En el día de hoy, 1° de septiembre de 2019 falleció nuestro camarada Ramón Luciano González Larenas en el Aeropuerto de Santiago al regreso de un viaje que había realizado a Suecia. Nuestras condolencias a su familia por tan trágica pérdida. Ramón fue detenido torturado y condenado por sus principios fieles a la Constitución en defender la Carta Magna y al Gobierno legítimamente constituído. A fines de 1973, la Armada, a través del Comandante en jefe de la Primera Zona Naval Contralmirante Daniel Arellano Mac Leod da a conocer la nómina de los detenidos, reos y procesados en Valparaíso y Talcahuano, entre ellos Ramón Luciano González Larenas, Operario Tercero, ASMAR Talcahuano. Adios camarada. Con tu muerte navega parte de nuestra historia. “Marineros Constitucionalistas de Chile”.
De pié . Primero de Izquierda a derecha. Encuentro de Marineros Constitucionalistas Estocolmo 1977
De pié. Segundo de derecha a Izquierda. Encuentro de marineros Constitucionalistas Parque Cultural Ex-Cárcel de Valparaíso abril 2019.
Los funerales se realizaron el martes 3 de septiembre a las 13.00 hrs. en el Crematorio del Cementerio Parque del Mar, camino a Con Con. Oratoria de despedida Guillermo Castillo
Marineros Constitucionalistas asisten a la Ceremonia
El recuerdo de los desaparecidos
y desaparecidas, es un deber moral. Por Enrique Villanueva. Militar en retiro
30 agosto 2019
“¡¡Ni perdón ni olvido, justicia!!” una
consigna valida y pertinente, que ha recorrido el mundo entero y que resume el compromiso
de no olvidar nunca a los compañeros y compañeras que cayeron en las manos del
terrorismo de estado, luchando por un país distinto, inclusivo y mas
igualitario. Por ello, es un deber moral exigir la verdad de lo que pasó
con ellos y es un compromiso para con sus familiares y cercanos, de quienes
reconocemos en cada uno de ellos y ellas, el esfuerzo y el sacrificio que
hicieron para oponerse y resistir a la dictadura.
Los que fueron asesinados, asesinadas, desaparecidos y desaparecidas, fueron jóvenes
que pusieron en riesgo sus vidas por el amor a su pueblo, es algo necesario de
recordar, a quienes han caído en la amnesia colectiva. Ellos y ellas fueron
hechos desaparecer en un país, que en esos años, era un territorio ocupado
militarmente, donde no había estado de derecho y diezmado por la represión
política.
Inmoral resulta escuchar entonces, a quienes por distintos medios
pretenden ignorar esa realidad, argumentando que la democracia se conquistó
solo por la gracia de acuerdos políticos entre cuatro paredes y con la propia
dictadura. Por el contrario, la democracia que vivimos hoy costó mucho y
también sangre de patriotas. Costó muchas lágrimas y sufrimientos de las
madres, las esposas, las hijas de los héroes conocidos o ignorados que ofrendaron
sus generosas vidas en aras de nuestra libertad.
Cuarenta y seis años después del 11 de septiembre de 1973, es pertinente rendir
un homenaje a las mujeres y a los familiares de nuestros compatriotas
asesinados, asesinadas, desaparecidos y desaparecidas, un reconocimiento a los
cientos de mujeres que día a día y por muchos años esperaron largamente el
retorno de un hijo (a), de un esposo (a) desaparecido (a). Es necesario, porque
el olvido y la impunidad olvida o relativiza y a veces naturaliza,
el dolor y el drama que vivieron cada una de las esposas, esposos, hijos,
hijas, quienes llegaban a las puertas de los centros de detención,
cuarteles militares, a veces recorriendo largas horas de camino, para recibir
como respuesta una burla o un “no está aquí”, sin mas argumentos.
Se suma a esto, la esperanza perdida, que el tiempo esfumó, por las promesas
incumplidas durante los gobiernos post dictadura, los que hasta hoy han sido
incapaces de exigir la verdad escondida en la distorsionada memoria de torturadores
o mandos militares de la época, cómplices civiles y militares. Más aún, se le
agrega a ello, la indolencia de los gobiernos de los últimos treinta años, para
con los sobrevivientes de la dictadura, ex presos políticos, los que enfrentan
situaciones de marginalidad y pobreza, con pensiones de hambre y sin que se
cumpla el mínimo requisito exigido por el mandato de Naciones Unidas, de una
reparación justa por los daños morales y físicos causados.
Por todo esto, olvidar o dejar que la historia pase por nuestro lado, no es
opción para construir un país sano, el derecho a la verdad, a la
justicia, a la reparación, van de la mano para construir un país inclusivo, más
igualitario y para cambiar una sistema económico y social que se construyó por medio
de la violencia. Una sociedad en la que los derechos humanos no tienen otra
consideración más, que como una estrategia discursiva, como un derecho
subjetivo, que no se traduce en normas ni obligaciones y que vulnera los
derechos ciudadanos en todos los ámbitos de la vida diaria.
Por el contrario, el derecho objetivo ha dictado normas, como la ley de
amnistía y ha permitido que se mantenga el pacto de silencio, que favorece
hasta el día de hoy, a militar y civil comprometidos con crímenes de lesa
humanidad y que algunos de ellos nunca fueron juzgados. Lo obrado, el
haber juzgado y encarcelado a una parte mínima de los perores asesinos
militares, autores y cómplices de los crímenes más bárbaros que en este país se
cometieron en toda su historia, no fue ni es suficiente, porque al cabo del
tiempo dejan sin resolver el problema mayor y más importante para la sociedad
en su conjunto, el ocultamiento de la verdad y de las consecuencias de la
represión que ellos llevaron a cabo, dejando la puerta abierta para su repetición
en el tiempo.
Una consecuencia directa de la ambigüedad para tratar el tema de las
violaciones a los derechos humanos, lo que excede el ámbito puramente e
judicial es la reaparición y con relativa fuerza, de quienes se declaran de
manera abierta u oculta seguidores del “dictador y de su obra”. Defendiendo una
institucionalidad dictatorial que es contraria, en su esencia, al Estado de
derecho, a las elecciones libres, a la libertad de opinión y participación
política, los que determinan la democracia moderna.
Ha pasado el tiempo
y el olvido ha nublado la visión del pasado, vivimos exigidos por la
contingencia de un sistema que nos lleva día a día a la miseria,
económica, política y moral, exigiéndonos mirar hacia delante y dejar atrás lo
vivido. Pero las justas reivindicaciones exigidas por los chilenos y chilenas
consientes continúan y continuaran siendo enarboladas hoy y mañana: Que las
FFAA entreguen la información que permita, a los familiares de detenidos
desaparecidos, conocer el paradero de los restos de sus seres queridos. Que se
degrade a los militares involucrados en crímenes de lesa humanidad. Que se
repare el daño causado a los miles de chilenos y chilenas que fueron
víctimas de la represión y del terrorismo de estado. Que se reconozca y
dignifique la actitud de los militares que se opusieron al golpe de estado de
1973 y su papel ejemplarizador, para las nuevas generaciones de Oficiales y
Suboficiales. Que se reconozca oficialmente a los hombres y mujeres que
murieron luchando en contra de la dictadura.
Todo esto es
necesario porque el derecho a la verdad, que afecta principalmente a las
víctimas de las violaciones a los derechos humanos, cometidas bajo la
dictadura, se fundamenta en el respeto de la dignidad de la persona humana, que
no sólo ha sufrido la vejación y vulneración de su dignidad. Sino que, además,
por el transcurso del tiempo, la distorsión de los hechos producida por la
propaganda oficialista, la falta de justicia oportuna y la paulatina
desaparición de los actores, han generado un ambiente de impunidad cuyo efecto
principal es una nueva vulneración de la dignidad de las víctimas, para quienes
una reparación eficaz del daño causado, es parte del reconocimiento de la
verdad de los hechos acaecidos.
Este es el decreto bajo la dictadura con el cual se expulsa del país a un grupo de Marineros Constitucionalistas y civiles partes del Proceso de la Escuadra recluidos en la Penitenciaría de Santiago por ser considerados un peligro para la sociedad.
En la nómina:
Sargento Juan Cárdenas Villablanca. Destructor Blanco Encalada Hernán Pacheco Quiroz. Miembro del MAPU, regional Valparaíso Cabo 2° Juan Roldán Bernal. Destructor Blanco Encalada Cabo 1° Pedro Lagos Carrasco. Destructor Blanco Encalada Hugo Maldonado Alvear . Miembro del MAPU, regional Valparaíso Marinero 1° Jaime Salazar Jeldrez. Crucero Almirante Latorre Marinero 1° Ernesto Zúňiga Vergara. Destructor Blanco Encalada Cabo 2° Pedro Blaset Castro. Crucero Almirante Latorre.
