual lo pueden conseguir por medio del alcalde Palestro y muéstrenle esta carta y que en lo posible el mismo alcalde envíe una persona de confianza para que vea mi estado.

Saludos a todos.

Publicada en Punto Final del 11-9-73, día del golpe 

El 23 de agosto, el sargento Cárdenas debe firmar la séptima declaración explicando el contenido de papeles que estaban en su poder. Afirma allí que un número de teléfono era el contacto directo con Miguel Enríquez; la clave para comunicarle la fecha del golpe era: “ el doctor llega el… hora…”

Causa 3926,foja 225.

 

   *Extracto del Libro, Los que dijeron “ NO “, Editorial LOM, del Historiador Jorge Magasich Tomo II, 180 – 182.

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