Ex cárcel de Valparaíso, Sitio de Memoria

Material fílmico sobre la cárcel de Valparaíso donde estuvo presa la marinería que se opusiera al golpe de estado en 1973. Posteriormente cobijó esta prisión a los prisioneros políticos una vez ocurrido el golpe de estado. Filmada por  el marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi, a las pocas semanas de haber quedado fuera de servicio.

 

 

 

Sublevación de la Escuadra 1931

Proclama del Estado Mayor de las tripulaciones  1° de Septiembre de 1931  Parrafo 5.

Que jamas, mientras haya a bordo un solo individuo de tripulación, los cañones de un barco de guerra chileno serán dirigidos contra sus hermanos del pueblo

 

 

Galería de fotos, algunos centros de reclusión

DIARIO „EL SUR“ DE CONCEPCIÓN. 30 de septiembre de 1973.

Marinería Constitucionalista que se opusiera al golpe de Estado en 1973 presa en la Cárcel Chacabuco 70 de Concepción.

Foto de “El Sur” de la época sobre este evento registra el momento en que posterior al golpe hace “visita”con una comitiva al penal El general -Intendente Washington Carrasco para ”conversar” con los ex marinos acusados de “intento de sublevación” por la Armada.

En la formación los detenidos de  las naves apostadas en la Base Naval de Talcahuano y Personal de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR ).

Pabellón de prisioneros de la Ex cárcel de Valparíso donde se mantuvo prisionera a la marinería constitucionnalista hasta agosto de 1976

Los primeros marineros constitucionalistas comienzan a llegar a la cárcel de Valparaíso a principios de septiembre 1973. Foto: La Tercera, Octubre 1973

Los marineros constitucionalistas en formación en el patio principal de la cárcel de Valparaíso. El último grupo de marineros llegaría el 22 de octubre del 1973

Con la intervención de la Organizacionaciones internacionales como la Cruz Roja Internacional, Amnetsy, organizaciones de Iglesias y otras, vendrían con el tiempo mejoras en las condiciones de detención. Casamiento en la cárcel de Valparaíso. Foto Archivo

Primer equipo de futbol de los Presos políticos. Entre ellos dos marineros trasladados de la cárcel de Concepción; Víctor López ( de pié, 3° de der. a izq.) y Mario Cordero, ( de rodillas, 1° de der. a izq.). En ese período a toda la marinería presa acá, la habían trasladado al campo de concentración de Melinka.

Marinero Cordero en el patio de la guardia, cárcel de Valparaíso

Cabo Antonio Ruiz Uribe 4° de Izq. a Der. . en la cárcel de Valparaíso con presos políticos,

Marineros Constitucionalistas presos en la Penitenciaría de Santiago, Calle 2. De pié, de Izq. a Der.: Pedro Blaset, Jaime Salazar, Hugo Maldonado, Pedro Lagos, Juan Cárdenas. De rodillas, Izq. a Der.: S., Ernesto Zúñiga, Juan Roldán. A principios de 1978 son trasladados a la Calle 5.

Penitenciaría de Santiago. 31 julio 1977, 2° de Izq. a Der. Sergio Fuentes, 4° Juan Cárdenas, 5° Juan Roldan, 6° Pedro Blaset, 7° Jaime Salazar, 9° Ernesto Zúñiga, 11° Pedro Lagos

Libertad del cabo Pedro Lagos Carrasco de la Penitenciaría de Santiago el 21 de abril de 1978

Capitán Vergara, marinero Sergio Fuentes , cabo Pedro Lagos recluidos en la Penitenciará de Santiago 1977
Carrete en la Peni
Pedro Lagos, Juan Roldan, Juan Cardenas, Pedro Blaset, Hugo Maldonado y Hernan Pacheco

Galería de Fotos en la Armada

Buey “Panchulo”. Con este buey y este barril se cubría el puesto de guardia de servicio como “Aguatero” distribuyendo agua a las casas de los residentes en la isla. Contingente 1969, Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Registro, marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque

 

Reportaje de la entrega de armas al contingente 1969 en la Escuela de Grumetes, Isla Quiriquina. Diario Flash, N° 300, 6 de mayo de 1969

La madre del marinero constitucionalista Luis Ayala, Rebeca Herrera entrega el arma para la defensa de la Patria, de la soberanía y de obediencia a la autoridad máxima el Presidente de la Republica. Rebeca Herrera representaría años más tarde el Comité para la defensa de los DDHH de los marineros constitucionalistas.

En 1969 se rompe la tradición y son las madres las que entregan las armas a sus hijos para la defensa de la Patria y la familia.

Entrega de armas, Escuela de Grumetes contingente 1969

Registros fotográficos del marinero constitucionalista Luis Ayala

La madre del marinero Cordero, Blanca Rosa Cedraschi Irarrázabal entrega el arma a su hijo para la defensa de la Nación, su soberanía, lealtad a la Constitución, las Leyes y obediencia a la autoridad máxima de la República. Escuela de Grumetes 1969.

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza en la Escuela de Grumetes 1970, Isla Quiriquina. Registro, marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Bernardo Flores Valdebenito en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi  en periodo de instrucción de infantería. Escuela de Grumetes 1969.  Registro, marinero Cordero

Marineros, de derecha a izquierda, Cordero y Silverio Lagos a bordo del transbordador Meteoro 1969. Registro, marinero Lagos

Marinero Constitucionalista Gastón Gómez Obreque a bordo de la Esmeralda. Registro marinero Gómez

Registro, marinero Lagos

Visitas a la Esmeralda en crucero de instrucción. Australia 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda en el Puerto de Sydney, Australia. Viaje de instrucción 1970. Registro marinero Cordero

La Esmeralda, Sydney 1970. Crucero de instrucción . Registro, marinero Cordero

Parada militar en el Puerto de Sydney, Australia. Crucero de instrucción de la Esmeralda 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero contitucionalista Víctor López Zambrano a bordo de la Esmeralda crucero de instrucción 1970

Marinero Carlos García Herrera a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Foto de Archivo

Marinero constitucionalista Mario Cordero Cedraschi a bordo de la Esmeralda, crucero de instrucción 1970

Marinero constitucionalista Silverio Lagos Muñoz (al centro) a bordo de la Esmeralda en crucero de instrucción 1970. Registro, marinero Lagos

Marinero Mario Cordero Cedraschi

Recepción a la Esmeralda en Pearl Harbor, Hawaii, 1970. Registro, marinero Cordero

Marinero constitucionalista Jaime Espinoza a bordo del destructor anfibio Serrano en servicio en el Cabo de Hornos

Destructor Serrano que tripulara el marinero constitucionalista Jaime Espinoza en los archipielagos del sur de Chile. Registro marinero Espinoza

Marinero constitucionalista Gastón Gómez Obreque ( de pié, 2° de Izq. a Der. ) Registro marinero Gómez

Marinero 1° Jaime León Balladares Contreras, miembro de la dotación del Crucero O’higgins detenido en el Puerto de Talcahuano por sus posiciones constitucionalistas. Foto: registro jaime Balladares.