Oscar Guillermo Garretón, en sus tiempos cuando usufructuaba de su militancia en el PS
By Juan Pablo Cárdenas Junio 28, 2019
Pocas
veces he repudiado a los que se cambian de bando político o se desencantan de
la política. Siempre puede haber razones para evolucionar o rebobinar, pero
creo que para todo en la vida hay que tener estilo y oportunidad.
Oscar
Guillermo Garretón ciertamente debió haber abandonado el Partido Socialista
apenas regresó a Chile después de su exilio, pero era hora de sacarle dividendo
a su diáspora y prefirió seguir militando en la colectividad de Allende hasta
hace pocos días. Ya camino a sus 80 años debe asumir que le será difícil
obtener algún cargo público, además de que se sospecha ha acaudalado una más
que suficiente fortuna, por lo que no debe necesitar de nuevos cargos
políticos. Salvo la posibilidad de que se le asigne alguna embajada, medalla
que en Chile constituye una de las últimas charreteras civiles del llamado
“servicio público”.
Aunque lo
divisé en mis tiempos de universitario como uno de los más vociferantes
izquierdistas, recién lo llegué a conocer en La Habana, donde se había
instalado con camas y petacas como exiliado. Mal que mal, fue reconocido por la
Dictadura Militar como uno de los más peligrosos enemigos y justo entonces el
privilegio de ser acogido solidariamente por Fidel Castro. El había fundado el
MAPU, partido vanguardista que se escindiera de la Democracia Cristiana para
pasar a formar parte rápidamente del gobierno de la Unidad Popular. Dicho sea
de paso, esta entidad a poco andar se escindió y don Oscar Guillermo Garretón
se puso a la cabeza de la fracción más rebelde o termocéfala, a la que le
desagradaba, por supuesto, la revolución burguesa “con vino y empanadas”
propiciada por el extinto Presidente. Por lo mismo, fue uno de los hombres más
buscados por la Dictadura y su rostro apareció junto al de Carlos Altamirano y
otros dirigentes izquierdistas en las portadas de El Mercurio, matutino que
entonces propiciaba rabiosamente estas cacerías políticas.
Ya antes
de volver al país, su conducta era muy cuestionada por las organizaciones
disidentes de la Dictadura. Precisamente en Buenos Aires, a donde se trasladó,
se le observó sacudiéndose de todo vestigio izquierdista , como de su innegable
responsabilidad de haber animado, al igual que otros dirigentes, a no pocos
jóvenes a retornar clandestinamente al país, muchos de los cuales fatalmente
perdieron sus vidas, fueron encarcelados y torturados. Para posteriormente ser
sepultados por la indiferencia de sus mentores apoltronados en el poder.
Ya a esta
altura, el propósito de Garretón era mutarse en empresario. Lo que consiguió a
lo largo de muchos años de obsecuencia ante el poder patronal, y pese a ser
arrestado por largos meses en la Cárcel de Valparaíso, procesado por su
presunta conspiración con otros dirigentes políticos y personal de la Armada en
plena Unidad Popular. Una típica manifestación del “infantilismo
revolucionario” que le cobró un alto precio a la solvencia democrática de
Allende y le diera “argumentos” a la asonada militar de septiembre de 1973. En
este presidio es que volví a verlo y ser acogido por la hospitalidad de los
presos más antiguos como él, pero allí no alcancé a darme cuenta de cuánto
habrían cambiado sus convicciones. La rutina allí era la de comer, respirar y
pelear con los abogados para que nos excarcelaran lo antes posible.
Seguramente
este transformismo ideológico de Garretón estuvo acicateado por su relación
sentimental con una destacada periodista de derecha y vinculada al diario de
Agustín Edwards. A través de las columnas que este periódico y La Tercera le
publican constantemente hemos podido comprobar su realineamiento político,
coincidente con que nunca en todo este tiempo fuera visto en las tupidas
manifestaciones callejeras, en la Villa Grimaldi y otros centros que honran la
memoria de los combatientes que cayeron o fueron sometidos a tantos tormentos.
Finalmente,
después de librarse del prescrito juicio por sedición siguió el camino de otros
mapus y ex socialistas que se encumbraron en los cargos públicos y, más
temprano que tarde, terminaron asesorando e intentando sus primeros negocios de
la mano de aquellos poderosos empresarios que los recibieron como verdaderos
hijos pródigos.
Nombres abundan, en realidad, entre los desertores,
pero el caso de don Oscar Guillermo debe ser uno de los más repugnantes por su
soberbia en extender su militancia en el socialismo y recién renunciar ahora
con publicidad, bombos y platillos mercuriales y televisivos.
Por
tercera vez, tuve la oportunidad de estar con él en el directorio de una
editorial de derecha, de la cual alcancé a formar parte en la promesa de que se
trataría de un esfuerzo ecuménico y tolerante. Pero este esfuerzo editorial se
hizo humo en muy poco tiempo, pero lo importante es que allí, ante mi estupor y
el de otras personas, oí a Garretón asegurar que las Fuerzas Armadas eran la
columna vertebral de la historia republicana de Chile. Eso me convenció de no
continuar en la Editorial y nunca más volví a ver al ex cabecilla del Mapu y
ahora ex socialista. Salvo observarlo años atrás en una Ceremonia en el Salón
de Honor de la Universidad Católica de Chile del brazo, ciertamente, de su nueva
pareja.
En un
excelente libro de Mónica Echeverría se detalla la trayectoria de este tipo de
jacobinos del pasado devenidos en prósperos empresarios y asesores. Nombres
abundan, en realidad, entre los desertores, pero el caso de don Oscar Guillermo
debe ser uno de los más repugnantes por su soberbia en extender su militancia
en el socialismo y recién renunciar ahora con publicidad, bombos y platillos
mercuriales y televisivos. Muchos se fueron calladitos de los diferentes
partidos, seguramente en mérito de un mínimo pudor y respeto por el pasado que
abrazaron. Como es el caso del mismo senador Carlos Altamirano Orrego, que sin
renunciar al PS, tuvo el buen gusto de rechazar cargos y distinciones de parte
de los gobiernos de la Concertación. En mérito, como se dice de una abierta y
descarnada autocrítica.
Crisis en el Partido Socialista y otros referentes existen desde siempre y no descubrimos razón alguna para que recién ahora don Oscar Guillermo Garretón pueda fundar su desafección con el socialismo criollo. Producto de la misma confusión del PS, es que todavía existen en esta colectividad otros guarecidos oportunistas que podrían ser expulsados ejemplarmente de sus filas, si es que este partido quisiera limpiarse realmente y servir a la transparencia. Porque si de impunidades se habla, lo primero es reconocer la que favorece a tantos personajes que todavía pululan por los cargos públicos y reciben nuevos nombramientos en el extranjero, después de su enorme responsabilidad en el quiebre institucional, político y moral de nuestro país. Cuyas funestas consecuencias se extienden hasta hoy, con tan larga y desnaturalizada posdictadura.
Merkel
recuerda a “patriotas” que intentaron matar a Hitler
“Hay
momentos en que la desobediencia es obligatoria”, dijo la canciller, en un acto
que marcó el debut público de la nueva ministra de Defensa, Annegret
Kramp-Karrenbauer.
La
canciller de Alemania, Angela Merkel, rindió un homenaje este sábado
(20.07.2019) a los miembros de la conjura militar que el 20 de julio de 1944,
hace exactos 75 años, intentaron asesinar a Adolf Hitler. La autoridad germana calificó
como “patriotas” a quienes organizaron el atentado, a los que ensalzó por
haber actuado movidos por la “obligación a desobedecer” a la dictadura
nazi.
“Hay
momentos en que la desobediencia es obligatoria”, apuntó Merkel durante la
ceremonia, realizada ante 400 nuevos reclutas del Ejército alemán, ensalzando
la figura del coronel Claus Schenk von Stauffenberg, autor material del fallido
atentado (consistente en la instalación de una bomba en una sala de reuniones de
la Guarida del Lobo, uno de los cuarteles militares
de Hitler) y rostro más visible de la conjura, conocida como “Operación
Valkiria”.
La
canciller llamó a “cuidar su memoria para que las lecciones de la historia
no se desvanezcan” y recordó que el “derecho a la resistencia” en
defensa del orden democrático está contemplado en la Constitución alemana,
redactada cinco años después de la Capitulación del Tercer Reich, que se rindió
ante los aliados en mayo de 1945.
Figura controvertida
En
la ceremonia también participó la nueva ministra de Defensa de Alemania,
Annegret Kramp-Karrenbauer, quien asumió esa cartera en reemplazo de Ursula von
der Leyen, quien asumirá en noviembre al frente de la Comisión Europea.
Kramp-Karrenbauer destacó que quienes participaron del intento de asesinato
“fueron soldados modelos que se levantaron contra la tiranía”.
Stauffenberg es considerado un héroe de la oposición a Hitler surgida en la cúpula militar, mientras que los hermanos Sophie y Hans Scholl, dos estudiantes miembros del grupo Die Weisse Rose -La Rosa Blanca-, guillotinados en 1943, simbolizan la resistencia social. La figura de Stauffenberg genera controversia, pues algunos lo tachan de traidor, mientras otros sostienen que los conjurados no actuaron movidos por el horror ante la monstruosidad del nazismo, sino frustrados ante el discurrir de una guerra que veían perdida.
HÉROES FAMOSOS Y ANÓNIMOS: QUIENES RESISTIERON A HITLER
El hombre tras el atentado del 20 de julio Claus Graf Schenk von Stauffenberg fue decisivo en el intento de golpe de Estado del 20 de julio de 1944. El oficial se dio cuenta en 1942 que no sería posible ganar la Segunda Guerra Mundial. Para proteger a Alemania del hundimiento, Stauffenberg y otros oficiales de la Wehrmacht decidieron intentar hacer caer el régimen de Hitler.
Exposición revive la historia de Michel Nash, el
conscripto que se rebeló en dictadura
Michel
Nash, mi hermano. Ese es el nombre de la
exposición que, hasta el 26 de julio se presentará en la Municipalidad de
Recoleta. La muestra comprende diversas imágenes que dan cuenta de la vida del
militante comunista que, siendo conscripto, se opuso a la violencia ejercida
por los militares.
Abril Becerra
Lunes 1 de julio 2019 18:23 hrs.
La vista fija. Despeinado y con
una sonrisa leve, contenida. Así luce Michel Nash en una de las imágenes
incluidas en la exposición que, recientemente, inauguró la Municipalidad de
Recoleta en su honor y que podrá visitarse hasta el 26 de julio en el primer
piso del municipio.
Se trata de la muestra Michel Nash, mi hermano, que
nació a partir de un trabajo en conjunto entre la familia Nash-Sáez, la
Asociación de Fotógrafos Independientes de Santiago (AFI) y el Colectivo
Memorial de Recoleta.
La exposición surgió en el marco
de la conmemoración del aniversario número 65 del joven militante comunista,
quien, al momento del Golpe de Estado, se desempeñaba como conscripto. En ese
contexto, Nash se habría negado a dispararle a sus compañeros militantes, por
lo que fue dado de baja y llevado hasta el campo de prisioneros de Pisagua.
Entonces, tenía 19 años.
Paula Moraga, directora de la
Corporación Cultural de Recoleta, indicó que la muestra responde a la necesidad
de generar una línea de trabajo respecto del rescate de la memoria.
“Para nosotros su figura es fundamental, entrañable. Primero, porque Michel Nash fue un joven de esta comuna y, hasta hoy, su ejemplo nos enseña un camino a seguir: el de la verdad y la justicia respecto de haberse rebelado en contra de la autoridad a pesar de sus pocos años”, dijo.
Las imágenes presentes en la
exposición fueron seleccionadas por las fotógrafas de AFI, Marcela Araya y
Marucela Ramírez. Ambas abordaron el archivo fotográfico de la familia Nash-
Sáez para descubrir la vida íntima del joven comunista: a través de ese
ejercicio conocieron a una persona que iba más allá del mito de su muerte.
Desde ahí, ambas decidieron
plantear, en la muestra, una línea curatorial basada en la vida de Nash.
“Quisimos orientar la exposición
para celebrar su vida, el tiempo que lo pudimos tener con nosotros”, sostuvo
Marucela Ramírez.
Además, la fotógrafa agregó
que la exposición cruza diversos hechos que permiten contextualizar la vida de
Nash.
“La muestra narra todos los acontecimientos políticos, tanto en Chile como en el lado árabe, porque su familia es descendiente de sirios. Entonces, están todos los hitos que lo marcaron, desde que nació hasta 1973”.
Por su parte, Marcela Araya
indicó que las fotografías debieron ser restauradas para su presentación.
“El archivo fotográfico era
enorme porque, a diferencia de muchas familias, tenían mucho material, desde
que era bebé, hasta los 18-19 años, cuando parte al Ejército. Entonces, ahí
empezamos a seleccionar fotos, ver qué era lo más importante e intentar también
hacer una línea de tiempo para mostrar las diferentes etapas de su vida”.
“Ahí había fotos en diferentes
estados. Entonces, hicimos la restauración, eliminando un poco las manchas que
había. Fue un trabajo bien de chino, punto por punto, arreglando la foto para
que estuvieran de la mejor calidad posible”, comentó.
El caso
Michel Nash nació en 1954 y vivió
gran parte de su adolescencia en la zona de Santos Dumont en Recoleta. Ingresó
al Partido Comunista a muy temprana edad, influenciado por su padre, quien
también era militante. Cuando cumplió 18 años fue llamado a presentarse al
Servicio Militar en el Regimiento Granaderos N°2 de Iquique.
Al momento del Golpe de Estado se
negó a participar en los allanamientos en la zona. Inmediatamente fue
trasladado, junto a otros detenidos, a Pisagua. Posteriormente, el 29 de
septiembre de 1973 fue ejecutado junto a otros cinco prisioneros.
Luego de años de búsqueda de
justicia, en 2016, el ex brigadier Alfonso Videla fue condenado a siete años de
presidio efectivo por su muerte. No obstante, su cuerpo del joven aún está
desaparecido.
Leila Nash, su hermana, se ha encargado de conservar su memoria.
Marineros Constitucionalistas, Cárcel de Valparaíso, septiembre 1973. Foto: La Tercera
La Mesa de Cultura, Memoria y Derechos Humanos de la Región de Valparaíso, creada en 2014, está integrada por organizaciones de la Sociedad Civil ( principalmente de sobrevivientes y familiares de víctimas de la dictadura cívico militar) e instituciones ligadas a la gestión de espacios y sitios de memoria, cuyo objetivo es focalizar la transmisión de memoria histórica y contribuir a la no repetición de los atroces sucesos vividos generando una cultura basada en el irrestricto respeto a los derechos humanos. Para el «Nunca Más» la identificación, señalamiento y. resignificación de los espacios y sitios de memoria constituyen un soporte indispensable para que las comunidades y especialmente las nuevas generaciones se apropien de estos espacios mediante acciones culturales y de arte.
La Mesa de Cultura, Memoria y Derechos Humanos de la Región de Valparaíso, creada en 2014, está integrada por organizaciones de la Sociedad Civil ( principalmente de sobrevivientes y familiares de víctimas de la dictadura cívico militar) e instituciones ligadas a la gestión de espacios y sitios de memoria, cuyo objetivo es focalizar la transmisión de memoria histórica y contribuir a la no repetición de los atroces sucesos vividos generando una cultura basada en el irrestricto respeto a los derechos humanos. Para el «Nunca Más» la identificación, señalamiento y. resignificación de los espacios y sitios de memoria constituyen un soporte indispensable para que las comunidades y especialmente las nuevas generaciones se apropien de estos espacios mediante acciones culturales y de arte.
Organizaciones que componen la Mesa Regional de Cultura, Memoria y Derechos humanos – Valparaíso:
Agrupación de exPresas y exPresos Políticos V Región (AexPP V Región) – aexpp_v@yahoo.es
Este par de botas son de la segunda generación, ya que las primeras no fueron de mi agrado y se las regale a mi cuñado. Estas últimas las hice con mucha dedicación usando la experiencia ganada en las primeras y con el mejor cuero, el cual fue de color café teñido al negro. La suela la hice de goma de neumático y cosida con hilo sintético. Esto ocurrió el año 1977 estando preso en la calle dos de la “Penitenciaría de Santiago”. Fue tal el apego por mis botas que las saque al exilio conmigo y hoy después de más de cuarenta años las tengo conmigo, lustrándolas de vez en cuando…
Organizaciones de DD.HH. se manifiestan ante el zarpe de la Esmeralda y
solicitan que se transforme en un memorial flotante Destacado
By Guillermo Correa Camiroaga Junio 10, 2019
Foto: Guillermo
Correa Camiroaga
Organizaciones
de Derechos Humanos de la V Región, convocados por la Agrupación Amigos del
sacerdote Miguel Woodward, se reunieron la mañana del domingo 9 de junio
en el Muelle Prat de Valparaíso, con motivo del zarpe del 64° crucero de
instrucción del Buque Escuela Esmeralda, para denunciar las violaciones a los
derechos humanos que se cometieron a bordo de este barco, el que fue utilizado
después del golpe de Estado de 1973 como un centro de detención y tortura.