Marinero Cordero, ( Abajo, 2° de Izq. a derecha) Escuela de Ingeniería Naval, cursa 2° año de técnica en electricidad. Foto de archivo

Parada militar en Valparaíso 1971. Registro, marinero Cordero

Fiesta recepción de diploma. A las afueras de Valaparaíso. Registro, marinero Cordero

Marinero constituconalista Bernardo Flores Valdebenito

Marinero Constitucionalista Guillermo Castillo Esquivel

Marineros Jaime Salazar (de pié Izq.), Ernesto Zúñiga Vergara (5° a la derecha) Q.E.P.D. y Orlando Veliz. 2° año de mecánicos artilleros 1972,.Entrepuente de la Escuela de Armamentos. Registro del marinero Jaime Salazar .

Marinero Juan Dotte Bravo. Crucero O’higgins 1970

Jaime Salazar, julio 1973. Registro j. Salazar

1971, día del artillero, Escuela de Artillería. Izq.sentado Jaime Salazar de pié con gafas Ernesto Zúñiga Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista Ernesto Zúñiga Vergara ejecutado por miembros del aparato represivo de la dictadura el 16 de enero de 1982. Q.E.P.D.

1970 Ernesto Zúñiga en el crucero Prat

Marineros Edgardo Rodríguez (Izq. ) y Patricio Barroilhet Q.E.P.D. a bordo del crucero Prat. Registro, marinero Rodríguez

Marinero Patricio Barroilhet Q.E.P.D. durante su formación en la Escuela de Ingeniería Naval en las Salinas. Foto registro, marinero Edgardo Rodríguez

1971, curso de técnicos electricistas Escuela de Ingeniería Naval. 3° de izquierda a derecha, marinero Luis Fernandez Ahumada, Q.E.P.D. y de rodillas, Cordero, 2° de Izq. a Der.

Marinero constitucionalista Luis Fernandez Ahumada Q.E.P.D

Cabo constitucionalista Antonio Ruiz Uribe Q.E.P.D.

Cabo Constitucionalista Alberto Salazar Briceño Q.E.P.D. Ejecutado junto a Iris vega Bizama  el 23 de junio 1979 a las 22:15 horas en la ciudad de Concepción.

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Cabo constitucionalista Teodosio Cifuentes Rebolledo Q.E.P.D.

Marinero constitucionalista José Maldonado Alvear Q.E.P.D. 1° de izquierda a derecha.

Cabo constitucionalista Pedro Lagos Carrasco (al centro)

Cabo constitucionalista Sebastián Ibarra Vallejos, recién ascendido, mayo 1973. Registros, Cabo Ibarra

Escuela de Artillería 1969. Desfile en Santiago. Registro, cabo Ibarra

Cabo Ibarra (de pié, 1° Izq.) Escuela de Artillería, curso de Mecánicos Artilleros, fiesta de Santa Bárbara 1969

Cabo Ibarra (2° derecha a Izq.) Tripulación del Rivero viajando en el Meteoro a la isla Quiriquina

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971 . Registro, De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero

Puerto Montt, llegada de Fidel y Allende al Riveros, noviembre 1971. De Izq a der. 2° cabo Ibarra, detrás del 4° marinero, Salvador Allende y el Almirante Montero Registro, cabo Ibarra

Destructor Riveros, visita de Fidel Castro noviembre 1971. Registro, cabo Ibarra

Cabo Pedro Blaset Castro junto a sus padres de grumete, Isla Quiriquina , Escuela de Grumetes 1966. Foto : Registros de Pedro Blaset

Marinero Blaset a bordo de la Esmeralda en viaje de instrucción 1967.

Marinero Blaset en la Escuela de Ingeniería Naval, Las Salinas, 1969.

Cabo 2°constitucionalista Pedro Blaset Castro. De marinero en las Islas Azores 1972. A bordo del transporte Aquiles rumbo a Suecia para integarse como miembro de la tripulación del crucero Latorre adquirido por  la Armada bajo el Gbno. de S. Allende.

Blaset . Cena con la Comunidad Folclórica de Karlskrona, Suecia 1972 . Se integra a la tripulación del crucero Latorre.

Blaset . Karlskrona 1972.

Cabo Ibarra, (de pié, 3° de derecha a Izq.) Crucero Latorre mayo 1973 ascensos

Cabo Ibarra a bordo del Latorre 1973

Cabo 2° Electricista-submarinista José lagos Améstica. Dotación Crucero Almirante Latorre

Cabo José Lagos Améstica

Marinero constitucionalista José Orlando Diaz

Marinero Diaz en Guardia de Honor

En el lanzamiento de las cenizas del escritor Salvador Reyes Figueroa. Lanzadas al mar frente a las costas de Antofagasta. Registro, marinero Diaz

En la isla Isla San Ambrosio. Ubicada a 488 Millas nauticas de Caldera. Registro, marinero Diaz

Marinero constitucionalista Ricardo Tobar Toledo

Cabo mecánico, Ricardo Tobar Toledo. Registro, cabo Tobar

Cabo constitucionalista Julio Gajardo Neira

Cabo 2° Mecánico Electrónico de Aviación Naval, Luis Jorquera. Detenido por sus posiciones constitucionalistas Base Aeronaval El Belloto. Foto: Registro Luis Jorquera, Escuela de Electrónica 1967

Sargento constitucionalista Juan Cárdenas Villablanca

Galería

Aquí encontrarás material fílmico y fotográfico sobre la marinería constitucionalista.