En sus
intervenciones exigieron que la Armada de Chile termine con el pacto de silencio
que permite que hasta el día de hoy sigan impunes crímenes de lesa humanidad.
Asimismo agregaron que:“La Esmeralda, ese barco que está allá, debería
ser un viajero de la verdad y la justicia, un centro de memoria flotante
que promocione los derechos humanos, que diga que en Chile nunca más se va a
encarcelar, se va a torturar, ni se va a asesinar a chilenos y chilenas por
pensar distinto. Es barco debería viajar por el mundo diciéndole a todo aquel
que suba a él que sentimos vergüenza por lo que sucedió en su interior. “
Con lienzos y pancartas, mientras desde el molo de abrigo zarpaba la Esmeralda, los y las manifestantes congregados en el muelle Prat realizaron un acto de protesta y denuncia, bajo la consigna “La Esmeralda: ni blanca, ni pura, fue centro de tortura”.
Javier
Rodríguez, integrante de la Agrupación Amigos de Woodward, al hacer uso de la
palabra manifestó:
“Estamos aquí un año más ante el zarpe del Buque Escuela Esmeralda para demostrar nuestra indignación por las atrocidades y violaciones a los derechos humanos que fueron realizadas a bordo de este barco. Mujeres y hombres chilenos fueron torturados arriba de este buque. En su cubierta murió un sacerdote llamado Miguel Woodward, un cura obrero. La Armada ha ocultado todos sus antecedentes, mostrando la cobardía de la Armada que no es capaz de reconocer lo que hizo. Creemos que el Buque Escuela Esmeralda no es una embajadora, ya que para nosotros fue un centro de tortura.”
Por su
parte, Gladys Barrios, integrante de la Agrupación de Familiares de Ejecutados
Políticos, cuyo hermano, Marcelo Barrios, fue asesinado por un contingente de
infantes de marina el año 1989, expresó lo siguiente:
“Nos encontramos aquí nuevamente para gritar fuerte
y valientemente que nosotros no olvidamos y tampoco perdonamos. No olvidamos a
nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros padres, no olvidamos a un
pueblo que fue encarcelado, un pueblo que fue torturado, que fue hecho
desaparecer, un pueblo que fue perseguido sistemáticamente con toda la fuerza,
con todo el poder y con todo el odio que este Estado Terrorista arrojó sobre
ellos. Nosotros estamos exigiendo verdad, justicia, estamos exigiendo en este
momento simbólico, en que el barco tortura Esmeralda zarpa, para pedirle a la
Armada que de una vez por todas entregue todos los antecedentes, entregue a los
criminales de lesa humanidad. Basta de cobardía. Pensamos que la Armada chilena
no tiene honor ni gloria, ya que sigue protegiendo y amparando a asesinos y
torturadores”
Otra
integrante de las organizaciones de derechos humanos presente en esta
actividad, hizo uso de la palabra para denunciar y hacer visible los abusos
sexuales cometidos por funcionarios del Estado en contra de niñas y
mujeres, una situación que ha quedado bastante oculta. En parte de su
intervención manifestó:
“Soy una mujer de una generación joven aún que no puede vivir tranquila en este país donde la impunidad aún se mantiene. Debemos luchar por justicia, por la memoria viva trasmitiendo a las nuevas generaciones lo que pasó hace pocos años en nuestro país. Los que estamos aquí somos sobrevivientes del horror, aquí no estamos contando historias, estamos contando nuestras experiencias de vida y la de nuestros familiares, estamos contando historias que nos sucedieron, de primera fuente. El barco que en estos momentos está zarpando es un lugar en donde estuvieron prisioneras personas chilenas, las que fueron torturadas y abusadas sexualmente por funcionarios del Estado chileno. Como mujeres debemos luchar contra cualquier forma de patriarcado violento, más aún cuando viene desde el propio Estado, el que permitió que hombres abusaran de los cuerpos de niñas, de mujeres embarazadas a las que luego les quitaron sus hijas. Nosotras no necesitamos solo de memoriales donde recordemos el horror, necesitamos que se haga justicia, que haya verdad y se termine con la impunidad. Hago un llamado a los uniformados y uniformadas chilenas que hoy están acá para decirles que si quieren sentirse orgullosos y orgullosas del uniforme que llevan, exijan a sus instituciones que entreguen los nombres de los violadores y asesinos que todavía siguen protegiendo con su silencio cómplice.”
Una vez que el Buque Escuela Esmeralda zarpó desde el molo de abrigo, el grupo de manifestantes marchó desde el Muelle Prat hacia la Plaza Sotomayor, pasando por el costado del monumento a los Héroes de Iquique y por el lado de dos ferias presentes en la plaza, donde había un gran número de público, el que se detenía a escuchar las consignas y observar el paso de la marcha.
La
actividad concluyó con un pequeño acto de protesta en el frontis del edificio
de la Comandancia de la Primera Zona Naval, lugar en donde volvieron a
expresar lo planteado en el muelle, ante las miradas y oídos atentos de una
pareja de marinos que se encontraban de guardia en la puerta del edificio
institucional.
Guillermo
Correa Camiroaga, Valparaíso 9 de junio 2019
Juez condena a exuniformados por tortura y asesinato de ciudadano español en Valparaíso en 1977
El Clarín de Chile Mayo 30, 2019
Academia de Guerra Naval
El ministro en visita extraordinaria para causas por
violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso,
Jaime Arancibia Pinto, condenó al exmiembro de la Armada y Carabineros, por su
responsabilidad en los delitos de aplicación de tormentos y homicidio
calificado del ciudadano español Enrique López Olmedo. Ilícitos perpetrados en
noviembre de 1977, en el sector de Playa Ancha de la ciudad.
En el fallo, el ministro Arancibia condenó al capitán
de fragata en retiro Alberto Roque del Sagrado Corazón Bobadilla Grillo y al
teniente coronel (r) de Carabineros Pedro Luis Alcayaga Zúñiga a las penas
efectivas de 12 años y 541 días de presidio, en calidad de autores de los
delitos consumados de homicidio calificado y aplicación de tormentos,
respectivamente.
En tanto, el retirado capitán de navío Gastón Eugenio
Silva Cañas fue condenado a 5 años de presidio, con el beneficio de la libertad
vigilada intensiva por igual lapso, como encubridor del homicidio calificado.
En la etapa de investigación de la causa, el ministro
en vista logró establecer que: “El día 11 de noviembre de 1977, la
víctima, Enrique López Olmedo, de nacionalidad española, es detenido por agente
del CIRE de la Armada de Chile, en un operativo (ratonera) realizado en el
domicilio de un familiar de éste, ubicado en el sector de Playa Ancha de
Valparaíso. En dicho lugar, luego de su detención, Enrique López Olmedo es
amarrado a una silla y con la vista vendada es interrogado y torturado por sus
captores durante tres horas aproximadamente”.
“Después de ello es sacado de la casa y llevado
por los agentes del CIRE en dirección desconocida, ya con evidentes signos de
maltrato y a continuación, a unas cuadras de la casa, es acribillado por los
agentes que habían participado en esa operación, siendo a continuación
trasladada la víctima a la Academia de Guerra Naval en donde funcionaba el
CIRE, siendo finalmente llevado al Hospital Naval de Valparaíso, llegando
fallecido a ese centro hospitalario, determinándose que la causa de su
fallecimiento fue por anemia aguda”.
Tras un largo proceso, se inaugura memorial en Tejas Verdes: aquí nació la DINA
Publicado el 28 Mayo 2019
ESCRITO POR GUILLERMO CORREA CAMIROAGA
La
“Enredadera de la Memoria” extendió sus ramas de dignidad en el frontis de la
Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, regimiento que para el 11 de
septiembre de 1973 estaba al mando del Coronel Manuel Contreras Sepúlveda,
quien fue el creador e impulsor de la siniestra Dirección de Inteligencia
Nacional (DINA).
Este
recinto militar constituye la cuna de este organismo represivo y junto con el
Campo de Concentración de Rocas de Santo Domingo, se transformaron en la
escuela de formación de los torturadores y criminales que acometieron horrendas
violaciones de los Derechos Humanos en contra de miles de chilenas y chilenos.
También
fue en la provincia de San Antonio donde se realizaron los primeros “vuelos de
la muerte”, arrojando al mar y haciendo desaparecer a los militantes del MIR
Ceferino Santis, Gustavo Farías, Florindo Vidal, y al militante Socialista Luis
Norambuena .
Los brotes
de la Enredadera de la Memoria continúan extendiendo sus ramas en distintos
Sitios de Memoria de la V Región, y este Memorial de Tejas Verde-San
Antonio es el décimo Sitio de Memoria señalado, que
permite dejar un testimonio histórico del horror que ocurrió en estos lugares
durante la dictadura cívico-militar.
La
dignidad de los y las sobrevivientes, la dignidad de las y los luchadores
sociales y militantes políticos que fueron ejecutados, asesinados, hechos
desaparecer, como asimismo la dignidad y la lucha que continúan desarrollando
sobrevivientes, familiares e integrantes de organizaciones de Derechos Humanos
para mantener viva la lucha por la Verdad, por la Justicia y el castigo a los
culpables y de esta manera impedir la Impunidad, quedó materialmente plasmada
con esta obra del artista porteño Leandro Silva, instalada en la plaza que se
ubica frente al Regimiento Tejas Verdes.
La
Fundación por la Memoria de San Antonio y la Mesa Social de Memoria, Cultura y
Derechos Humanos de la V Región, con el apoyo del Ministerio de las Culturas,
las Artes y el Patrimonio, inauguraron este nuevo Memorial en el sector de
Tejas Verdes, localidad de Llo-Lleo, comuna de San Antonio, el día sábado
25 de mayo 2019, con un acto artístico-testimonial que contó con la presencia
de sobrevivientes de estos campos de detención, tortura, muerte y
desapariciones; familiares de víctimas de la represión, integrantes de
organizaciones de Derechos Humanos, vecinos y vecinas de San Antonio, como
también con el Jefe de la sede de Valparaíso del Instituto Nacional de
Derechos Humanos, Fernando Martínez, Carolina Arce, en representación de
la Seremi de las Culturas y las Artes, y la Diputada Camila Rojas,
representante del Distrito 7 que incluye la Comuna de San Antonio
Juan
Olivares Meza, Periodista, fue el conductor de esta actividad y al dar inicio a
la misma expresó:
“Nos reunimos en este lugar con la responsabilidad de
recordar, de reflexionar y con nuestra convicción profunda de mantener viva la
memoria. Porque finalmente este Memorial que estamos a punto de inaugurar, debe
convertirse en un recuerdo imperecedero de la dignidad de las familias, de los
cuerpos, de las vidas y de los sueños que en este mismo lugar fueron
arrebatados. También ha de ser este espacio una huella latente de las
desapariciones, de las muertes y las torturas sistemáticas a las que fueron
sometidos y sometidas hombres y mujeres, “cuya culpa” fue creer en una sociedad
distinta.
Y precisamente por las razones que aquí invocamos, no
podemos pasar por alto que resulta por lo menos paradigmático que mientras
instalamos en el frontis de este Regimiento una Placa que recuerda la
implementación de la tortura, la muerte y la desaparición de personas, como un
mecanismo de represión de la dictadura cívico-militar en este Regimiento, en el
Cuartel N°2 de Prisioneros y en el Balneario Popular de Santo Domingo, que
estuvieron al mando de Manuel Contreras, condenado a más de 500 años de cárcel por
violaciones a los Derechos Humanos, a pocos metros de donde estamos, en el
patio y salas de este Cuartel Militar, al igual que en la Academia de Guerra
del Ejército, existan cuadros y fotografías homenajeando al criminal.
Terminar con estas dualidades es una tarea pendiente y
urgente.
San Antonio, nuestro puerto, es un ícono triste de la
represión política y la violación a los Derechos Humanos durante la dictadura
cívico-militar. En el lugar donde nos encontramos se constituyó el Triunvirato
Experimental de Manuel Contreras, que operó desde el 11 de septiembre de 1973 y
se extendió durante los primeros años del régimen de facto. Esa trilogía
nefasta estuvo compuesta por el Balneario Popular Rocas de Santo Domingo,
convertido en centro de detención, tortura y desaparición, donde recibieron
instrucción quienes se convirtieron en integrantes activos de la
Dirección de Inteligencia Nacional (DINA); el Campamento de Prisioneros N°2,
ubicado en el actual Cuartel 2 de este Regimiento, donde se mantuvieron recluidos
los considerados opositores a la dictadura; y el Casino de Oficiales de esta
Escuela de Ingenieros Militares, lugar donde se acreditó la realización de
sesiones de interrogación y tortura.”
En
representación de la Fundación por la Memoria de San Antonio hizo uso de la
palabra Isabel Soiza, quien en parte de su intervención manifestó: “Estamos hoy acá ejerciendo nuestro
derecho a la Memoria. Re significando este lugar. Estamos contentos por esto
por cierto, pero cabe preguntarse ¿por qué tuvieron que pasar 46 años? Cuarenta
y seis años tuvieron que pasar para marcar este sitio como parte de un rito de
reparación. Es necesario y urgente que nos hagamos cargo de nuestra
responsabilidad ética con la Memoria y los hechos históricos ocurridos en nuestra
ciudad (…) Tenemos la utopía de los viejos, la utopía de los jóvenes. Tenemos
la fuerza para derrotar la indiferencia. Tenemos la Justicia en el alma y la
vida por recordar.”
Posteriormente, a nombre de la Mesa Social de Cultura, Memoria y Derechos humanos de la V Región, la compañera Tehualda Tapia, integrante, además de la Colectiva “Bordadoras por la Memoria”, valoró el trabajo mancomunado que ha permitido ir cumpliendo estas importantes metas en materia de Derechos Humanos y en la recuperación de la Memoria Histórica, resaltando el hecho de que el Balneario Popular de Rocas de Santo Domingo, fue un sitio donde “el gobierno del compañero Salvador Allende cumple con la Medida N°29 de su programa”, que significó entregar una lugar de recreación y felicidad para las familias de obreros, pero, paradojal y siniestramente, nos dice “ese hermoso lugar donde solo cabía el amor, la felicidad y la esperanza, se transforma primero en un centro de adiestramiento para los torturadores más abyectos conocidos en Chile y el mundo, y luego pasa a ser una lugar de detención, tortura y muerte para cientos de compañeros y compañeras.”
La
ceremonia continuó desarrollándose en las afueras del Regimiento de Tejas
Verdes y a unos cincuenta metros de la Placa de Memoria, a la entrada de la
Escuela de Ingenieros, un grupo de militares realizaba trabajos al
interior del recinto y algunos de ellos, cada cierto tiempo, se detenían a
escuchar y mirar con curiosidad hacia el lugar donde se estaba realizando la
actividad.
El acto continuó
con la participación de la Colectiva “Círculo de Mujeres Agua Lunar”, en donde
María José, Marcela y Verónica realizaron una emotiva performance a tres voces,
leyendo dos textos y el poema “Somos Hijas del Dolor”.
Luego de esta declamación, Carolina Arce, en representación de la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, entregó un saludo reafirmando el compromiso de continuar este proceso de recuperar los sitios de memoria para que estén al servicio de toda la comunidad, agregando: “Las caras de todos quienes están aquí representan el trabajo incansable de recuperar la Memoria. Este proyecto está enmarcado en el principio de Memoria Histórica presente en el Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio, y este principio vigente hasta el día de hoy es el de reconocer a la Memoria Histórica como pilar fundamental de la cultura y del patrimonio intangible del país, que se crea, re-crea y proyecta a sí misma como un permanente respeto por los Derechos Humanos, la diversidad, la tolerancia y la democracia”
El
testimonio entregado por Ana Becerra, sobreviviente de los campos del horror de
San Antonio, emocionó fuertemente a las y los asistentes a esta ceremonia.
Transcribo a continuación algunos pasajes de su relato:
“Yo soy Ana Becerra, tengo 63 años, conozco este
lugar desde los 10 años. Solía venir a la piscina que quedaba dentro del
regimiento, durante algunos veranos, hasta que a los 17 años, este espacio que
era para mí un lugar de entretención, se transforma en un lugar de sufrimiento
al ser detenida el 16 de septiembre de 1973 (…) Durante la estadía en el Campo
las dinámicas de vida consistían en esperar el llamado para ser sacada a
tortura. Esto ocurría a cualquier hora, donde aparecía un militar con una lista
y a viva voz iba nombrando a los elegidos. Si te nombraban, te sacaban del
Campo hacia el camino entre el Campo y las edificaciones de los militares. En
ese momento aparecía una camioneta tipo frigorífico y nos encapuchaban, nos
amarraban y nos hacían subir a la camioneta. Ahí comenzaba el viaje hacia
la Escuela de Ingenieros Militares, más precisamente al subterráneo del Casino
de Oficiales, lanzándote a unas celdas húmedas, en espera del turno para pasar
a la sala de torturas. Las sesiones no tenían duración fija, pero me gustaría
aclarar que la violencia que recibimos las mujeres fue siniestra, primero por
la violencia sicológica, luego la física y finalmente la violencia sexual, solo
por el hecho de ser mujer (…) De esos días mis recuerdo más latente es la noche
en que los compañeros del MIR son sacados del Campo de Prisioneros sin saber su
destino, solo hasta hoy que sabemos que son parte de los Vuelos de la Muerte(…)
en marzo del 75, me vuelven a detener en Peñaflor, me van a buscar a la casa de
mis padres y antes de llegar a ningún lado me vendan los ojos con cinta
adhesiva, me suben a un auto, me ponen lentes de sol y emprendemos un largo
viaje. Al llegar a destino me bajan del vehículo y me doy cuenta que bajo mis
pies hay arena y a mí costado escucho el ruido del mar. Me recibe el
entonces Capitán Mario Jara Seguel, quien me recita o lee mi vida
política hasta el más mínimo detalle; no olvidemos que Jara Seguel fue la mano
derecha de Manuel Contreras (…) Al llegar a las cabañas inmediatamente fui amarrada
de pies y manos en la cama de un camarote y con un militar punto fijo a mi lado
(…) La vida transcurría entre torturas y amarras (…) Luego de estos 45 días fui
trasladada junto a otros prisioneros a Villa Grimaldi, de ahí a 4 Álamos y
posteriormente a 3 Álamos, desde donde salgo en libertad, pero con el plazo de
10 días para abandonar el país.