 

 

Los represores

En la Carta al pueblo y al Presidente redactada en 1973, durante los últimos días de la democracia, los marinos detenidos difundieron los nombres de nueve torturadores, denunciando también la complicidad del fiscal Jiménez:

“En Talcahuano, nos interrogaron sin venda y estuvieron a cargo en forma de hecho, los señores Kohler, el capitán Bunster, los tenientes Jaeger, Letelier, Luna, Alarcón, Tapia, Maldonado y Letich. Nos hacían hablar en grabadoras lo que ellos querían pegándonos culatazos por todos lados y nos decían: ‘Tienen que hablar lo mismo donde el fiscal’. Y el fiscal nos preguntaba ‘Se siente mal, si les han hecho algo, díganme'”.

El semanario Chile Hoy, acusa  a los tenientes: Jaeger, Letelier, Luna, Alarcón, Tapia, Maldonado y al subteniente Boetsch, de la Infantería de Marina. Chile Hoy 63, 24-8-73.

El 2 de septiembre de 1973 – como hemos visto – el comandante en jefe de la Armada, almirante Montero, ordena a la Fiscalía naval para que inicie los sumarios contra los torturadores y encarga al abogado de la Intendencia de Valparaíso, Luis Vega, de reunir los antecedentes para que el Gobierno se constituya como parte. Vega, 1983,246.

Los familiares de los detenidos piden al abogado que presente una denuncia por torturas y le comunican el nombre de los torturadores: “capitanes Gajardo, Acuña y Kooller ⌈Kohler⌉; tenientes Luna, Alarcón, Letelier, Tapia, Maldonado, Boetsch, Jaeger y otros”. “Comprendí entonces la urgencia de presentar una denuncia”, afirma Vega.                    Vega, 1983, 215.

Por su parte, varios marinos interponen recursos contra las declaraciones arrancadas con torturas.

Sin embargo, hasta hoy, los torturadores de los marinos nunca han debido responder ante ningún tribunal y gozan de una total impunidad.

El jefe del grupo que tortura en Talcahuano – o al menos uno de ellos -, es el entonces capitán de corbeta de Infantería de Marina Luis Kohler Herrera. Es el primer torturador mencionado en la carta de los marinos al Presidente de la República; su nombre y su imagen vestido con traje de camuflaje, quedó grabado en la memoria de muchas de sus víctimas.

Después del golpe de Estado, el capitán Kohler, y los tenientes Cáceres y Alarcón, figuran entre los oficiales que estuvieron a cargo del estadio Francisca Acosta en Talcahuano, un centro de reclusión y tortura, donde los detenidos eran mantenidos incomunicados en condiciones inhumanas. www.memoriaviva.com.

El año 2000, Luis Kohler es presidente del Cuerpo de oficiales superiores en retiro de las Fuerzas Armadas en la Quinta Región. www.capredena.cl/pub/oirs/circulos.htm#5,pc 4-5-07.

El capitán de corbeta René Gajardo Alarcón, es descrito por la revista Chile Hoy como el jefe del Servicio de Inteligencia de la II zona naval y relacionado con el Bofe, es decir los grupos que efectúan atentados terroristas. Chile Hoy 65,7-9-73 in Las Fuerzas Armadas y…,234. Había dirigido arrestos y allanamientos en Talcahuano y Concepción. Chile Hoy 63, 24-8-73.

El abogado Luis vega lo identifica como uno de los oficiales que fue sometido a sumario por torturas. Se trata probablemente del capitán Gajardo que impidió el ingreso de los abogados a la base de Talcahuano para ocultar a los marinos torturados.

El teniente Santiago Lorca, de la división de electrónica del crucero Prat, mencionado por García y López. Va a cerciorarse del avance de los interrogatorios (con tortura) en el fuerte Borgoño.

El teniente Pedro Augusto Benavides Manzoni, secretario de la Fiscalía naval, participa en la represión a los marinos antigolpistas desde los primeros días. El martes 6 de agosto de 1973, cuando el fiscal Bilbao interroga a los detenidos en la Academia de Guerra, el teniente Benavides se pasea, desenfunda su pistola y los apunta a la cabeza 〈E〉 Ibarra, 2003.

Jorge Magasich, Extracto Los que dijeron “No”, LOM, Tomo II, 345-349

 

Jefe de Regata Bicentenario acusado por tortura

Por Jorge Escalante/investigacion@lanacion.cl

La Armada ha calificado esta travesía, en que participarán 13 países, como el “regalo” de la institución a la ciudadanía por estos dos siglos de vida. Y viene con sorpresa: ex marinos acusan al presidente del comité organizador, el teniente (R) de la Armada Santiago Lorca, de arresto bajo engaño y de conducirlos a la tortura en 1973. Lorca sostiene que “eso está en manos de los tribunales”.

Domingo 3 de enero de 2010 | | LND Reportajes

ORGANIZADOR.- El presidente del Comité Internacional Regata Bicentenario 2010, Santiago Lorca (a la izquierda), junto al subjefe de Estado Mayor de la Armada argentina, vicealmirante Benito Rótolo.

A fines de enero se realizará la Regata Bicentenario 2010, travesía convocada por las armadas de Chile y Argentina en que participarán 13 países de Europa y América. El presidente del comité organizador, teniente (R) Santiago Lorca González, no ha podido concentrarse exclusivamente en esa labor.

Lorca, ingeniero electrónico y empresario, debió declarar ante la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Eliana Quezada, por una querella por torturas presentada por ex marinos que se opusieron al golpe de Estado de 1973. Sus antiguos compañeros de armas le imputan haberlos sacado la noche del 7 de agosto de 1973 desde el crucero Prat bajo el engaño de una “comisión de servicio” y entregarlos a un pelotón de infantes de marina en el Fuerte Borgoño en Talcahuano, donde fueron golpeados y torturados durante varios días. Fueron culpados de urdir un plan para apoderarse de los barcos de la escuadra con el fin de oponerse al golpe militar que se venía gestando al interior de la Marina.