Concluyo hoy diciendo que en estos tres lugares de esta
provincia en donde estuve prisionera, que hoy vivo y habito, fue y sigue siendo
el “Triunvirato de la Muerte”. Luego de más de 40 años de sucedidos los hechos
podemos confirmar que Santo Domingo fue la escuela de formación en tortura de
la DINA.”
El
desgarrador testimonio entregado por Ana Becerra, constituye un ejercicio de
Memoria Viva que permite conocer parte de las atroces violaciones de los
Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por agentes del Estado
al servicio de la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet.
La presentación el grupo musical “Árbol Rojo”, formada por compañeros que siempre han estado presentes en las distintas actividades de Memoria y Derechos Humanos que se han realizado en San Antonio, permitió, de cierta manera, reponerse de las emociones provocadas al escuchar el testimonio anteriormente entregado.
Como parte
final de esta ceremonia, mujeres y hombres sobrevivientes del oscuro período
dictatorial, se acercaron hasta la Placa de la Enredadera de la Memoria para
proceder a destaparla e inaugurarla, depositando claveles en ella, mientras el
dúo musical “Cactus Andante” interpretaba algunas canciones como cierre de esta
acción viva de Memoria Histórica.
Guillermo
Correa Camiroaga, San Antonio 25 de mayo 2019
Juez ordena la detención de miembros en retiro de la Armada por aplicación de torturas a Sergio Vuskovic, exalcalde de Valparaíso
Publicado el 25 Mayo 2019
ESCRITO POR EL CLARÍN DE CHILE
SERGIO VUSKOVIC ROJO
El
ministro en visita extra ordinaria para causas por violaciones a los derechos
humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Jaime Arancibia Pinto,
sometió a proceso y ordenó la detención de ocho miembros en retiro de la
Armada, por su responsabilidad en los delitos de detención ilegal, secuestro
con grave daño y aplicación de tormentos al exalcalde de la ciudad Abraham
Sergio Vuskovic Rojo. Ilícitos perpetrados en septiembre de 1973.
En
la resolución, el ministro Arancibia encausó a Guillermo Samuel Aldoney Hansen,
Eduardo Rigoberto Cruz Johnson, Ricardo Alejandro Riesco Cornejo, Rafael
Guillermo Mac Kay Backler, Alejo Esparza Martínez, Guillermo Tomás Morera
Hierro y Reginaldo Rebolledo López, en calidad de autores de los delitos de
secuestro con grave daño y aplicación de tormentos; y a Juan Enrique Gaete
Costabal por la detención ilegal del exalcalde.
En
la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita logró establecer
los siguientes hechos:
“Conforme a los antecedentes pormenorizados precedentemente se ha podido
establecer que Abraham Sergio Vuskovic Rojo, fue detenido al mediodía del 11 de
septiembre de 1973, en el sector de Cerro Alegre, comuna de Valparaíso, por
personal de la Armada de Chile a cargo del teniente Juan Enrique Gaete
Costabal, luego de haber sido destituido de hecho como alcalde de esa misma
ciudad, cargo que ejerció hasta ese mismo día. Vuskovic Rojo fue trasladado por
Gaete Costabal hasta el Buque Escuela Esmeralda, por instrucciones de la
Primera Zona Naval, llegando al señalado buque ese mismo día a las 15:30 horas,
según consta en la bitácora de éste, y permaneciendo allí hasta el día 19 de
septiembre de 1973, para luego ser trasladado al campo de prisioneros de Isla
Dawson, región de Magallanes.
En el Buque Escuela Esmeralda, estuvo los primeros 3 días recluido en uno de
los camarotes destinados a los oficiales, lugar destinado a los detenidos de
alto rango político, y los 6 días restantes en el entrepuente de
guardiamarinas, lugar dentro del buque escuela donde mantenían a los demás
detenidos políticos. Durante estos nueve días, Vuskovic Rojo fue objeto de
constantes interrogatorios y aplicación de tormentos, como golpes de puño y
aplicación de electricidad en distintas partes del cuerpo, privación de sueño y
simulacros de fusilamientos por un grupo de agentes destinado para ello por el
CAJSI PRIZONA, conformado por Ricardo Alejandro Riesco Cornejo, Rafael Mackay
Bekler, Alejo Esparza Martínez, Guillermo Tomás Morera Hierro y Reginaldo
Rebolledo López, entre otros”.
En la resolución, el ministro Arancibia ordenó la detención de los procesados y su ingreso a recintos de la Armada en prisión preventiva.
Inauguran memorial en la ex Cárcel de Mujeres El Buen Pastor de Valparaíso
Publicado el 14 Mayo 2019
ESCRITO POR GUILLERMO CORREA
CAMIROAGA
El
proyecto de la Ruta de la Memoria de Valparaíso, iniciado hace dos años,
continúa señalando sitios de detención y tortura en la V Región como una acción
pedagógica de rescate de la Memoria Histórica, que tiene como objetivo mostrar
a las nuevas generaciones y a la ciudadanía en general lo sucedido durante la
dictadura cívico militar, para impedir el manto de olvido que se intenta
construir mediante la negación y/o el ocultamiento de los hechos, lo cual
representa una forma más de impunidad.
El pasado
11 de mayo se inauguró la novena Placa de la Enredadera de la Memoria en el
N°2614 de la calle Va Buren, lugar en donde funcionó la Cárcel de Mujeres
El Buen Pastor y que hoy es ocupado por el depósito y las oficinas
administrativas de los tradicionales trolebuses de Valparaíso y por una bodega
de alimentos congelados.
Alrededor de unas 150 personas participaron de un acto artístico testimonial en donde se relataron las insalubres y precarias condiciones carcelarias que vivieron decenas de Prisioneras Políticas al interior de este recinto, denunciando además la complicidad y el maltrato verbal efectuado por parte de las religiosas de la Congregación del Buen Pastor, y resaltando que durante el cautiverio nacieron dos niñas, Laura y Paloma, hijas de Presas Políticas, que permanecieron en prisión junto con sus madres.
Leslie
Olivares, quien estuvo detenida en este recinto carcelario, fue una de las
conductoras de este acto de reparación y al dar inicio a la ceremonia manifestó
que: “Nos reunimos en
este lugar para recordar, reflexionar y mantener viva la Memoria. Este
Memorial, que en un rato inauguraremos, es recuerdo imperecedero de vidas,
dignidades, cuerpos, familias y sueños. También huella latente de
desapariciones, muertes y torturas sistemáticas. En la Ex Cárcel de Mujeres
Buen Pastor de Valparaíso se registraron detenciones entre los años 1973 y
1988. La mayor cantidad de prisioneras se concentró el año 1974. Durante el
resto del período comprendido entre 1975 y 1977 disminuyeron, pero aumentaron
en la década del 80.”
Por su
parte, Danilo Ahumada, el otro conductor de este evento, agregó lo
siguiente: “Hoy
nos convoca el Colectivo de Ex Presas Políticas del Buen Pastor de Valparaíso y
la Mesa de Memoria, Cultura y Derechos Humanos, quiénes a través de un convenio
de colaboración y transferencia financiado por la Seremi de las Culturas, las
Artes y el Patrimonio de la Región de Valparaíso, han impulsado la Ruta de la
Memoria, inaugurando en distintos territorios de la Región de Valparaíso la
escultura “Enredadera de la Memoria”, del artista local Leandro Silva.
Esta acción de visualización comenzó hace dos años cuando se instaló la misma obra en el frontis del ex Liceo N°2 de Avenida Brasil, hoy Matilde Brandau de Ross; continuó con el reconocimiento en Isla Riesco, en Colliguay; Las Coimas, en San Felipe; Parque Cultural de Valparaíso-Ex Cárcel Pública; Playa La Ballena, Comuna de La Ligua, donde recordamos la memoria de la compañera Marta Ugarte; ex Cuartel Silva Palma, ubicado a los pies de Playa Ancha; Melinka-Puchuncaví; y recientemente, la Base Aeronaval de El Belloto.”
Luego de
esta introducción hizo uso de la palabra Alicia Zúñiga, integrante del
Colectivo de ex Presas Políticas de El Buen Pastor, organización que participa
en la Mesa Regional de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, para, entre otras
cosas, expresar lo siguiente:
“Este es un momento muy importante para todas nosotras,
quienes estuvimos aquí en este lugar que está a mis espaldas, en lo que fue la
antigua Cárcel del Buen Pastor de Valparaíso. Indudablemente, en tiempos en que
se niega todo, en tiempos en que se quiere borrar la historia de nuestro país,
que se trastocan absolutamente los valores y los principios que hicieron que
hombres y mujeres tuvieran que pasar por las cárceles, por los campos de
concentración, que fueran muertos, asesinados, hechos desaparecer, en estos
tiempos que vivimos, es muy importante que nosotros podamos recuperar la
Memoria, nuestra identidad como pueblo(…) Lograr que se reconozcan, en forma
simbólica, aquellos lugares que fueron centros de detención y tortura, aquellos
lugares en que fueron asesinados hombres y mujeres en nuestro país, que
sean señalados para que las nuevas generaciones conozcan verdaderamente
la historia. Este esfuerzo es el que hoy se cristaliza con esta Placa, con esta
Enredadera de la Memoria, que es la Memoria fragmentada, dispersa, que nosotros
no nos cansamos por lograr unir.”
En esta Actividad de Memoria estuvieron presentes diferentes Organizaciones de Derechos Humanos provenientes de San Felipe, Quillota, Quilpué, Viña del Mar, Valparaíso, como asimismo autoridades regionales y representantes de organizaciones sociales y populares. A nombre de la Alcaldía Ciudadana intervino la Encargada de Patrimonio de la Municipalidad de Valparaíso, María José Larrondo, para entregar un reconocimiento a la labor desarrollada en el rescate de la Memoria Histórica y un saludo a nombre del Acalde Jorge Sharp. “Este proceso de contar la historia hace referencia la palabra resiliencia, que es una palabra muy bonita y que se refiere a salir de este dolor haciéndolo todosjuntos, porque este es un dolor que quebró al país, no es un dolor de cada una por separado”, manifestó.
Después de
estas intervenciones, la comprometida cantora porteña Bernardita González,
junto al guitarrista Orlando Silva, deleitó y emocionó a las y los asistentes
con su melódica voz cargada de sentimientos, comenzando su presentación con la
hermosa canción de María Elena Walsh “La Cigarra”, que inicia con las palabras
“Tantas veces me mataron/Tantas veces me morí/Sin embargo estoy aquí
resucitando…”
La
actividad continuó con un saludo entregado por Francia Jamett, encargada de la
Unidad de Memoria y Derechos Humanos de la Subsecretaría de las Culturas y las
Artes, quien en parte de sus palabras se refirió a la prisión política y
género, remarcando que “Lamentablemente
las cárceles y lugares en donde estuvieron detenidas mujeres y niñas han sido
invisibilizadas por la historia de la Prisión Política en Chile. Han sido las
propias mujeres, las Ex Menores, que se han agrupado, congregado, como acá,
para darle visibilidad.”
Las numerosas mujeres que estuvieron detenidas en la Cárcel el Buen Pastor de Valparaíso llegaron allí después de haber estado secuestradas y torturadas en otros lugares de la V Región, especialmente el Cuartel Silva Palma y la Academia de Guerra, en donde muchas de ellas sufrieron, además, brutales vejámenes sexuales.
Patricia
Pulgar, sobreviviente de estos recintos y ex Prisionera Política del Buen
Pastor, en el testimonio entregado durante la realización de este acto
manifestó:
“La Cárcel de mujeres el Buen Pastor fue administrada por
la Congregación del mismo nombre. Allí se recluyeron mujeres por razones de
orden político durante la dictadura cívico militar, luego de haber pasado por
distintos centros de tortura de las Fuerzas Armadas y de Orden, como el Cuartel
Silva Palma, Academia de Guerra Naval y barcos como el Lebu y La Esmeralda.
Este era un lugar de total insalubridad. Ocupábamos unos
cuartos que servían de dormitorio, tanto para las presas comunes como
para nosotras las presas políticas, con un nivel de hacinamiento mayor,
ya que en la pieza asignada a nosotras había 10 literas por lado más una litera
en el pasillo y dos cunas, una para Paloma y otra para Laura, hijas de nuestras
compañeras que nacieron estando sus madres presas(…) Las monjas pasaban sus
rondas haciendo comentarios, como “por meterse en cosas indebidas están aquí”,
o cuando una estaba leyendo decían “aprendan a tejer mejor en lugar de estar
leyendo leseras que le envenenan la mente”(…) El lugar, con dos baños
asquerosos para nosotras que llegamos a ser 40 o más, contribuía a que
apareciera sarna, piojos e infecciones varias. Una ducha con agua helada de la
cual casi no salía agua; una cocina que de higiene no tenía nada, y el famoso
patio de luz, inhóspito, lúgubre, helado, con su piso de cemento sucio(…) En
este lugar desastroso vivimos en una época en que nuestras vidas fueron truncadas
por la dictadura, en donde pasamos penas, dolores y frustraciones cuyas
consecuencias emocionales se manifiestan en diferentes momentos de la
vida hasta el día de hoy, y también donde hicimos amistades que perduran hasta
hoy, donde entendimos que nuestro sueño de luchar por un mundo mejor no estaba
errado. Por lo mismo, también supimos sobreponernos a las condiciones adversas
que se nos imponían y realizamos actividades culturales y creativas, que
buscaban desarrollar la solidaridad y la resistencia. Conocimos el mundo de las
presas comunes, lleno de injusticias y vejaciones, y tuvimos que aprender a
convivir con ellas y compartir, en aquel sórdido espacio (…) Porque creemos
firmemente que la historia la escribimos todas y todos, hoy perpetuamos
este lugar como Sitio de Memoria de un pasaje oscuro y aberrante de nuestro
país.”
Mientras
Patricia Pulgar entregaba su testimonio, una banda de guerra de un colegio que
volvía del desfile del mes de mayo, resonó fuerte en las calles aledañas a
donde se estaba realizando el acto, transformándose en un simbólico eco, que
como expresó Leslie al continuar conduciendo la actividad “cuesta olvidar esos sonidos que
están instalados en nuestra dolorosa memoria.”
La
participación del cantautor Rodrigo Sepúlveda, estudiante de Música de la
Universidad de Playa Ancha y oriundo de la localidad de Graneros, diluyó e hizo
olvidar los desagradables sonidos marciales de la banda estudiantil,
interpretando canciones de Silvio Rodríguez.
La
ceremonia concluye con la inauguración formal de este Sitio de Memoria por
parte de un grupo de ex Prisioneras Políticas de la Cárcel del Buen Pastor de
Valparaíso, quienes se dirigieron hasta el Memorial ubicado sobre la vereda,
portando flores en sus manos, para proceder a destapar la Placa de la
Enredadera de la Memoria y luego depositar claveles rojos sobre la misma.
Este Memorial ,como manifestó Leslie Olivares, es ”una contribución a la lucha por la Verdad, la Justicia y el rescate de la Memoria en nuestra ciudad, que permitirá relevar la violencia de género en su expresión política y, de esta manera, educar a las nuevas generaciones en los valores que otorga una cultura basada en el respeto a los Derechos Humanos.”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 12 de mayo 2019
Inauguración de memorial en Base Aeronaval El Belloto
Publicado el 06 Abril 2019
ESCRITO
POR GUILLERMO CORREA CAMIROAGA
“En el círculo de la vida somos presente, porque somos pasado y somos
futuro. No es posible escindirlo. No es posible el olvido. Olvidarse es perder
la memoria del futuro.”
( Elicura Chihuailaf, poeta mapuche)
Un nuevo recinto de la Armada de Chille, que funcionó como centro de
detención, tortura y muerte, fue señalado como Sitio de Memoria al instalarse
un Memorial en el lugar en donde funcionó la Base Aeronaval El Belloto en la
Comuna de Quilpué. Hasta el momento son ocho las Placas de la “Enredadera de la
Memoria” que han sido instaladas en distintos lugares de la región de
Valparaíso y que forman parte de la Ruta de la Memoria que continuará su
construcción, mediante la instalación de otros Memoriales.