El acusado reconoció ante la jueza haber sacado desde el Prat a “dos o tres marinos llevándolos al Fuerte Borgoño, misión que cumplí en dos o tres oportunidades esa misma noche”. Además, declaró que él tenía la tuición sobre esos marineros de especialidad electrónica en la nave, “porque yo era el jefe de la división de los marineros electrónicos”.

Uno de los ex marinos, Víctor López Zambrano, quien actualmente preside la Coordinadora del Personal Exonerado de la Armada, dijo a LND que “a mí el entonces teniente Santiago Lorca González me secuestró desde el crucero Prat, porque me sacó a las doce de la noche bajo el engaño de una comisión de servicio para supuestamente retirar unos equipos electrónicos. Pero eso era falso, porque me llevó al Fuerte Borgoño, donde fui brutalmente torturado. Él estaba presente mientras me interrogaban. El Prat se encontraba en Talcahuano desde hacía varios días (en agosto de 1973) para reparaciones”.

Lo mismo sucedió con los marinos de la misma especialidad Antonio Ruiz Uribe y Carlos García Herrera, a quienes Lorca también detuvo a bordo del Prat y los condujo al Borgoño.

Los tres ex marinos formaron luego parte del llamado proceso de la escuadra, acusados del intento de apoderarse de los buques para tratar de resistir el golpe de Estado, en un plan ideado, según la Armada, por los secretarios generales del MIR, Miguel Enríquez; del PS, Carlos Altamirano, y del MAPU, Óscar Guillermo Carretón, lo que finalmente se demostró que era falso.

La suerte procesal de Santiago Lorca es aún incierta, dado que la magistrada está todavía en la etapa investigativa de esta querella interpuesta por los ex marinos.

“Un personaje así no puede estar asumiendo esta representación a nivel internacional ni menos estar representando a Chile en este evento”, dijo Víctor López.

De acuerdo a la declaración procesal de Santiago Lorca, dada en calidad de inculpado y no como simple testigo el 14 de octubre pasado, él sólo habría entregado a los tres marinos “en la guardia del Fuerte Borgoño”, pero en otra parte de ella reconoce que estuvo presente en los interrogatorios, al menos de uno de ellos, sin mencionar de quién se trataba.

“Me hicieron pasar a una oficina donde había alrededor de siete personas, y al preguntarle a uno de ellos, que en esos momentos era interrogado por un comandante, me dijo que ellos pensaban tomarse los buques a la fuerza. Ellos se veían en buenas condiciones físicas, sin demostraciones de haber sido golpeados”, declaró Lorca a la jueza.

Sin embargo, Víctor López expresó que “eso es falso, porque yo y los otros ya habíamos sido duramente golpeados y torturados, y Lorca estaba ahí presente y vio el estado en que yo estaba en ese momento, en esa sala, donde además estaba el comandante Luis Köller, que era el segundo comandante del Fuerte Borgoño, quien me torturó”.

La versión de Lorca

LND conversó con Santiago Lorca, quien reconoció que “soy el presidente del comité organizador de la regata completa de Sudamérica y un almirante chileno en servicio activo (José Miguel Romero) preside el comité de la regata específicamente con Chile”, dijo.

Acerca de su declaración procesal ante la jueza Quezada y las acusaciones que le formulan en esta querella, Lorca manifestó “eso es algo que está en manos de los tribunales de justicia. Se trata de algo que pasó antes de septiembre de 1973 y esos marinos fueron juzgados y condenados. Hubo un proceso”.

Sobre los cargos que se le formulan de detener gente bajo engaño y entregarlos a la tortura, Lorca expresó que “cualquiera puede dar una opinión respecto de lo que realizo, sólo digo que eso está en manos de los tribunales. Si me imputan cargos, esos cargos deben ser resueltos por los tribunales”.

En sus descargos, Lorca dijo a LND que, si bien admite que detuvo a esos marinos a bordo del crucero Prat “eso lo hice porque me dieron una orden superior, no fue una decisión mía. Era solamente un teniente en 1973”.

Agregó que se siente frustrado porque alguien quiera opacar esta iniciativa de la regata internacional. “Son los mismos que armaron hace poco un cuento en el molo de abrigo en Valparaíso y por eso no se pudo hacer ese acto a bordo de la Esmeralda. La Esmeralda es un buque y no se puede descalificar un buque por lo que pudo ocurrir a bordo de él. Esto de la regata es algo muy lindo y no se le puede estar destruyendo con estas cosas”, sostiene.

Los marinos que lo acusan dicen conocer a Lorca muy bien, pues estuvieron con él en 1971 y 1972 en la escuela de electrónica de la Armada en Viña del Mar. “Él, como oficial, era el jefe de nuestro curso en cuanto al mando, por lo tanto es imposible que me confunda. Más aún: sabemos que él nos delató en 1973 porque nosotros nos oponíamos al golpe de Estado que se venía gestando abiertamente en la Marina. Él era uno de quienes lo apoyaban”, afirmó Víctor López. //LND

 

 

Lautaro Sazo Lizana

Después del Golpe, la Armada burló medidas oficiales tomadas bajo el gobierno de Allende. Por ejemplo, el capitán lautaro Sazo , llamado a retiro a causa de sus actividades golpistas en 1971, fue reintegrado a la Armada y a los servicios secretos.

Josge Magasich, Los que dijeron “No”, LOM, Tomo II, 407

Comandante del Crucero Latorre Carlos Fanta Núñez

Fecha: Mon, 5 May 2003 17:00:49 -0400
De: Instituto Cono Sur
Asunto: CHILE: ACLARACION SOBRE EL PAPEL DEL COMANDANTE DEL CRUCERO “LATORRE”

Agradecemos a Jorge Fanta la rectificación que nos envía y le pedimos
públicamente excusas por el error en la información que difundimos.
La memoria de hombres como el padre de Jorge Fanta, el Comandante
Carlos Fanta Núñez, merecen todo nuestro respeto. Germán F. Westphal,
<PCS>

From: Jorge Fanta

Les escribo para aclarar una información contenida en el resumen 937
de <politicaconosur>, en que se señalan comprendidos en una misma
situación a los violadores de los derechos humanos y a los que tenían
mando al momento del golpe militar de 1973. El origen de dicha
información confusa tuvo por fuente dos listados que publicó el
semanario El Siglo en su numero 8698 de enero de 2002, con títulos
diferenciados de los agentes de la DINA y por otra parte de quienes
eran miembros de las FFAA con mando al 11 de septiembre y que por
ello, en definitiva, son los que tienen o pueden tener conocimiento
de las circunstancias de los secuestros, tortura y muerte de los
detenidos desaparecidos. Con posterioridad, diversos sitios
electrónicos publicaron dichos listados sin hacer la diferenciación
que claramente contenía la publicación del El Siglo.