Este Proyecto, que busca hacer visible ante la ciudadanía los recintos que
fueron utilizados por los uniformados para detener y violentar a miles de
chilenos y chilenas, así como también los lugares en donde fueron asesinados
numerosos compañeros y compañeras, se inició hace dos años con la instalación
de la primera Placa de la Enredadera de la Memoria en el frontis del Liceo N°2
de Niñas de Valparaíso, agregándose posteriormente los Memoriales de Colliguay,
Puchuncaví, Playa La Ballena, Sector Las Coimas, Cuartel Silva Palma, Ex Cárcel
de Valparaíso y el sábado 30 de marzo El Memorial en El Belloto.
El extenso paño de terreno en donde funcionó la base aeronaval El Belloto
fue desmantelado, destruido y vendido a empresas inmobiliarias, quienes
construyeron poblaciones y centros comerciales en dicho espacio, que hoy se
denomina como Belloto 2000, permaneciendo como único vestigio parte de la pista
de aterrizaje, transformada hoy en la Avenida
Centenario.
Precisamente, en una pequeña explanada ubicada en la parte alta de esta
calle fue el lugar en donde se instaló la Enredadera de la Memoria.
Alrededor de doscientas personas participaron de la ceremonia de
inauguración, entre las cuales se encontraban numerosos ex prisioneros y
prisioneras políticas, integrantes de organizaciones de derechos humanos y
sociales, familiares de asesinados durante la dictadura, como asimismo vecinos
y vecinas del sector.
Danilo Ahumada, conductor del acto, al dar inicio a esta actividad
manifestó:
“Nos reunimos en este lugar para recordar, reflexionar y mantener viva la memoria. Este Memorial, que dentro de un rato inauguraremos, es recuerdo imperecedero de vidas, cuerpos, dignidades, familias y sueños. También huella latente de desapariciones, muertes y tortura. La Base aeronaval de “El Belloto” comenzó a operar como campo de presos políticos durante la dictadura, el mismo 11 de septiembre de 1973. Por este campo de detención pasaron casi todos los detenidos de la región de Valparaíso, la mayoría de los cuales sufrieron torturas, violaciones y simulacros de fusilamiento. Inmediatamente después de su detención a los presos políticos se les vendaba los ojos, eran amarrados y golpeados. Una vez en el recinto eran recibidos con golpizas y apaleos. Algunos detenidos debían permanecer en un patio, a la intemperie, en una trinchera rodead de piedras y otros, en un hangar abierto, al lado de la cancha de aterrizaje. Algunos fueron obligados a permanecer tendidos en el suelo, con las manos en la nuca o en la cintura, inmóviles, privados de comida, agua, abrigo y sueño. Hoy nos convoca la Agrupación de Beneficiarios de la Ley de Reparación Política PRAIS-Quilpué y la Mesa de Memoria, Cultura y Derechos Humanos, quien a través de un convenio de colaboración y transferencia financiado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Valparaíso ha impulsado la Ruta de la Memoria, inaugurando en distintos territorios de la Región la “Enredadera de la Memoria”, del artista local Leandro Silva.“
Este recinto de la Armada en la V región se puede considerar, además de ser
un campo de detención y tortura, como un sitio de exterminio, ya que en este
lugar fue asesinado Jaime Aldoney, quien fue Regidor e Interventor de la
Compañía de Cervecerías Unidas durante el gobierno de la Unidad Popular, cuyo
cuerpo fue posteriormente hecho desaparecer, siendo uno más de los miles de
Detenidos Desaparecidos. También en este lugar fue asesinado Ramón Navia
Martínez, Dirigente de la Construcción, quien fue sometido a brutales torturas.
Otro caso relacionado con la Base aeronaval El Belloto es el del estudiante de
nacionalidad dominicana Juan Blanco Castillo, de 25 años de edad quien fue
detenido el 14 de octubre de 1973 y trasladado hasta la base aeronaval, apareciendo
seis meses después muerto el sector de Colliguay. El cuerpo de este ciudadano
dominicano no fue entregado a sus familiares y desde ese entonces se desconoce
el paradero del mismo, transformándose en otro Detenido Desaparecido.
Durante el transcurso del acto Lucía Saavedra, a nombre de la Agrupación de
Beneficiarios de Leyes de Reparación Política PRAIS-Quilpué,
manifestó, en parte de su intervención: “Los espacios que formaban la
Base Aeronaval de El Belloto desaparecieron aceleradamente, de un de repente.
Luego nos dimos cuenta que con la misma celeridad estábamos desapareciendo
nosotros. Conversamos con la gente de la Comuna y nos dimos cuenta que las
nuevas generaciones desgraciadamente no sabían nada de lo que había sucedido en
este espacio y en nuestro país, por lo tanto comenzamos a buscar todos los
vestigios que pudieran haber de la Base Aeronaval de El Belloto. Las nuevas
generaciones desgraciadamente no saben ni han tenido las clases de historia, o
que la historia realmente cuente lo que aquí ha sucedido. Pero aquí estamos
nosotros, viejos y todo, pero aquí estamos para declarar la verdad. Las
palabras del poete mapuche Elicura Chihuailaf, que encabezan esta crónica,
fueron leídas por Lucía Saavedra al final de su intervención.
También estuvieron presentes e hicieron uso de la palabra Paula Espinoza,
en representación de la Municipalidad de Quilpué y Carolina Arce, en
representación de la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la
región de Valparaíso, quienes entregaron un saludo, reconocimiento y respaldo a
esta iniciativa de rescatar de la Memoria Histórica, resaltando el valor que
tiene en cuanto a la promoción de los Derechos Humanos y la búsqueda de la
verdad, que son pilares fundamentales, junto con la aplicación de justicia, en
la lucha contra la impunidad.
Por otro lado, Alfonso Godoy, quien estuvo detenido en la Base aeronaval El
Belloto, entregó su testimonio, donde relató:
“ (…) De un momento a otro, a partir del 11 de septiembre, este fue un
centro de odio, de persecución, de tortura, de barbarie, de menoscabar la
esencia del ser humano. Aquí no solo se torturó físicamente, aquí se castigó,
como en otros lados, nuestra psiquis, quisieron exterminar no solo al ser
humano, sino que también lo que representábamos, nuestro pensamiento. Por
contar algunas cosas. Un día en una sala determinada al otro día llegó un
compañero detenido de la construcción, lo golpearon tanto, que murió, me
acuerdo de su apellido, compañero Navia, dirigente de la construcción. Había otro
compañero, de raza negra, un estudiante dominicano que lo acusaban de ser
cubano. Le enrollaron, perdonen la crudeza, le enrollaron papeles de diario en
la cintura y lo quemaron. Luego apareció muerto. Hay un juicio, donde soy
testigo, este compañero era de apellido Blanco.
(…) Ridículamente, para castigarnos, nos obligaban a hacer nuestras
necesidades fisiológicas en un busto del Che Guevara que lo sacaron de una
plaza vecina. ¿Qué ocurría con nosotros mientras tanto? Nos cuidábamos entre
nosotros, no importaba de qué línea política eras, éramos seres humanos, nos
trasmitíamos la esperanza de vivir, la esperanza de algún día salir.
(…) Fueron momentos súper duros, muy violentos, pero sin la ayuda que
nos brindábamos nosotros sin preguntar de qué lado eras, fue crucial para que
nos mantuviéramos, a lo menos, físicamente un poco más sanos, porque nadie pudo
entender después cuál era el daño psicológico que sufrían nuestras familias y
que sufríamos nosotros.
Éramos unos tipos jóvenes y ¿por qué nos tenían presos?, y esto vale la
pena entenderlo, porque nos habíamos sumado al gran sueño de una patria mejor y
por construir un país socialista, seguir el sueño de Salvador Allende, nuestro
mártir eterno.
(…) Hoy día quisiera tener la elocuencia de representar lo que
vivimos y lo que aprendimos aquellos que estuvimos presos, quisiera hacer un
homenaje para aquellos que cayeron, que fueron asesinados, nadie murió, todos
fueron asesinados por manos perversas que conocieron el odio y que nunca pudieron
entender que no solo éramos seres humanos, sino que éramos chilenos sanos, que
éramos capaces y queríamos sumarnos a la construcción de un país donde no
hubiera tanta pobreza y donde la distribución de la riqueza fuese más justa…”
Entremedio y al final de las distintas intervenciones, el cantautor Rodrigo
Sepúlveda, estudiante de Pedagogía en Educación Musical de la Universidad de
Playa Ancha, interpretó, acompañado de su guitarra, diversos temas musicales.
Como parte final de esta emotiva ceremonia se procedió a la inauguración
del octavo Memorial de la Ruta de la Memoria de la V Región.
La Enredadera de la Memoria quedó instalada donde un día funcionó la Base
Aeronaval El Belloto, constituyéndose en un silencioso grito de denuncia de las
atrocidades cometidas por personal de la Armada de Chile en dicho recinto.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 5 abril 2019