Figura en la información el nombre de Carlos Fanta Núñez, ya
fallecido, de quien soy hijo. Quisiera que contasen con esta
información para los fines que estimen pertinentes:

1. Mi padre fue efectivamente comandante del crucero Latorre al 11 de
septiembre de 1973.

2. Es un hecho público y reconocido por quienes lo conocieron que
jamás amparó y muy por el contrario condenó que se mantuviesen en
los institutos armados y al margen de la justicia a reconocidos
autores de delitos de lesa humanidad, junto a los cuales
lamentablenete ahora se ve unido por la publicación que genera esta
carta.

3. El comandante Carlos Fanta Nuñez fue llamado a retiro el 29 de
octubre de 1973, cuarenta y ocho dias después del golpe militar,
siendo su hogar vigilado y su correspondencia violada. No se
incorporó al cuerpo de almirantes y oficiales en retiro y se negó por
dos décadas a concurrir al buque escuela Esmeralda, respecto del
cual fue testigo de su utilización como centro de detención y
torturas, todo lo cual declaró en su oportunidad ante la comisión Rettig.

Comandante en Jefe de la Armada Rodolfo Codina

LaTercera/Reportajes
Oscar Guillermo Garretón

“Se cierra un capítulo muy largo e importante de mi vida”

En 1973 fue acusado de sedición por la Armada. Fue uno de los “10 más buscados” después del golpe. Salió al exilio y cuando volvió, en 1987, pasó seis meses en la cárcel de Valparaíso. Pero el pasado fin de semana el ex líder del Mapu y hoy empresario pudo reencontrarse con la Marina, en una emotiva travesía a bordo del buque Aquiles. Durante ella, el comandante en jefe, Rodolfo Codina, dijo que había cosas de las que en su institución “no podemos sentirnos orgullosos”.

Juan Pablo Sallaberry

Fecha edición: 09/04/2006 01:00

En el Aquiles. Al terminar su discurso, Oscar Guillermo Garretón fue abrazado por un emocionado almirante Codina.

¿Cómo fue el viaje en el buque Aquiles junto a las autoridades de la Armada?

Fue un gesto de mucha relevancia que la Marina me invitara a subirme a un barco de la Armada después de 35 años, porque la última vez que lo hice fue como subsecretario de Economía de Salvador Allende. Tenía para mí un significado muy profundo y así se lo dije al almirante Codina antes de zarpar. El viaje fue precioso. Además, el grupo era bien simpático: hubo canto, baile y muchas cosas, pero lo más emocionante para todos fue la cena final.

¿Allí el almirante hizo su discurso?

Sí. Uno de los oficiales me había advertido que el almirante iba a hacer alguna referencia que tenía que ver conmigo. Luego en su discurso hizo reflexiones sobre la reconciliación que son bien potentes. Y yo respondí.

Entiendo que se emocionó…

Sí, es verdad, me emocioné y cuando me iba a sentar salió el almirante Codina y nos saludamos con un abrazo, con un gesto de amistad muy fuerte y la verdad es que estaban emocionados todos. No es que yo no más me conmoví, había gente haciendo pucheros de distintos lados.

¿Qué significó para usted este viaje en su historia personal?

Es el cierre de un capítulo muy largo y que tuvo que ver con cosas muy importantes en mi vida. Entre otras cosas, con 14 años de exilio junto a mi familia, seis meses preso en Valparaíso, con haber aparecido en la lista de los 10 más buscados inmediatamente después del golpe. En el fondo, y lo dije allí, la Marina me ha marcado mucho. Incluso les dije, en tono de broma, pero broma en serio, que -como tenía prohibición de ejercer cargos públicos o postular a cargos de elección popular- la Marina algo tenía que ver en los inicios de mi vocación empresarial.

¿Y qué sentimientos ha tenido hacia la Armada durante estos años?

Soy nacido en Valparaíso y la Marina siempre había sido una cosa muy cercana. Pero hace muchos años que me había cansado de odiar cosas. Hace rato que yo siento que el país está bastante reconciliado en general, y para mí es motivo de satisfacción poder trabajar con gente que quizás después del golpe descorchó una botella de champaña. Creo que es un país reconciliado, pero siempre los gestos más emblemáticos tardan más y creo que este fue un gesto muy emblemático.

¿No se lo esperaba?

Me parecía que el solo hecho de invitarme era ya el gran gesto. Además, las palabras del almirante no eran sólo para mí. Yo creo que son una referencia más amplia a la visión que la Marina tiene sobre lo que ocurrió entonces y qué es lo que desea hoy día. El habló de amistad cívica, de espíritu republicano, de solidaridad, de cosas que son muy fuertes dichas por el comandante en jefe de la Armada.

¿Cree que el almirante Codina está iniciando, en su estilo, un camino similar a lo que siguió el general Cheyre en el Ejército?

No sé si está siguiendo el camino de Cheyre. Lo que sí es evidente es que el almirante no habló a título personal, sino a nombre de la institución y por lo tanto lo que él dijo allí, que es potente, interpreta una voluntad de la Marina. Diría más: la referencia que hace el almirante a esos momentos “de los cuales no podemos sentirnos orgullosos”, es una referencia más al pasado, porque una cosa es decir “nunca más”, “miremos para adelante de otra manera” y otra cosa es manifestar una opinión crítica frente a lo que ocurrió en el pasado.

¿Siente que la Armada aún tiene cuentas pendientes con usted?

Tengo la impresión de que las cuentas mías son pequeñas comparadas con otras, y creo que lo mejor que uno puede hacer es construir para adelante y no dedicarse a cobrar cuentas de ayer.

Por el contrario, en su intervención habló de las culpas compartidas, tanto de los vencedores como de los vencidos…

Independiente de que nosotros no asesinamos a nadie y que formamos parte del bando de los que fuimos asesinados, torturados, exiliados, etc; creo que en la situación política que se arribó el ’73 todos tenemos responsabilidad. Hay una responsabilidad compartida en haber llegado a un golpe. Todos cometimos errores. Todos formamos parte de un momento muy trágico del país y creo que simplemente anotar las culpas del otro bando ni es objetivo ni bueno.

¿Y por qué señaló que no era partidario de pedir perdón?

Lo que digo es que los católicos pasan pidiendo perdón para volver a pecar al día siguiente. Lo que importa es proponerse firmemente crear un país distinto y mejor que aquel al que arribamos el año 73.

¿Es efectivo que el almirante José Toribio Merino, el mismo que realizó la investigación por sedición en su contra, fue quien le permitió volver a Chile desde el exilio?

Lo que pasó es que mis padres son porteños y lo conocían a él y a su señora. Entonces se dio la paradoja de que el almirante Merino era el que me hizo las acusaciones y me perseguía, pero al mismo tiempo, el año 87, cuando mi padre estuvo en la UTI, él me autorizó a entrar por 15 días a Chile. Entonces, yo decidí quedarme en el país y me presenté voluntariamente al proceso y ahí me encarcelaron en la cárcel de Valparaíso.

¿Fueron sus meses más difíciles?

No, porque cuando volví a Chile no sufrí torturas como fue habitual en otros momentos. Era mi vuelta desde el exilio y estaba con una energía tremenda. Salía a hacer gimnasia todas las mañanas, me leí todo lo que encontré sobre economía de Chile y algunos autores clásicos como Camus, Tolkien y otros. Organizamos como seis campeonatos de baby fútbol con otros presos y hacía clases en la escuela del penal… La verdad es que tenía un nivel de actividad tremendo, así que nunca me sentí abandonado.

¿Y en qué quedó el proceso por sedición?

Cuando yo me presenté voluntariamente al proceso, muchos de mis amigos creían que estaba loco. Es cierto que estuve preso, pero cuando el año ’93 el proceso llegó a la Corte Suprema yo gané seis contra cero y se demostró que yo no había hecho sedición.

 

RODOLFO CODINA, COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA
“Lamento lo que les pasó”

 

En entrevista con LND habla de sus sueños, compromisos, desafíos, y dice estar decidido a reconciliar a la Marina con los que fueron sus víctimas después del golpe militar de 1973.

 

Jorge Escalante
La Nación

Con seguridad, desde el retorno de la democracia el almirante Rodolfo Codina es el comandante en jefe de la Armada en que más esperanzas hay depositadas para que logre restañar heridas del pasado reciente. Por eso, muchos fijan en él la mirada. La tragedia de 1973 lo sorprendió siendo un teniente de 24 años.

Finalizando su primer Mes del Mar, es claro que ha impuesto un sello personal a su gestión. Cercano a la gente, sencillo y convencido de que la Marina tiene que cumplir, además de la defensa, un fuerte rol social. Además, sabe que durante su mandato debe enfrentar el complejo proceso de reconciliar a las víctimas con la institución. Y en eso está, escuchando, equilibrando posiciones, explorando voluntades.

“La Armada de todos los chilenos reafirma ante sus héroes, sus autoridades y la ciudadanía el compromiso con la dignidad del hombre (…) con énfasis en el reencuentro y la unidad nacional”, fue parte de su discurso el pasado 21 de mayo.

El espacio donde lo entrevistamos tiene el aire y solemnidad de su rango. Pero, sobre todo, la presencia de LND en su oficina indica que los tiempos han cambiado.

–¿Cómo se siente hoy la Armada en relación a las otras fuerzas militares y a las autoridades políticas del Estado?

–En la medida en que transcurren los años, cada vez trabajamos más en conjunto con las otras ramas y el Ministerio de Defensa. En cuanto a las autoridades con las que me relaciono más directamente, como la ministra de Defensa, la subsecretaria de Marina y la Presidenta, tenemos una muy estrecha y fluida relación de colaboración. Por parte de ellas hay una comprensión de nuestras necesidades. Por ello nos alegramos.

–¿Bajo su mando ha habido un cambio en la relación de las autoridades del Estado con usted y la Armada?

–No tengo la experiencia de cómo era antes, no era comandante en jefe. Pero en mi caso noto una relación franca, siempre oportuna y de mucha participación.

–¿Dónde estaba usted para el 11 de septiembre de 1973 y qué grado tenía?

–A bordo del crucero “Prat”, era teniente segundo y tenía 24 años. Fui parte de la escuadra que siguió operando normalmente después de 1973, dedicándonos a lo nuestro.

–¿Cree que el golpe de Estado era evitable?

–Por mi cargo no es conveniente dar esa opinión, pero con el tiempo las opiniones son muy diversas y contrarias. Son hechos ocurridos hace 33 años que, con los años, la historia tendrá que juzgar en su debida dimensión y objetividad. Uno puede preguntarse si la Segunda Guerra Mundial era evitable. En ese caso, la historia juzgó y dio sus razones. Pero ojalá esta experiencia tan traumática para el país no ocurra nunca más, y las lecciones que se han extraído, en lo que nos compete a nosotros, las asumamos en forma permanente para evitar que vuelva a suceder.

–¿Piensa que el país estaba entonces demasiado dividido e ideologizado?

–El mundo era así. Muchas veces cuesta comprender a la juventud que ve las cosas en forma aislada, yo tengo siete hijos y estos temas los conversamos. El mundo estaba ideologizado, con dos bloques, el Este y el Oeste, la guerra fría… Eso, indudablemente, contribuyó a un clima muy confrontacional que no es el caso de hoy.

“FUERON ACCIONES AISLADAS”

–¿La Marina hoy es menos “militante”, por usar un término, en el apoyo a lo que fue el régimen militar? ¿Se ha hecho una evaluación crítica, separando lo que fueron las circunstancias políticas del país que dieron paso al golpe, de lo que sucedió después en materia de violaciones de los derechos humanos?

–Hemos hecho una evaluación crítica. Una de las grandes deudas que tiene el Gobierno militar con la sociedad son las violaciones de los derechos humanos. Tenemos que trabajar muchas lecciones y en ello estamos empeñados. Dentro de los objetivos que me he fijado como comandante en jefe, lo que más pretendo es contribuir a la reconciliación nacional.

–Se dice que la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana. La gesta de Prat llenó de honor a toda la Armada, pero los crímenes cometidos por oficiales y tropa durante la pasada dictadura son todavía evaluados, por la Armada y las otras ramas de la defensa, como actos individuales. ¿Cuándo en la Marina la responsabilidad de los actos es colectiva y cuándo individual?

–Los actos de gloria, como el de Prat, también son individuales, y llena de gloria a la institución a la que pertenecía. De la misma forma, los actos delictivos son individuales, pero afectan también a la institución a la que pertenecen los que los cometen. La institución no cometió el delito, sino la persona. Pero como la gran masa ciudadana apunta a la persona y también a la institución, nosotros, como institución, estamos empeñados en recuperar la confianza de todas las personas en el tema de los derechos humanos.

–¿Las violaciones de los derechos humanos son un peso que no quisiera llevar durante su mando, o lo toma como una de sus tareas importantes, en la que quisiera alcanzar un gran avance?

–Es una tarea importante de mi gestión. La he asumido como mi responsabilidad. Quiero que la Marina sea más cercana a la ciudadanía y que, especialmente, se acerque a aquellas personas alejadas de la institución porque sus parientes, amistades o ellas mismas fueron afectadas en sus derechos humanos por miembros de la institución.

–¿Los delitos cometidos durante el régimen militar ocurrieron porque miembros de las FFAA actuaron solos, arrancados de sus mandos, o cree que lo que sucedió obedeció a una represión institucionalizada que se gestó en cada institución armada y en el Estado?

–Voy a hablar de la Armada. Yo tenía 24 años en ese tiempo, era muy joven, pero tenía uso de razón. Puedo dar fe de que ni de parte de los mandos ni del mando en jefe hubo alguna orden para que eso fuera algo sistemático. Creo que fueron acciones aisladas de personas, o estructuras específicas, que se extralimitaron, y por eso están sometidas a la Justicia. Dentro de la Armada, afortunadamente, entre comillas, porque aunque fuera un solo hecho es lamentable, estos casos no son muchos. De hecho, casos con compromiso de detenidos desaparecidos o de otro tipo son pocos.

–Si fueron sólo actos individuales, ¿cómo se explica que hubo detenidos en tantos recintos navales?

–Es que para mí son dos cosas diferentes. Una es la detención de las personas y otra el trato que se les dio. Indudablemente, en la detención hubo disposiciones del mando acerca de dónde mantener a los detenidos, mientras se les investigaba: islas Dawson, Quiriquinas y otros cuarteles, como la Academia de Guerra Naval [de Valparaíso]. Pero otra cosa es el trato que se les dio, donde no había una orden para vulnerar sistemáticamente sus derechos humanos.

–Hubo lugares como la Academia de Guerra Naval y el Cuartel Silva Palma en Valparaíso, o la Base Naval de Talcahuano, donde se torturó a los prisioneros habiendo comandantes a cargo de esos lugares. ¿Cómo pudo ocurrir si esos actos no estaban amparados por la institución?

–Es que ahí también está la responsabilidad del mando. El mando que no se dio cuenta o que lo permitió. Hablo del mando directo, que también está involucrado. Pero no hubo una instrucción del mando superior para ello. También hay lugares donde los comandantes actuaron de buena forma.

–¿Como el comandante del buque “Lebu”?

–Claro, como el caso del capitán Santa Cruz. Hay relatos que dicen que él tuvo buen trato con los prisioneros.

–¿Por qué cree que la Armada tomó distancia de la DINA y retiró a su gente de ella?

–Esa fue la decisión del mando del momento, del almirante Merino. Creo que fue porque él dijo que, en la Armada, el único que debía actuar en política era él y el resto debía estar en lo profesional. Por eso, mucha gente que estaba en la DINA volvió a la institución.

–¿Esto sucedió porque el almirante Merino intuyó lo que podía pasar con la DINA, o simplemente se trató de una pelea de poder?

–No conozco los detalles. Estas podrían ser algunas de las razones. Pero tal vez la razón de más de peso fue que la Armada estaba muy comprometida en la seguridad externa del país. Veníamos saliendo de una situación de tensión con Perú en 1974, y dos años después se inició otra con Argentina. Por lo tanto, toda la gente de inteligencia que estaba en la DINA fue llamada a servir en la inteligencia de la Marina hacia el campo exterior.

“NO ME ESCONDEN NADA”

–Recientemente, la Armada entregó la bitácora de la “Esmeralda” de 1973 a la jueza que instruye la causa por el sacerdote Woodward y otras. ¿Tiene la Marina otro tipo de información que permita aclarar el destino de desaparecidos?

–Todo lo que la justicia ha pedido lo hemos entregado. Nóminas de personal de algún buque, como la “Esmeralda”. Y aún más. Lo que no se ha pedido y que he podido investigar y que podría contribuir a la Justicia, también se entregó, como la bitácora de la “Esmeralda”. Estoy seguro de que en la Armada no me esconden nada.

–¿Puede hoy la Armada investigar más por su cuenta para ver si es posible obtener información valiosa adicional?

–A veces se cree que hay una actitud negativa de la Marina para investigar, pero los que tienen mucha información son las personas, y aquellos que estuvieron involucrados están en retiro. Ante eso, sólo la justicia puede investigar, porque yo no tengo atribución sobre los retirados.

–¿Qué datos aporta la bitácora de la “Esmeralda”?

–No puedo dar datos del contenido porque está dentro del secreto del sumario judicial, pero creo que es un aporte relevante al proceso Woodward. Quiero decir que la bitácora me la pidió la hermana del padre Woodward. Le dije que la pidiera a través de la justicia. Como no se hacía, tomé la iniciativa y la entregué directamente a la jueza.

–¿Sabe alguien en la Armada dónde está sepultado Miguel Woodward en Valparaíso, para que su familia le dé sepultura?

–Desconozco si alguien sabe dónde está, pero sí sé que en eso participó la funeraria de la Armada de la época. Y los nombres de quienes la integraban, la Marina los entregó a la jueza. Espero que se pueda ubicar el lugar.

–¿Cuál fue el destino de Jaime Aldoney, que desapareció desde la Base Aérea de El Belloto?

–No lo puedo dar a conocer porque también está dentro del secreto de sumario del proceso. Pero el juicio ha avanzado bastante. Creo que en corto plazo terminará y se sabrá qué pasó con él.

–¿Se conoce cuál fue su destino final?

–Sí, y la justicia lo dará a conocer en breve tiempo.

–¿Le hará finalmente la Armada el funeral en el mar al ex edecán del Presidente Allende, capitán Arturo Araya, como fue su deseo en vida?

–Por supuesto, si lo pide la familia y una vez exhumado su cuerpo, le haremos un funeral en el mar. Yo y la institución guardamos un recuerdo muy grato del comandante Araya. Y por ello me interesa tomar contacto con sus hijos.

–¿Cuáles son los pasos que la institución dará bajo su mando para ayudar a restañar las heridas causadas?

–Creo que es importante hacer gestos hacia personas cuyos derechos humanos fueron vulnerados. Por ejemplo, en Punta Arenas entregué al intendente dos inmuebles que estaban en manos de la Armada. Uno fue antes propiedad de miembros del Partido Comunista, y otro –que se utilizó como sede de la DINA y la CNI– quedó para una organización de derechos humanos que lo solicitó. Hemos hecho también otros gestos con personas. Está la entrega de la bitácora de la “Esmeralda” y está pendiente el acto a bordo de nuestro buque escuela. En eso estamos trabajando. Hemos encontrado problemas de los dos lados. Pero la gran mayoría con quien he conversado está por una reconciliación.

–¿Se hará este acto de desagravio en la “Esmeralda”?

–El anterior comandante en jefe dijo al irse que le faltó hacer ese acto, que tuvo poco tiempo para ello desde el Informe Valech. He dicho que voy a trabajar para hacerlo. Es algo sensible y primero requiere de la voluntad de muchos, porque hacer un acto sólo por hacerlo no tiene ningún valor. Tengo fe en que lo lograremos. La “Esmeralda” llega en septiembre próximo y vuelve a irse en marzo de 2007; ojalá podamos hacerlo dentro de ese período.

–¿La Marina debe pedir perdón a quienes sufrieron a manos de miembros de la institución?

–El perdón es individual de quien siente que cometió un acto por el que debe pedirlo. Si pidiera perdón como Armada, puede ocurrir que la institución no se sienta interpretada. La mayoría de quienes estaban activos en esa época, hoy están en retiro. Por eso el perdón lo veo más como un acto individual. Sin embargo, digo que lamento que haya habido gente que tuvo estos problemas con la institución. Prefiero seguir trabajando directamente con aquellas personas que sienten que la Marina, o su personal, violó sus derechos humanos, a dar una conferencia de prensa y decir perdón.

–Pero es importante reconocer lo que ocurrió, al menos pedir disculpas.

–Eso lo he hecho con las personas con las que he conversado, y no sólo en privado. Les he dicho que lamento lo que les pasó, que ojalá nunca hubiera sucedido y que no ocurra nunca más.

–¿Y decirlo públicamente?

–Es que decirlo públicamente, algunos de un lado van a decir que no se sienten interpretados por esas palabras, y del otro lado me dirán, tal vez: ¿y usted por qué pide perdón por algo que yo no he hecho?

MARINA Y OPUS DEI

–¿Es hoy la Armada más abierta, menos conservadora en materias religiosas y espirituales?

–La Armada ha evolucionado tal como lo ha hecho la sociedad, manteniendo los principios y valores propios de la institución. Somos abiertos. En materia religiosa tenemos, por ejemplo, buenas relaciones con la Iglesia Evangélica y trabajamos con ellos. Creo que en la Marina debe haber un 20% de evangélicos, a pesar de que la mayoría son católicos. A veces se nos relaciona con el Opus Dei, pero si en la Marina hay alguien del Opus Dei es en la misma proporción que pueda existir en la sociedad chilena.

–¿Cómo se seguirá incorporando a la mujer en las distintas especialidades?

–La mujer existe en tareas administrativas desde hace tiempo. Pero el plan para incorporarla plenamente parte con el ingreso a la Escuela Naval el próximo año y el ingreso a la Escuela de Grumetes el 2009, para que egresen juntas. La mujer ingresará a las especialidades de cubierta e ingeniería, abastecimiento y litoral. Sólo dejamos aparte la Infantería de Marina. En los embarques, lo harán en buques auxiliares, porque hay más espacio para dependencias separadas, lo que no sucede en los buques de combate.

–¿De qué manera podría la Marina integrarse más a la sociedad civil?

–La Marina tiene un rol de defensa, pero sus capacidades también deben cumplir un rol social. Por ejemplo, tenemos con nuestros patrulleros una ronda médico-dental en Chiloé. En Isla de Pascua inauguramos una sala dental y de computación para el servicio de la comunidad rapa nui. La Armada puede hacer mucho ayudando a la población. Debemos abrirnos más hacia la juventud y las universidades.

–¿Cuál es hoy la mayor amenaza militar para Chile?

–Creo que no la hay en lo militar, pero hay algunas llamadas asimétricas, que no son de Estado. Entre ellas, el terrorismo y el tráfico de droga. Por eso estamos atentos. Tenemos una muy buena relación con las armadas de nuestros vecinos, incluyendo intercambio de oficiales y ejercicios conjuntos.

–¿Cuáles son sus sueños para irse satisfecho a retiro?

–Mis sueños son haber cumplido en muy buena forma los objetivos fijados y entregar una Marina mejor de la que recibí, con la colaboración de todo mi alto mando, oficiales y personal. Estos objetivos son: consolidar el proceso de renovación de unidades, lograr mayor cercanía con la ciudadanía a la que nos debemos, alcanzar un mejor trabajo coordinado con las otras instituciones de la defensa y las marinas vecinas y regionales del continente, y haber contribuido a la unidad de los chilenos, como lo han señalado y están empeñadas las autoridades del país. LND

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